Qué es lo que estamos haciendo?

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Desde la noche en que Emma se quebró en mi presencia, nuestra amistad se había tornado muy estrecha, luego de varias semanas me vi en la necesidad de contarle todo sobre Elena, sentí que le debía eso a ella, ya que desnudó su alma frente a mi, yo podría hacer lo mismo para ella. Me escuchó pacientemente, expresar en voz alta como me había sentido en aquel entonces, era fuerte, ya no me afectaba de la misma manera, pero no significaba que no lo hiciera, comprendimos que ella era Elena y yo Alex en nuestras respectivas relaciones mal terminadas, la abandonadora y el abandonado, era triste decirlo pero la realidad era así.

Pasábamos mas tiempo juntos, nos divertíamos y lo agradable era que la relación era meramente de amistad y nada romántico, solía burlarse de mi facilidad para flirtear, le replicaba que tenía mis estándares no me iba con cualquiera a lo que ella siempre respondía, "seguro, no trates de convencerme, solo eres tú el que te engañas", hasta ahí llegaba la conversación ambos teníamos puntos de vistas diferentes y yo no tenía la necesidad de justificarme, vivía tranquilo y sin ataduras. 

                                                                        

Emma tenía que pasar un mes mas en la ciudad sin que se le entregara un destino en la revista, solo debía asistir al trabajo para hacer unos retoques para la campaña que había estado haciendo en Europa, envidiaba su estilo de vida, yo tenía que pasar prácticamente nueve horas en el trabajo. Viendo que tenía mucho tiempo disponible decidí enseñarla a jugar vídeos juegos, el problema fue que cree a un monstruo, recuerda nunca enseñarle a jugar a una chica, con tiempo libre, corazón roto y habilidades con las manos, bueno tacha esto último, ellas siempre son mejores que nosotros con las manos. Pásabamos mucho rato juntos los cuatro, viendo películas, lo mejor es que podíamos ver cualquier tipo, las chicas eran atípicas, no eran solo de películas románticas. 

Al fin llegó el día, ella se presentó en el trabajo para recibir su nuevo destino, lo que fue una gran sorpresa para Emma, debía quedarse en el país para realizar una campaña, donde se buscara a modelos nacionales con raíces étnicas, sabía que no iba a ser un trabajo corto, a lo menos duraría unos cuatro a seis meses. Ese día llegó devastada, se cuestionaba si había tomado la decisión correcta de haber roto con Alex, iba a estar en el país por harto tiempo, por lo que podrían haber probado si funcionaba la relación como la deseaba él, pero ambos sabíamos que era demasiado tarde, dos semanas después del  fatídico episodio Alex vino ebrio a despedirse de Emma, le dijo que la amaba más que cualquier otra cosa en su vida, pero no soportaba la idea de no tenerla y que sus besos y caricias fueran para otro hombre, le explicó que se marchaba, había aceptado una propuesta de trabajo en otro país, necesita empezar de cero, en un lugar donde nada le recordara a ella, y este no era precisamente ese lugar. A pesar que estaba ebrio se fueron juntos, aunque ella no mencionó nada, sabía que habían pasado la noche juntos. No la podía juzgar, estaba seguro que si yo hubiese sabido donde estaba  Elena, me presentaría frente a ella en el mismo estado en el que él se presentó, vacío y rogando por un poco de su cariño.

Como Estaba devastada por la noticia, decidí que lo mejor era salir a bailar e irnos de copas. íbamos por la quinta ronda de chupitos, cuándo la veo flirtear descaradamente con un tipo cerca de nosotros en la barra, tenía claro que lo nuestro era solo modo amigos, pero algo en mi se removió, esa beta celosa  y posesiva que tenía con Elena resurgió como un relámpago sin aviso y destructivo. ni siquiera pensé cuando puse mi  mano en su cadera  y la atraje hacía a mí, clara muestra de macho alfa, alzándome para que el tipo que la miraba con claro deseo, percibiera el mensaje "es mía amigo, lárgate". El tipo miró con cara divertida, se dio la vuelta y  se marchó, pude sentir su pequeña mano tomar la mina en un agarre implacable, giró su rostro plagado de ira. No sé  cómo esperaba que reaccionara, pero no esperaba que estuviera tan irritada. 

-¿me puedes explicar qué fue aquello?- reclamó furiosa. Tenía que pensar en algo rápido que no me delatara, y así evitar problemas en nuestra amistad.

-solo estaba evitando tus lamentos, estoy seguro que si hubieses ido con ese tipo, mañana estarías quejándote por haberlo hecho, así que por lo tanto dame un beso en la mejilla y agradéceme lo buen amigo que soy- la miré con la cara mas adorable que pude tener, tipo gato con botas, era patético lo sabía, pero parece que el esfuerzo valió la pena, porque su rostro poco a poco, esbosó una sonrisa. Esta salvado.

-oh, pero que buen amigo tengo, todo un hermano mayor sobreprotector- ¿en serio? iba a creer lo que acababa de decir, diablos ella era encantadora. 

Para salir rápido de la situación en que yo mismo me metí, le dije que saliéramos a la pista de baile. saltamos, coreamos cada canción a veces también bailábamos, si es que lo que hacíamos se podía llamar bailar, cada cierto rato nos turnábamos para ir a buscar alguna bebida. Me sentía un poco ebrío cuando noté volver  a Emma tropezando con nuestros tragos, disculpándose con todo el mundo a quien le chorreaba un poco, me apresuré a ir en su ayuda, justo cuando tropezaba y caí hacia delante. no pude contener la risa, estaba totalmente ébria. 

Decidí sacarla del local,  estaba feliz  logré que se distrajera y no pensara en nada de lo que había hecho.

-Emma, vamos, no estas bien y no quiero que nadie me culpe por no cuidarte.

-nooooooo- escuché por encima de la música.

-tenemos que irnos, mañana te arrepentirás.

-nop, estoy bien y además quiero bailar esta canción me encanta y después podremos irnos- a penas decifré el mensaje, arrastró todas las palabras que me fue difícil interpretarlo todo. cuando ya la tenía colgada en mi cuello y apegando su cuerpo al mío.

-wow, qué haces- pregunté tratando de zafarme de su agarre.

-se supone que la borracha aquí soy yo y eres tú quien  pregunta idioteces- no pude evitar reír.

-ah, eres una borracha listilla.

-si y puedo ver que tu eres un chico caliente y yo una chica necesitada- en que momento nuestro encuentro de diversión pasó a complicarse. Mañana estaría  a penada si es que recordaba algo de lo que estaba diciendo y haciendo, sus manos estaban acariciando me pecho y bajando hacia mi estómago, se las tomé para evitar su descenso. Estaba tomando toda mi cordura ser el sobrio y  el maduro. 

-Emma, es suficiente vámonos- tomo mi cara entre sus manos y susurro cerca de mi oreja para que la escuchara sobre el ruido del local.

-somos dos adultos solteros y con ganas de diversión, ninguno quiere ataduras, además si no fuera porque me tienes que llevar, estarías eligiendo a mas de alguna para pasar la noche, esa chica puedo ser yo. Tampoco puedes negar que te soy atractiva, a nadie le pasó por alto la mirada evaluadora que me diste el día en que nos conocimos.

 No alcancé a responder cuando ella ya estaba devorando mi boca, fue un toque eléctrico, no me pude negar, tomé su nuca con mi mano, y con la otra la apreté más a mi cuerpo.

¿La veía como una amiga? seguro

Imagíname sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora