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"Bienvenido a las joyas de la familia, el zafiro a fuego lento no puede mantener la calma"


Me sorprendes – murmura Haesoo con la voz cansada, el hombre coloca una mano en su abdomen intentando contener la sangre –

Namjoon le hace señas al menor y este abandona la oficina dejando a su hermano solo, los dos mejor que nadie sabían que su padre no tenía armas de repuesto en aquella sala, y si las tenía, Moonbyul se encargó de deshacerse de ellas antes de que llegara de la reunión.

Después de todo tu madre tiene razón, solo eres un mocoso que no sigue reglas – Jeon se burla recargándose en el escritorio con una mueca – Al principio no comprendí porque me advirtió de ti, no debí pensar que eras tan sumiso

No te atrevas a mencionar a esa idiota una vez más, ni tú eres mi padre, ni ella es mi madre – responde con molestia – El único padre que tuve murió desangrado el día que me secuestraste

Namjoon escucha movimiento afuera y suelta un suspiro reincorporándose, guarda sus lentes en su bolsillo y se dispone a salir de la oficina.

Fue un gusto, Haesoo – hace una reverencia y levanta su rostro dedicándole un sonrisa tranquila – Y recuerda, tu peor error fue subestimarnos

El castaño sale de la oficina cerrando tras él, lo último que escucha el jefe es la puerta bloqueándose y el contador sonando, maldice por lo bajo al entender la situación, educo y formo a un líder en Namjoon, un líder que llevaría a su mafia a la cima del mundo, lo que recibió fue una bala en el abdomen y una bomba en su puerta.

Lo esperaba, después de todo él fue quien le arruino la vida, pero no creyó que fuera tan pronto.

El castaño se colocó su mascarilla negra dejando libres solo sus ojos, veía a los soldados correr de un lado a otro buscando a su jefe, guardo su arma y se aproximó a la parte trasera de la mansión evitando a los hombres que trabajaban para su padre, al llegar lo único que recibió fueron balas alertándolo de los invasores, se ocultó tras el muro que sostenía el techo, tenía que cruzar por ahí para llegar a su vehículo.

Namjoon niega levemente y se coloca el trasmisor en el oído, inmediatamente escucha a sus hermanos llamándolo.

Namjoon, ¿Dónde estás? – interroga la chica con respiración agitada –

Parte trasera, el escuadrón de Tuan ya rodeo la residencia, están entrando demasiado rápido – informa con tranquilidad sacando su pistola y cargándola con las balas que hacían falta – Haesoo no es idiota, la bomba solo le costara minutos desactivarla o explotarla, esa será nuestra distracción y saldremos por la calle principal

Tengo tus armas aquí, ¿necesitas ayuda? – pregunta Jungkook con preocupación –

Son diez, tengo veinte balas – murmura – Me tardare un poco, pero saldré, si dos minutos después de que la bomba explote no salgo, váyanse, no es seguro quedarse cerca

Bien – respondieron ambos al unísono –

Jefe, acorralamos a un Jeon – informo un soldado y Namjoon solo quiso reír – Sospechamos que es uno de sus hijos

No escucho la respuesta al estar a una distancia considerable, aun así soltó un suspiro creando una estrategia rápida en su cabeza, con cuidado lanzo su daga al suelo provocando que todos los soldados se pongan a la defensiva, sonríe de lado al notar que todos se calman creyendo que se estaba rindiendo, esa estrategia nunca le ha fallado.

❝Los Kim: BTS❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora