¿Cómo se siente?
Es triste ver cómo las ganas de vivir se te van. Se siente como cuando alguien pasa de ser grasa a ser enjuto; es como una naranja siendo exprimida. No duele, pero sí desanima. Ver la ventana, admirar los paisajes y odiar el maremágnum pierde todo su significado, su disfrute y su sentido.
¿Esta vida tiene sentido?
Tenemos pocas opciones: nos asfixiamos en risas o nos ahogamos en lágrimas. Si el agua no fuese salada, tal vez la bebería hasta explotar de gula. Luego, intentaría entender el sabor de la comida, porque todo, ahora, es simple y sencillamente monótono. Abrir los ojos y expulsar excremento me parecen acciones aburridas. Buscar sentidos es sencillamente un sinsentido.
¿Le hace falta alegría?
¿Qué es la alegría? Muchos la relacionan con la felicidad y esta, con la libertad. Si nunca en mi vida he caminado, ¿mi libertad sería caminar? Si deseo con todo mi ser ver algo, ¿seré feliz al verlo, al admirarlo? No, la respuesta es no.
¿Sabe por qué un vaso es un vaso?
Es como los problemas: lo vemos un problema porque lo queremos. Veo el vaso porque quiero que sea un vaso. ¿Usted qué quiere?
Quiero ver un volcán.
¿Y lo ve? Yo ya lo estoy viendo, ya me ha contagiado su deseo.
... ¿Su vida le pertenece?
mmm... No sé. Mi voluntad de vivir no es mía, porque mi gato me motiva a vivir. Si el muere... Creo que pasaría la puerta.
Si muere ahora, ¿qué pensaría?
Me preocuparía por mi gato.
¿No por usted?
No, ¿para qué sufro por algo que ya está sucediendo? Imagínese un soltero sin nada en la vida como protagonista de una película de zombies. ¿No cree que no tiene sentido luchar? Nuestra vida depende mucho de los demás, nos guste o no.
¿Por qué no valora su vida?
No es eso. Yo valoro lo que tengo, pero, si lo tengo que dejar ir, lo dejo. No voy a detenerlo.
Por ejemplo, si su madre muere, ¿lloraría?
La muerte es cuando alguien desaparece, cuando alguien no existe en tu vida... Usted no me conocía y, por ende, no existía, yo no vivía para usted. Yo estaba con la pata estirada, con el corazón sin latir, sin vida.
¿Y su madre?
Mi madre ya murió. Me dolió unos segundos, pero el gato me necesitaba. Su partida fue como si me dejara de hablar. Ella desapareció y eso es todo. Es como el amigo del barrio que se mudó: lo olvida progresivamente o de a ratos. Se olvida de su existencia y, al rato, de su vida.
...
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El Vacío
RandomAlgunos relatos que jamás se pudieron publicar por algunas razones, pero que he decidido guardar aquí.