Finca soñada

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Habría sido genial que mis antepasados hubieran sido ricos, millonarios

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Habría sido genial que mis antepasados hubieran sido ricos, millonarios. Mi familia y yo (es decir, tan solo yo porque los demás están bajo tierra) vivimos en una caja de fósforos. Aunque, el hecho de que hayamos siempre sido pobres, no quiere decir que no hayamos pisado mansiones en medio de la nada. Los ricos dependen de nosotros, ¿qué sería de ellos si no existiéramos? Mi bisabuelo era un trabajador de grandes fincas; las caras de sus dueños se encontraban en los archivos del gobierno y siempre terminaban abandonando sus tierras. ¿Qué habría sido de mis familiares si los narcos no hubiesen escapado de la policía? Tal vez yo viviría debajo de un puente y no en este humilde piso de nueve metros cuadrados. Sea lo que fuera que haya pasado, ese anciano de cara cuadriculada robó miles de propiedades de esa manera...

¿Entonces por qué estoy sometido a la miseria?

Es por soñar demasiado, pero no fui yo.

Mi abuelo y mis padres eran los mejores derrochadores de la historia de los sin dinero. "Soy pobre, pero de los finos", algo así era la situación. Nos terminaron hurtando todo y mi padre resultó en la cárcel, donde murió a punta de palazos. No siento nada ante su muerte, aunque, si el hombre aún siguiera vivo, lo asesinaría; claro, si tuviera una pistola o un machete a la mano. En fin, mi mamá falleció del estrés cuando tenía catorce años y el viejo me cuidó hasta donde las drogas le permitieron. Me quedé solo, dentro de una pequeña casa de un piso que no tiene baño; es compartido y, sea lo que defequen o hagan los demás, este suelta un olor demasiado asqueroso y pútrido.

Con todo este relato, les deseo decir que mi finca soñada no debe ser robada ni heredada (lo anciano da mala suerte). La felicidad me alcanza con tan solo una caja de fósforos en mitad de la zona rural, que debe ser vasta, yerma, cómoda y tranquila. Poco importan sus carreteras y sus vecinos, a fin de cuentas sería mi rancho bien querido.

 Poco importan sus carreteras y sus vecinos, a fin de cuentas sería mi rancho bien querido

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