Primer viaje a la Veterinaria

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Steve Rogers es un Maestro de Artes profesional.

Después de desarrollar su pasión de la mano del arte, abrió su propia galeria, en la cual le iba muy bien, sus cuadros eran muy famosos,y como no?, en cada trazo que daba dejaba una parte de su corazón infinitamente enamorado de sus óleos.

Tenía un bonito Penthouse en el centro de New York, justo a su gusto, tenía buenos amigos, y sus padres lo amaban y lo apoyaban incondicionalmente. Para Sarah y Joseph, su hijo era lo mas hermoso y el mejor regalo que les dio la vida, sin duda alguna, estaban muy orgullosos de que su hijo pudiera cumplir sus sueños. Podría decirse que su vida era perfecta...

Pero...

No era así.

Steve vivía solo, bueno, a excepción de su fiel mejor amigo, Su perro Dodger. Quien lo acompañaba en sus noches y en sus dias, era lo mas importante para Steve. Lo llevaba siempre a su taller de arte.

Parte de sus mejores obras, la mayor inspiración era su perro. A pesar de que Steve lo tenía todo, necesitaba a alguien más con la cual compartir su vida. Tenía una, pero no...era lo que esperaba.

- Steven, mañana iré de compras con Jane, lo siento pero no te puedo acompañar a la presentación de mañana...ammm apropocito, necesito que me ayudes con un regalito para mí.- Sharon Carter, su supuesta novia. Ya estaba harto de que solo lo necesitara para pagar sus caprichos, que aparte de ser mucho, eran caros.

- y ahora que Sharon?.- preguntó dando un suspiro de cansancio mientas salía del baño secando su cabello con una toalla mientras que con la otra mano tenía sujeta la toalla que rodeaba su cintura dejando ver su muy bien trabajado abdomen. Sharon quien estaba parada en frente de él se le hizo agua la boca al ver a tremendo dios griego, se acercó rápido hasta él, pero Steve vió sus intenciones y la detuvo en el acto.

- Que pasa?.

- Sharon, sabes muy bien que el tema del sexo no lo toleraré hasta el matrimonio, y así quiero conservarlo. Además, no me cambies el tema.

- agh. -bufó.- te decía que tengo en mente comprar algo bonito...para mí...y pues bueno, no me has dado mi regalo esta semana, así que, quiero que me compres ese vestido que ví en la avenida, si?.

Steve estaba hasta la madre. Solo se acercaba para presumirlo ante sus amigas y para sus caprichos. No iba a permitir más eso. Con poca delicadeza quitó las manos de Sharon de su pecho, está lo miró sorprendida.

- hasta aquí, me tienes harto, solo me quieres para tu conveniencia y eso no lo permitiré más, he Sido paciente contigo pero no ha dado resultado, no eres mi novia, eres solo una amienemiga muy cara. No soy lo que buscas?, Tu tampoco eres lo que busco.- Steve la tomó del brazo llevándola a la salida para luego ordenarle a su portero, Coulson, que la sacara.

- Espera, estás terminando conmigo?.

- tu y yo nunca fuimos algo.

- espera, mi abrigo lo deje en la cocina.

- ese abrigo lo compraste con mi dinero, así que es mío. Apropocito, te enviaré a mis abogados para que te den la fecha límite, vas a devolverme cada centavo que gastaste comprando tus caprichos. NATASHA!!.

De la entrada del Penthouse salió Natasha Romamoff, su abogada. Está entró con una sonrisa maligna entregandole una carpeta a Sharon.

- Según el rastreo de la tarjeta de crédito del señor Rogers, usted ha gastado 80.000 dólares en total en los últimos 2 meses, y desde que ha salido con mi cliente, ha gastado 3 millones de dólares, los cuales debe pagar de inmediato o si no, debe enfrentarse al embargamiento de su casa más 8 meses en prisión.

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