Todos los que pasaban por ese pasillo no podían despegar la vista de ella, llamaba la atención de muchas formas, su elegancia a la hora de caminar o esa magnifica sonrisa no se comparaban con el brillo en los ojos, esos ojos mieles que podían llegar a hechizar a cualquiera.
El rumor de que ella estaba dentro del ministerio corrió como pólvora por todos los departamentos, tanto así que llego a oídos de las tres personas de las cuales la joven, no tenía las ganas suficientes de querer ver.
Para su suerte ya llevaba tres meses en ese puesto y había podido evadirlos con todo el éxito que la caracterizaba, no daba entrevistas a nadie que no tuviera una cita previa, así como no recibía a nadie en la oficina si no traía especialmente alguna hoja precisamente solicitando su trabajo en algún sector; muchos podían pensar que eran privilegios de alguien importante o bien que ella era exquisita a la hora de relacionarse con las personas, hasta podría pasar por asquerosa y pomposa. Pero nada podía estar más lejos de la realidad, sus horarios eran limitados y muchas veces que alguno de esos tres fue directo a la oficina, o no lo dejaban pasar o la veían partir rápidamente.
Todo venía bien hasta ese día, ese día particularmente se había levantado tarde y no solo eso, sino que al momento de llegar estaba con una pila de pergaminos que ya la esperaba en su escritorio, suspiro cansada antes de poder comenzar ya que estaban en aviso que para las diez treinta de la mañana se tendría que retirar con urgencia.
El golpe de la puerta la hizo sobresaltar y levanto la vista rápidamente de ese expediente en particular que estaba resultando muy fastidioso, dio el permiso pertinente sabiendo que era su asistente, pero frunció el ceño al verla nerviosa.
_Hermione, disculpe la intromisión, le pedí que se retirara, pero insiste en querer verla.... El señor Potter no acepta una negativa....
_Hola Hermione- Harry hacia a un lado a Grettel, una señora mayor algo robusta pero no de gran altura, pese a eso, sus ojos solían intimidar a cualquiera, incluyendo a ese hombre que había irrumpido con una sonrisa que borro automáticamente cuando sintió a ambas mujeres fulminándolo con la mirada.
_Hola, en estos momentos estoy ocupada si no es urgente te pediré encarecidamente que te retires- Hermione apenas lo había mirado, es más, levanto apenas sus ojos a través del expediente para alzar una ceja ya que el joven había quedado pasmado ante esas palabras.
_No, yo.... Lo siento, es que.... No.... O sea.... Habíamos pensado que por ahí.... Por ahí querrías tomar algo con nosotros ahora- Se quito los lentes para volver a acomodarlos, se notaba realmente nervioso.
_No sé a quién te refieres con el nosotros, pero no gracias.... Estoy ocupada y por lo general no tomo los descansos hasta la hora necesario o bien a la salida. Te agradecería que te retiraras en este instante- Nuevamente lo había dejado helado, no se esperaba esas palabras, pero más aún que ni siquiera le dirigiera la mirada ya que volvió a mirar a su asistente- Podrías prepararme lo del caso Glastton, llevare a casa esos y los de Tennesy; mañana tendremos que solucionar el tema de los permisos.
_Como digas.... Enseguida te traigo todo, recuerda que en media hora te esperan- La vio asentir con una sonrisa que ambas compartieron, pero volvieron a fruncir el ceño al darse cuenta que Harry Potter seguía boquiabierto mirándola, le pareció que la actitud de su amiga era por demás fría con él, lo entendía, claro que sí, pero realmente le dolía- Señor Potter le pediré que la próxima vez que intente amedrentarme con mi trabajo mi jefa sabrá todos los detalles al igual que el señor ministro, así que lárguese de esta oficina si no tiene nada que al trabajo refiera.
Harry pudo detectar la mirada amenazante de la mujer, pero no le había causado más escalofríos que los ojos envenenados de su amiga. Creyó que todo este tiempo las cosas habían servido para limar asperezas. Todos estos años que habían transcurrido habían servido de algo, ya que el sí lo hizo, se sintió terrible al momento de soltarle la mano, así como muy infantil. Pero no podía entender realmente quien era la mujer que tenía frente a sus ojos, ella no era de carácter rencoroso.
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ALEXEI
FanfictionEl primer hijo.... tu primer amor.... traición, miedo y valentía. Cuantas cosas pueden pasar por un simple capricho y un acto de cobardía; cuanto puede cambiar una persona al verse traicionada por esos por las cuales había dado todo. Cuanto se puede...