¿𝑸𝒖é 𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒇𝒆𝒍𝒊𝒄𝒊𝒅𝒂𝒅?

9.

“Días hermosos”

Los primeros rayos de luz de la mañana comenzaron a filtrarse a través de las delgadas cortinas iluminando la habitación que estaba hecha un desastre, dos enormes cuerpos durmientes reposaban en la cama totalmente destendida.

Unos párpados se abrieron con lentitud dejando ver las hermosas pupilas doradas, Thor fue el primero en despertar, perezosamente abrió sus ojos y trató de acomodar un poco su larga y desordenada cabellera, todo apuntaba a ser una mañana normal hasta que al voltear un poco vio a su lado el cuerpo desnudo de su amigo que dormía aún profundamente.

—...—

No le tomó mucho darse cuenta del porqué estaba ahí, enseguida las imágenes de lo ocurrido anoche llegaron a su mente, sus mejillas ardieron y se tornaron de un color rojizo como su cabello al recordar todo lo sucedido... Había tenido sexo con Lu Bu y le había encantado.

Repentinamente el temor lo invadió, esto se debía a que era bastante obvio que las cosas entre ellos iban a cambiar de una u otra manera, quiera o no... en el peor de los casos tal vez todo sería muy extraño de ahora en adelante para ambos... Ya no podían volver a ser amigos y probablemente Lu Bu se iría de su vida para siempre si se sentía incomodo desde ahora.

No iba a decir que se arrepentía, fue la mejor noche de toda su vida, recordó con cariño los toques sobre su piel blanca y como recorrió a placer todo el cuerpo moreno frente a él, algo que estaba anhelando hace un cierto tiempo, sin mencionar los gritos de placer que escaparon de los labios ajenos.

Vio al pelinegro moverse, parecía que estaba despertando ya... No tenía otra opción más que afrontar la situación y quizá consecuencias de sus actos de anoche lo más pronto posible, aún si esto significaba no volver a pelear o no volver a verse... Sacrificando su felicidad.

Los ojos cafés se abrieron suavemente acostumbradose a la iluminación y después de unos cuantos segundos se abrieron de golpe al ver al pelirrojo a su lado, recordando todo al instante.

El cuerpo de Lu Bu sudó frío ante lo que podría pasar ahora, la gran figura de Thor estaba a su lado observándolo con una mirada que no era capaz de descifrar, no sabía que pensaba... Si estaba molesto o asqueado por la experiencia vivida ¿y si ya no quería pelear con él? o ¿si lo obligaría a irse...?   Todas estas preguntas se juntaban en su cabeza pero ninguna tenía respuesta.

Tampoco iba a decir que se arrepentía o que no le había gustado porque sería una mentira, debía admitir que sentía muchas ganas y mucho cariño hacia su anfitrión... Jamás había sentido tales emociones, no sabía que haría de ahora en adelante sin Thor probablemente se deprimiria nuevamente.

Sus miradas se cruzaron... Pero esta vez no era suficiente para expresar todo aquello que sentían, lo mejor era hablarse de una vez por todas ¿pero por donde empezar?

—Yo...—Una voz temblorosa escapó de los labios de Housen quien buscaba las palabra adecuadas para esta situación, Thor enseguida notó eso, algo que le pareció extraño pues de todo el tiempo que ha pasado con el viajero siempre se esuchaba muy seguro de sí mismo. Se dio cuenta que estaba igual de preocupado que él, así que antes de que dijera otra cosa lo interrumpió.

—Eso... Fue increíble...— Sus palabras eran suaves pero aún así fueron escuchadas por el otro que sintió como su corazón latió aún más rápido gracias a la enorme emoción que le dio con esa sencilla oración y el miedo desaparecer levemente al notar la sinceridad en lo recien dicho.

—Thor— Llamó tímidamente la atención del pelirrojo, esperaba poder decirle algo que le haga entender lo mucho que lo quiere y lo importante que es para él.