Parte 19

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Capítulo 19

Ya habían transcurrido dos semanas desde aquella... turbulenta tarde, y Lili tenía dificultades para superar lo que su hermana le había confesado. Intentaba fingir que no le inquietaba y que quizá, todo ese asunto no era más que una etapa que pronto se terminaría cuando Amelie conociera a la chica indicada. Pero... ¿y si esa chica resultaba ser ella? ¿Cómo podría enfrentarlo? ¿Terminaría rompiéndole el corazón o, mágicamente, se enamoraría de ella y terminarían juntas como la pareja de un cuento de hadas?

—¿Todo bien? —Preguntó Leyre, que estaba recostada junto a ella en la misma colchoneta—. ¿Has estado callada desde hace rato? ¿No te gustó lo que hicimos?

—Me dio... un poco de vergüenza.

—Sé que es nuevo para ti —sonrió la bajista—. Aunque una vez que te acostumbres, será más sencillo. Sólo tienes que perderle miedo a la sensación.

Liliana resopló.

—Eso lo dices porque ya tienes experiencia en esto. Yo apenas estoy aprendiendo. Me siento... incómoda. No va conmigo.

Leyre se acercó un poco más y le puso una mano sobre el vientre.

—Eso siempre pasa. Te mueves bien. Me sorprendiste. Esa melena rubia sí que sabe cómo sacudirse.

—Me duelen los dedos —Lili se tronó los nudillos.

—¿Quieren que lo volvamos a hacer? —Preguntó Emma.

—¡Yo sí!

La bajista se levantó con un salto, levantó su instrumento y soltó un par de notas antes de gritar.

—¡Wooooaahhh! ¡Un, dos, tres, cuatro!

Nadie gritó con ella. Ni siquiera Lili, cuyas mejillas se volvieron a poner coloradas.

Frunciendo el ceño, se sentó en el borde del colchón y contempló a sus compañeras que habían empezado a tocar. A regañadientes, alzó su nueva guitarra eléctrica y les siguió el ritmo. Sus dedos se movieron de adelante hacía atrás sobre el mástil, sin levantarlos de las cuerdas. El solo era lento y fácil de ejecutar, aunque en su opinión hacia demasiado ruido.

—¡Eso! —Exclamó Sofí, pegando la batería para marcar el compás mientras Amy hacía su parte con el teclado.

La canción tomó fuerza, pasando de ese intro de rock ligero a algo pesado. Los deditos de Lili trataban de seguirle el ritmo a la batería de Sofía, y luego Leyre empezó con la letra.

Llegue y vi, tanta trampa y deslealtad

Tanto miedo, a que ocupen tu lugar

El creer, que si yo subo tú no

Solo es, una equivocación

Era diferente a lo que tocaban, y si bien la letra era atractiva, el heavy metal no era lo suyo y Lili comenzó a sentir la presión. No quería fallar ninguna nota y, antes de darse cuenta, había empezado a sudar. Vio que a Sofía estaba sonriendo y que Emma, que se había convertido en una segunda guitarrista, luchaba por ejecutar cada acorde tal y como lo venían ensayando desde la mañana.

Y luego, llegó la peor parte. El momento en el que ella tenía que cantar y unir su voz a la de Leyre para interpretar el coro y darle ese complemento que la canción necesitaba, y sin dejar de tocar.

Se relamió los labios y dijo su parte, sintiendo cómo se le calentaban las mejillas.

Alzo mi copa, brindo por ellos

¡Por todos aquellos que se han quedado atrás!

Alzo mi copa, brindo por ellos

¡Por todos aquellos que queremos conquistar!

[Terminado ]La Razón de Estar Juntas [Libro 2] [Historia Lésbica ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora