Capitulo VI " Aposentos"

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Escuchar gemir a Hurrem es lo más placentero que había, sentía como sus paredes apretaban mi miembro, estar dentro de ella se sentía increíble. Quería llenarla, poseerla, hacerla solo mía borrar, las marcas del pasado e implantar las mías.

— Hurrem seras la madre de mis hijos — dicho esto nos unimos juntos en un orgasmo la llene lo más profundo con mi semen, me aseguraria que esta noche quedará embarazada de mi primogénito.

Tome su rostro y la bese, no me bastaría con solo una vez, quería más y al parecer ella no estaba satisfecha aún. Hurrem ya no me rechazaba eso era un gran avance en nuestra relación.

— Hurrem, te amo.— no hubo respuesta, solo se escuchaban sus gemidos, detuve mis embestidas.— Hurrem pídeme que esta noche te embarace — le susurré en el oído

— Mustafa, por favor — su rostro reflejaba impaciencia.

— Dímelo y te juro que no me detendré hasta dejarte satisfecha — ella estaba consternada por sus emociones.

— Mustafa, solo hazlo ya — al parecer hoy no conseguiria más que eso, así que empecé a moverme de nuevo, estaba enojado ya que ella no sentía lo mismo que yo. Empecé mis embestidas más salvajes y con mi boca mordía sus pezones rosados haciendo que Hurrem gimiera mucho más alto.

Y con una embestida dura Hurrem arqueo la espalda viniendose en mi, su cuerpo enredado al mío me daba aún más placer, nunca me cansaría de ella, nunca sería suficiente para mí.

Unimos nuestros cuerpos en uno solo toda la noche, fue una gran alegría poder dormir junto al gran amor de mi vida.












Al despertar pude observar como Mustafa dormía tranquilamente a mi lado, no pude evitar mirar sus ojos cerrados que poseían unas largas pestañas negras, además de sus cejas pobladas. No tardaron en llegar a mi mente los recuerdos de la noche anterior, no podía creer que perdí el control de esa manera.

En silencio me levante para recoger mis cosas y vestirme, no quería que él me viera tan consternada por lo sucedido, primero tengo que poner en orden mis sentimientos

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En silencio me levante para recoger mis cosas y vestirme, no quería que él me viera tan consternada por lo sucedido, primero tengo que poner en orden mis sentimientos.

Al salir de los aposentos Sumbulag ya me esperaba.

— Sultana ¿Como se encuentra? — pregunto mientras caminaba a mi lado.

— Ya te imaginarás como me estoy sintiendo — respondí vagamente.

— Lamento tener que darle malas noticias — como siempre los problemas son los primeros en aparecer.

— ¿Que pasa Sumbulag? — dije con desanimo, solo quería descansar un momento. Lo hicimos toda la noche con Mustafa estaba muy cansada.

— La madre sultana ordeno vaciar sus aposentos y mandarla con las criadas del harem — me sorprendí lo que quería hacer, como se atrevía a ponerme con las criadas, por lo menos debía colocarme en los aposentos de las favoritas. Esto es muy denigrante.

— Vamos Sumbul arreglaremos este asunto — camine por los pasillos enfurecida, no dejaré que me quiten mis aposentos y mucho menos para dárselos a Mahidevran.

— Mahidevran ¿que estás haciendo aquí? — Entre sin hacer ninguna reverencia.

— Hurrem, ¿Que es esta falta de respeto? ¿Como te atreves a entrar así a mis aposentos? — Su rostro reflejaba burla, como me gustaría darle una bofetada.

— Lo mismo digo yo ¿Quien te dió permiso de quitarme mis aposentos?— dije enfurecida.

— Lo mismo digo yo ¿Quien te dió permiso de quitarme mis aposentos?— dije enfurecida

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— Yo no necesito el permiso de nadie, recuerda que soy la madre sultana. Tu y yo estamos en niveles muy diferentes. — Sonreí, si así es como quiere jugar, pues bien.

— Ay Mahidevran se nota que la inteligencia no es tu fuerte, no puedes rebajarme de esta manera, incluso tú deberías saber tus límites — su expresión se oscureció, ya la había hecho enojar.

— Hurrem estos aposentos son de la madre sultana y tú no lo eres, además porque te ofendes, ya no eres la esposa del Sultán, ahora eres una simple concubina que le sirve a mi hijo como todas las demás y créeme no duraras mucho tiempo — suspiré divertida se nota que Mahidevran no tiene idea de lo que Mustafa está haciendo por mí.

— Ja por si no sabías muy pronto me convertiré nuevamente en la esposa del Sultán y tú quedarás en el olvido como la primera vez — la verdad no quería casarme con Mustafa solo lo dije para enfurecer a Mahidevran.

— Será mejor que cierres la boca... — antes de que pudiera amenazarme se abrieron las puertas.

— Atención el Sultán Mustafa.— Maldije a mis adentros espero que no haya escuchado lo que dije.

Obsesionado con la Sultana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora