Sunghoon caminaba por los pasillos de la escuela y con cada pisada que daba, hacía que sus zapatos hicieran un sonido chicloso debido a los charcos que pisó y los cuales se formaron por la reciente lluvia que hubo.
Miraba a su alrededor y no encontraba a Ryujin por ningún lado, ya la había buscado por los tres pisos de la universidad, en la cafetería y en su salón de clases. Hasta que finalmente la encontró en la cancha, sentada en las gradas platicando alegremente con sus amigas.
— ¡Ryujin! —la voz grave de Sunghoon resonó por el pasillo, causando que la peliazul se girara a verlo.
Ryujin le avisó a sus amigas que no tardaría en volver y ellas solo asintieron dejándola ir. Así que caminó hasta donde se encontraba el mayor y lo saludó con una ligera sonrisa:— Hola Sunghoon, ¿sucedió algo? —preguntó ella, notando que Jake también se acercaba a ellos.
— Si quiero-
— Hola Ryujin —interrumpió Jake—. ¿Cómo estás?
— Estoy bien, gracias Jake, ¿Y tú?
— Que bueno, yo estoy genial, gracias... Uhm, ¿puedo preguntarte algo? es acerca de la fiesta que hubo en casa de Yizhuo.
— Claro.
— ¿Sabes con quién se besó Sunghoon? Es que eras la única la cual no llevaba una venda en los ojos.
La chica se quedó en silencio, tratando de rememorar aquella noche, pero terminó negando con su cabeza con un pequeño puchero:— Lo siento chicos, aunque... creo que es de este instituto, más no conozco su nombre deberían decirle a Ningning a quienes invitó a su fiesta, ella fue la organizadora.
— ¡Oh, gracias Ryujin! Te debo una —habló el pelinegro, corriendo por los pasillos en busca de Yizhuo.
— ¿Por qué se ve desesperado? —le pregunta Ryujin a Jake.
— Le gustó el beso, y creo que le gusta.
— Vaya, supongo que eso es... lindo, aún así, suerte —la peliazul se despidió con su mano libre y se acercó de regreso con sus amigas.
Jake suspiró y corrió detrás de Sunghoon, deteniéndose en las escaleras con precaución para no caerse:— No corras, Hoon, el piso está mojado.
— Lo siento, realmente-
El rubio abrió sus ojos alarmado cuando Sunghoon se resbaló, cayendo encima de otro chico.
— Te lo dije —Jake se acercó a Sunghoon y lo ayudó a ponerse de pie, negando con su cabeza—. Idiota.
Sunghoon sacudió un poco su ropa y ambos amigos intercambiaron miradas cuando vieron al chico de cabello azabache poniéndose de rodillas y revisando su antebrazo, el cual estaba sangrando levemente.
El menor soltó un pequeño chasquido adolorido y miró a ambos chicos con unos ojos cristalinos. Sunghoon recibió un empujón discreto por parte de Jake, reaccionando a que debía ayudarlo.
— Oh, dios mío como lo siento —el pelinegro se acercó al más bajo, tomándolo de su otro brazo para levantarlo—. ¿Estás bien? ¿Te duele?
El chico miró a Sunghoon con sus mejillas sonrojadas, sus ojitos al ver de quien se trataba, soltaron un lindo destello que Jake pudo notar, enarcando una ceja.
— Sí, gracias.
— Lo lamento, te llevaré a la enfermería.
— No es necesario —le dice él—. P-Puedo ir solo.
— Tu llévalo Sunghoon-ssi —dice Jake, quien estaba cruzado de brazos—. Yo iré a buscar a Yizhuo.
— ¿Seguro?
— Ujúm, llévalo, cuando tenga respuestas iré contigo.
— Vale, gracias.
Jake se despidió, bajando de las escaleras en busca de Yizhuo, mientras que Sunghoon se encargó de llevar al pequeño chico a enfermería.
Cuando llegaron a la sala de enfermería, la señorita Mina, se encargó de revisarlo, curando sus heridas con gasas y poniéndole una venda, recomendándole que no la trajera puesta todo del día o sino se pegaría y para quitarla, le dolería mucho.
Sunghoon solo se mantuvo recargado en la pared con sus brazos cruzados, mirando con atención lo que hacía la enfermera y notando como el menor estaba sentando en la camilla, apenas meciendo sus pies suavemente.
— Cierto, no pregunté. ¿Me puedes decir de que grado eres? —pregunta ella, tirando sus guantes a la basura y tomando entre sus manos una agenda escolar.
— Voy cursando primero.
— Okay, ¿y tú nombre es...?
— Kim Sunoo.
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¡Hey, besitos de fresa! ‹𝟹 Sungsun
Fiksi Penggemar❛ Durante una fiesta, Sunghoon terminó besando a alguien mediante un juego, no sabe de quien se trata debido a lo borracho que estaba y además, el juego era a ciegas. Lo único que recuerda de la persona a la que besó, fue que sus labios tenían un sa...