Latidos

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- Que interesante...

- Que es interesante?.

Dos genios de cabellos castaños y ojos encantadores, desayunaban tranquilamente en la terraza de la gran torre Stark, ahora bautizada como la torre vengadores. El castaño de gafas esparcía su mermelada favorita en las tostadas Francesas, mientras que el otro castaño leía el periódico y disfrutaba de una buena taza de café.

- Oh, es un dato que ya sabía, pero me sigue pareciendo interesante. El como los latidos pueden actuar como un calmante natural. Desde el vientre de la madre, los bebés sienten seguridad no solo al oír a sus padres, sino también escuchando sus latidos.- comenta el genio pasando de página.

- Si, es Interesante y hermoso.- dijo el científico con una pequeña sonrisa.

- bueno, hay muchos sonidos y cosas hermosas que pueden calmarte... Por ejemplo, Natasha calma al grandote verde.- dijo Tony con picardía, solo para molestar un poco a su hermano de ciencia, cosa que logró al ver que este se ponía como tomate.

- Bueno...mmmm... H-Has estado durmiendo bien, según lo que me comentaste. Algún sonido en especial que te haya ayudado?.- Preguntó Bruce cambiando de tema. El genio a su lado alzó su vista del periódico.

- Mmmmmm, Si, El ASMR me resultó de maravilla, ya ahora duermo más suelto. Te lo recomiendo.

- Si es así, no dudaré en probarlo. Sabes?, Las desventajas de tener este tipo de ansiedad, es que definitivamente apesta tener que depender de alguien para calmarte. Me siento mal usando a Nat para que el otro sujeto se calme.- comentó el científico apenado. Tony podía morir de la ternura con su mejor amigo.

- No es tu culpa. Muchas veces necesitamos de alguien especial para nosostros, y no en el sentido de dependencia o capricho, sino, una necesidad merecida. Lo veo en ti y en Natasha, ella también encuentra paz de tu lado. Veo que la ayuda es recíproca, por qué avergonzarse de eso?.- el genio cerró el periódico dando por terminada la conversación, quería bajar al taller para terminar unos proyectos para su nueva armadura.

- Oh, Tony espera. Fury dijo que tenías los datos de la última misión que tuvimos, yo tengo que salir a la base, llegaron las muestras que solicité. El capitán aún no tiene esos datos, podrías dárselos?, Ya se me hizo tarde.- El  científico se levantó de su asiento tomando su chaqueta con algo de prisa.

- Como?, No, yo estaré ocupado.- dijo el genio, no quería bajar a ver al capitán.

- Tony, vamos, no te cuesta nada.

- Pero Osito Bruce, le puedo enviar esa información por Medio de viernes.- dijo Tony protestando como un niño berrinchudo.

- Viernes no hará que los papeles leviten hasta las manos del capitán, Tones. Vamos, solo tienes que entregárselos, y luego si te pones nervioso, corre si quieres. Debo irme, Nat me está esperando abajo. Nos vemos luego.- Bruce dejó un beso en la mejilla de su casi hermano antes de apresurarse a bajar. El genio suspiró derrotado, creyendo que Bruce conspiraba en su contra, y saber acerca de los sentimientos que tenía por cierto rubio capitán, le hacía pensar que la otra cara de Hulk lo hacía para molestarlo.

- Vamos, solo entras y le entregas los condenados papeles, y se acabó.

Entre más rápido, mejor. Bajó decidido hasta el gimnasio, dónde Rogers seguramente estaría destrozando sus sacos. Y al llegar no se equivocó. Pero, está vez golpeaba los sacos de una manera violenta y desquiciada, tanto que le dió un poco de miedo al genio.

El golpe final, mandó a volar el saco de box hacía la pared, en trizas. El rubio respiraba agitado, tanto que preocupó al pequeño genio pensando que su corazón se saldría de su pecho. Tony quiso ir tras el capitán, quería preguntarle si todo estaba bien, pero los nervios no lo dejaron ir donde su amado a cerciorarse de su estado. Solo pudo dejar los papeles en la mesa y salir corriendo sin ser visto. Tal vez ahora no era el momento.

ONE SHOTS STONY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora