Camila
Mi vida ha sido muy triste desde que había salido de mi país, cuando cumplí dieciocho años emigre a Estados Unidos para trabajar y así ayudar a mis padres y hermana pequeña, la situación económica no estaba muy bien en mi país fue por esa razón que yo tuve que tomar la dolorosa decisión de emigrar para conseguir dinero, teníamos muchas deudas y casi no teníamos para comer, no podía seguir allí sin poder hacer nada. El día que salí de casa no me despedí de nadie solo agarré mi mochila y emigre, mis padres y especialmente Sofía se negaron a que yo hiciera aquello, pero lo hice, una mañana agarré mi mochila y decidí partir por más dolor que sentía en dejarlos
Desde ese entonces han pasado cinco años, la situación económica no ha cambiado en mi familia y mucho menos en mi, desde que emigre para Estados Unidos inmediatamente empecé a buscar trabajo sin importarme que grande o pesado sería, lo importante era empezar a ganar dinero para enviarle a mi familia
Los primeros días fueron muy difíciles y salados para mí, el segundo día robaron mi mochila y el poco dinero que tenía allí, sentí ganas de llorar en ese momento pero no lo hice, no podía derrumbarme, agarré fuerzas al pensar en mí familia y seguí adelante
En estos cinco años solo había tenido tres pares de ropa y dos par de tenis, no tenía un techo seguro, vivía con algunos conocidos en la calle, trabajaba en cualquier cosa y el dinero que ganaba lo reunía para envíarle a mis padres
Trataba de no gastar un solo dólar de mi bolsillo, fue por esa razón que comencé a comer comida de la basura y también recoger cosas que servían para venderlas, pero nada a sido lo suficiente
Mi familia sigue con deudas hace un mes que hablé con ellos, me contaron que Sofía ya había empezado a ir al colegio también me contaron que deben dos meses de arriendo, luz y agua, también dinero que han prestado para poder comer
Mi vida no ha sido nada fácil mucho menos bonita, tenía que conseguir dinero a como diera lugar, aquel día mientras comía una mitad de hamburguesa que había encontrado encima de la basura se me acercó una chica muy bonita, llegó como un rayo de luz a mi vida y lo digo en serio, por qué aquel momento ya había tomado la decisión de empezar a robar para obtener más dinero, la chica me propuso un trato que sinceramente no pude negarme a el, estaba segura que otra oportunidad como aquella no se me presentaría nuevamente
Lo hice pensando en mi familia y en mi, todo sería fácil, ¿que podría pasar en seis meses?
Nada
En seis meses todo se acabaría y yo obtendría mis dos millones de dólares
Tenía una hora esperando a la mujer que sería mi esposa por seis meses, la hija mayor del señor Mike Jauregui, Lucy me platicó mucho de ella para que la fuese conociéndo mejor, no sabía por qué sentía tantos nervios o quizás era miedo al saber que la mujer tenía un pésimo carácter, es lo que Lucy me contó
Mi cuerpo tembló al escuchar de pronto aquella voz rasposa, no me giré aunque quería, no podía hacerlo hasta que Lucy me llamará, habíamos acordado aquello en nuestra plática
Al llamado de Lucy volteé a verla al fin y juro por Dios que aquellos ojos verdes se clavaron en lo más profundo de mi ser, ella me quedó mirando sin decir ni una sola palabra mientras yo estaba igual
Lucy había hablado y su padre también, la ojiverde no dijo nada y solo se quedó mirandome, era hora que hablara y me presentará por mi cuenta, también por qué era un poco incómodo como ella me estaba mirando, su mirada hacia mi no era para nada gentil
- Camila cabello un gusto en conocerte - no dijo nada, solo se quedó impactada ante tanta belleza creo yo - yo seré tu esposa por seis meses
- ¿Pero que mierda es esto papá? - quitó su mirada en mi, mientras yo lo único que hice fue rascar mi nuca al verla tan molesta