Sunghoon no es considerado el típico chico popular en el instituto con muchos amigos o alguien que va contra las normas y se la pasa metido en detención. Al contrario, era reconocido por ser caballeroso, buen estudiante, atractivo y por su aura de dominancia o superioridad con tan solo caminar por el pasillo como si fuera una pasarela.
Pero quitando su máscara de niño ejemplar, era el alma de la fiesta, confianzudo pero a la vez algo torpe, causando que fuese un chico que cayera bien fácilmente, pero como todos, también tiene su carácter, pues hay cierta gente que no le cae bien y su rostro no sabe disimularlo.
Por parte de su mejor amigo, Shim Jaeyoon, a pesar de tener una cara de "no rompo ni un plato", también puede llegar a ser un poco arisco con Sunghoon ya que este es muy ocurrente y demasiado terco cosa que a veces lo saca de quicio, pero eso no significa que no lo aprecie, él quiere, no, él ama a Sunghoon, lo apoya en todo y su cariño se lo demuestra a su modo. Además, ¿cómo odiar a Park Sunghoon?
Jake cree que Sunghoon llegó a su vida como un verdadero milagro que estuvo pidiendo para sacarlo de su triste vida.
En aquellos tiempos cuando tenía unos quince años, sus padres estaban al borde del divorcio y por cualquier cosa ya sea mínima, se peleaban, eso lo solía desanimar. No tenía amigos en la escuela ya que nadie lo notaba, era como un niño invisible entre cientos de estudiantes.
Hasta que llegó un ángel sin alas que cargaba consigo una sonrisa geométrica y el cual se presentó como Park Sunghoon.
Recuerda que el primer día que llegó, en vez de sentarse con otro chico relevante, decidió sentarse a su lado al verlo tan solitario. Los primeros días de su ingreso, Sunghoon trató de entablar una conversación con él, pero eran casos fallidos ya que Jake se cerraba mucho.
Aunque eso no bastó para detener a Park, quien continuó y continuó hablando con él, importándole poco si no le respondía, con que lo escuchara para él era suficiente.
Jake comenzó a tomarle cariño a Sunghoon aunque no se lo pudiese demostrar como tal, todavía no hablaban pero le tomó un buen aprecio, el pelinegro no era como otros chicos, era una persona inusual.
Hasta que un día este llegó triste a la escuela y a pesar de que Jake se preocupó por este, no le pregunto que pasaba, fue ahí donde Sunghoon dió el primer paso como siempre, contándole que su mascota Gaeul se había perdido desde la tarde anterior, mostrándole una foto de este por si llegaba a encontrarlo.
Todo el día estuvo decaído y por primera vez, Sunghoon no se inmutó a dirigirle más la palabra.
Ese día Jake se llevó a la tarea de buscar al perro de su amigo, y por suerte, lo encontró merodeando por la basura, oliendo y buscando que comer, como un callejero.
Entonces al ver el collar azulado alrededor de su cuello y el colgante que decía "Park Gaeul" supo que era él.
Estuvo treinta minutos esperando a que el perro le tomara confianza y se dejara cargar. Y cuando por fin se dejó, fue en camino hacia la casa de Sunghoon, y no pasó mucho para escuchar la voz gruesa a lo lejos proveniente de este gritando el nombre de su mascota, todavía continuaba buscándolo.
Entonces se acercó a Sunghoon y después de tanto tiempo le habló, entregándole a su hijo.
Sunghoon por su parte se puso feliz pero a la vez sorprendido, Jake finalmente le había hablado y encontró a su mascota sano y salvo.
Esa noche hablaron de todo, aunque a Jake todavía le costaba hablar pero a su amigo no le importó, ya le había hablado y hasta lo ayudó cuando pensó que no le había importado, eso basta y sobra.
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¡Hey, besitos de fresa! ‹𝟹 Sungsun
Fanfic❛ Durante una fiesta, Sunghoon terminó besando a alguien mediante un juego, no sabe de quien se trata debido a lo borracho que estaba y además, el juego era a ciegas. Lo único que recuerda de la persona a la que besó, fue que sus labios tenían un sa...