Capitulo 21

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En un camarote una pareja de enamorado se entregaba en cuerpo y alma pues su amor era verdadero y real Tiara ya no le importo cuidarse hasta se olvidó de todo ello; en lo único que pensaba era en ser feliz y entregarse al hombre de su vida el hombre más apasionado y delicado que había conocido desde el principio que robo su corazón y su respiración por fin se sentían plenos porque realizarían una nueva vida como ellos habían soñado.

En Inglaterra habían llegado los rumores más rápido que el viento, cuando el rey lo supo estaba que hervía en cólera ¡¡ahora!!, ¿qué iba hacer se sentía ofendido? cuando una de las sirvientas le dio una carta al apoderado y mano derecha del rey de inmediato fue y se la entregó y le dijo que la habían encontrado debajo del almohadón de la cama de Tiara, cuando el rey empezó y leer:

"Querido tío, pido que me perdones por mi partida pero no podía permitir seguir al lado de un hombre tan despreciable, como el que me impusiste; no lo Amo ni lo amare nunca pues mi corazón ya ha encontrado a el  indicado un hombre en toda la extensión de la palabra que me respeta como mujer y lo más importante me ama como lo amo yo a él, perdóname por no decírtelo antes pues sabía que aun así no importaría para ti, pero aun así quiero que sepas que siempre te agradeceré el haberme acogido

te quiere Tiara"

Cuando el rey terminó se sintió miserable pero solo hacía lo que creía correcto para todos ahora tendría que buscar otra candidata para Terry y tendría que poner un castigo a Tiara no podía volver a pisar tierras inglesas nunca más.
Escocía
El rubio contrariado y no le quiso dar oportunidad al Clan Mc Marlow, de inmediato habló para dejarle bien claro que no tenían ya ninguna oportunidad así solo dijo -le presentó a mi esposa Candy hija del emperador de Japón y de la cual estoy profundamente enamorado pues ella es la mujer que robo mi corazón cuando estuve en Japón, Candy inclinó su cabeza para dar su respeto y saludo, solo dijo con su voz dulce es un gusto conocerlos. ¡¡Los Marlow sintieron en ese momento que se les cayó todo por un agujero pues él era su única salvación y ahora les salía conque que ya estaba más que casado y además enamorado con una mueca la Señora madre de Susana no pudo disimular su descontento pues sabía que vendría lo peor cuando Susana escuchó al rubio decir esas palabras siento mucho coraje que no pudo callarse ante y le dijo -¡¡ Oh , no por supuesto que a mí no me harás lo que le han hecho ahorita a mi prima!! Y escojo que cumplas tu palabra de casarte conmigo porque si no lo haces te atendrás a las consecuencias y está apuntando a la rubia, si quiere la puedes dejar como tú concubina, pero a mí me darás el lugar que me corresponde por ser yo la hija de uno de los clanes escocés más poderosos de Escocía, esta será disque hija del emperador y sabrá Dios de quien sea su madre no quiero ni imaginármelo. - Albert al escuchar a  Susana como despotricaba contra su amada, enardeció de coraje nadie insultaría a su amada menos frente a él y ante la gente así de Inmediato le contesto a la ají azul- pues me disculpar señorita, como dice que se llama, a ya recuerdo Susana, pero a mi mujer, mi esposa, no le va a faltar al respeto frente a mí que soy su esposo y lamento decirle que yo nunca hice esa petición de matrimonio creo que está en un grave error y si alguien hablo sin mi consentimiento pues que ella misma se encargue de encontrarle un mejor partido porque lo que en mi concierne a mi estoy fuera de su alcance y para lo sepa no tengo por qué decírselo pero para que no quede duda la corona ya ha dado su consentimiento y están más que complacidos así que con todo respeto nos retiramos con su permiso agarrando a la su amada de la cintura y dándole la vuelta para retirarse y dejando a lo Mc Marlow con la boca abierta pero la madre de Susana se acercó a su hija y le dijo- esto no se quedará así te lo prometo de nosotros nadie se burla.

Los padres de Albert habían presenciado todo y estaban muy molestos con Elroy, debía de entender que no podía meterse en la vida de otros.

Cuando Candy y Albert bajaban las gradas un ofuscado Terry llegaba y en el momento que vio a Candy se vio atraído como un imán al ver la hermosura tan rara que esta emanaba.

Si Candy sabia algo era el respeto que le debía y daría a su esposo, la mirada de muchos hombres no le gusto les daban escalofríos, pero la mirada del hombre que acaba de ver hizo que su sangre se enfriara, se aferró más a Albert, el sintiendo la tención y vio a su amada que estaba algo pálida y nerviosa, ella miraba de reojo a Terry y vio a su esposo con miedo. ¿lo conoces? – No, pero su mirada me da frio.

En la iglesia Rousse y Elroy se reunían con las Marlow, Terry ingresaba para saber quien era la mujer que acompañaba a William Albert Andrew, las hienas iniciaban un complot, uno que no ganarían, pues se terminarían destruyendo entre ellas, la vida es una rueda y el mal que haces se paga.

Continuará . . .

La hija del emperador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora