Capitulo XIX "Perdido"

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3 horas antes

Recorría tranquilamente el mercado como acostumbraba hacerlo semanalmente, mientras caminaba por las calles varias reformas se me ocurrían para mejorar el estilo de vida de mis súbditos.

Sin embargo antes de que regresará al palacio, un escándalo estalló cerca de mi. Un mercader estaba maltratando a una mujer anciana.

Intente acercarme, pero algo se sentía extraño, varias personas se interpusieron en mi camino, ya sea empujandome, según ellos accidentalmente u ofreciéndome desesperadamente comprar alguno de sus productos, a tal punto que la confusión de la multitud y el escándalo hicieron que me alejara de mis guardias, aún así decidí seguí mi camino podía encontrarlos más adelante.

Cuando al fin llegue hasta la mujer, el mercader la golpeaba fuertemente con un bastón.

— Efendi ¿Qué cree que hace? — dije, arrebatandole el bastón.

— No se meta señor, esta mujer trato de robar mi mercancía, se merece un castigo ejemplar.

— ¡Eso no es cierto! Yo solo estaba mirando, quería comprar un poco de su fruta.

— Si no tienes ni en qué caerte muerta ¿Cómo planeas comprar algo de mi tienda? — la mujer ofendida y humillada agachó la cabeza.

— Efendi no se preocupe yo pagaré por todo — ambos me miraron confundidos, pero no refutaron mi desición.

— Señora, si me permite la acompaño hasta su hogar. — Comenzamos a caminar alejándonos del mercado. Recorrimos las calles por un largo rato, hasta llegar a una casa sumamente descuidada.

— Muchas gracias por ayudarme Efendi, espero que tenga suerte en su camino.

— ¿Acaso usted vive sola en esta casa?

— Así es, hace mucho tiempo que mi esposo falleció y mis hijos se fueron para formar su propia familia, lo único que me queda es esta casa — su rostro reflejaba tristeza al recordar todo lo que le había sucedido.

En cierto punto me hizo recordar a mi madre, y en como me deshice de ella. No sentía arrepentimiento, porque misteriosamente sentía que su presencia aún estaba aquí, aunque eso es imposible.

Sin embargo no me gustaría que a Hurrem o a otra persona distinta le ocurriera lo mismo.

— Señora, no se preocupe yo me ocuparé de sus necesidades desde hoy en adelante.

— No señor, usted no tiene porque hacerlo — la interrumpí dándole una bolsa llena de monedas de oro.— Más tarde la vendrán a buscar para llevarla a un lugar seguro.

Las lágrimas empezaron a rodar por las mejillas de la anciana, me hubiera gustado yo mismo llevarla a su nueva casa, pero me encontraba muy lejos del mercado y de mis guardias. Necesitaba encontrarlos para darles todas las indicaciones.

— ¡CUIDADO! — grito la mujer, antes de sentir un fuerte golpe en mi cabeza.








— Sultana, deseaba verme — dijo Rustem, al momento de entrar a mis aposentos.

— Rustem, algo anda mal, su majestad ha salido del palacio y aún no ha regresado ¿Qué es lo que está pasando?

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— Rustem, algo anda mal, su majestad ha salido del palacio y aún no ha regresado ¿Qué es lo que está pasando?

— Sultana, yo...— titubeó al hablar

— ¡Habla Rustem! No te atrevas a mentirme, sabes perfectamente que el puesto que ocupas me lo debes a mi — la presión en mi pecho se hacía cada vez más fuerte al igual que el dolor en mi vientre.

— El sultán ha desaparecido, estamos haciendo todo lo posible para encontrarlo, no tenemos noticias de él hacer ya tres horas, por favor no se preocupe, le aseguro que lo encontraremos.

— ¿Cómo que ha desaparecido? ¿Acaso no había guardias protegiéndolo cuando salió? ¡Qué tipo de seguridad es esta!— me sentía mareada y con náuseas, mis piernas empezaron a perder su firmeza, Rustem al notar mi estado rápidamente me sostuvo antes de que cayera al suelo.

— Rustem llama a Taslicali que dirija la búsqueda, Bali Bey interrogará a todos los pashas que han estado en mi contra y a las sultanas. Tú vendrás conmigo, prepara un carruaje iremos al mercado.

El malestar que sentía en mi cuerpo empeoraría si me quedaba sin hacer nada, además la mayoría de problemas que ha tenido Mustafa han sido por su obsesión de mantenerme a su lado.

— Sultana en su estado es mejor que se quede en el palacio — lo interrumpí.

— No me importa Pasha, solo has lo que de digo y rápido — antes de que Rustem se fuera, tome una decisión — Espera un momento, también reúne a los jenizaron que se encuentren más cerca del palacio, debo reunirme con ellos.

— Sultana es peligroso que usted lo haga, sabe bien que no tiene buena relación con ellos.

— Ya te dije que no me importa, está es una oportunidad que no voy a desaprovechar — Al poco tiempo un grupo de soldados jenizaron se encontraban reunidos cerca del palacio.

— Atención su majestad Haseki Hurrem Sultán — salí para hablar con los jenizaron, e informarles de lo que pasará a continuación.




— Sì signore, ce l'abbiamo già, è nell'altra stanza.

— Qual è il tuo stato attuale?

— È svenuto, domani mattina presto possiamo trasportarlo.

Mareado y confundido, abrí mis ojos, lo último que recuerdo fue el golpe que recibí, por el cual me había desmayado. Cuando intenté moverme me di cuenta que estaba atado a una silla en un lugar desconocido.

En la otra habitación se escuchaba la conversación entre dos hombres que hablaban en italiano, gracias a Ibrahim Pasha que me enseñó ese idioma cuando tan solo era un niño pude entender lo que planeaban. Tal parece que quieren transportarme a otro lugar.

— Quando si sveglia, dagli da bere e da mangiare, nostro signore lo vuole in buone condizioni, per poter trattare.

— Va bene, vado a dare un'occhiata.

Antes de que el hombre entrara, cerré los ojos para simular que aún estaba inconciente, tal vez podría descubrir que es lo que planean y quién está detrás de esto, no es coincidencia que me atraparan, estoy seguro que alguien me ha traicionado.

Una vez el hombre se fue eché un vistazo a la habitación. Había una silla desgastada y una mesa con tan solo una cuchara encima. Las ventanas se encontraban bloqueadas con tablones de madera. Allí no había nada que usar para poder escapar, además la charla entre esos dos hombres ya había terminado.

Supongo que ahora lo único que me queda por hacer es esperar y recuperar mis fuerzas, el golpe que recibí aún me mantenía afectado. La negociación es mi única opción en este momento, si no funciona tendré que improvisar.



























Hola, a pasado tiempo desde la última vez que actualice, he tenido varios problemas personales que no me han permitido dedicarme a la novela. Hace tiempo revise los capítulos anteriores y me di cuenta que había varios errores en la historia, así que decidí hacer algunos cambios que no son muchos, solo cambie edades y añadi algunas nuevas escenas.

Gracias por seguir pendiente de los capítulos, agradezco mucho el apoyo que me han brindado.

Obsesionado con la Sultana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora