Epílogo

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(_______) Senju 

Ya habían pasado años desde la muerte de Shisui. Yo me había convertido en una empresaria exitosa. Sakura y Sasuke se habían casado y tenían una bella hija la cual era mi ahijada. Naruto se había casado con una bella chica llamada Hinata Hyuga que había estudiado con nosotros en la preparatoria. Tobirama seguía igual que siempre, mientras que Hashirama se había casado con Mito Uzumaki. Itachi y Obito no se quedaron atrás y se habían comprometido con amigas de la infancia, Rin Nohara y Izumi Uchiha. Yo en cambio no pude avanzar amorosamente, por más que quería, nadie me hizo sentir ni siquiera de manera parecida a como me hizo sentir Shisui, por lo que había perdido el interés.

Los primeros meses fueron los más duros, estancada en la esperanza de que el aún estuviera vivo, me estaba lastimando a mi misma. Me aislé de todo y todos. Las pocas veces que salía de mi habitación eran para ir al lago donde solía ir con Shisui y allí lloraba hasta altas horas de la noche, mientras Tobirama me observaba desde lejos. Después de eso no volví a conducir un auto jamás en mi vida. Shisui había muerto por mi al igual que mis padres, y el dolor de la culpa era el que más me afectaba.

[...]

—Tía _______ —habló Sarada mirándome con curiosidad.

—¿Si, cariño? — 

—¿Porque este lugar se llama El Lago de Siempre y Para Siempre? — 

—Porque Shisui y yo estaremos juntos siempre y para siempre —dije con una sonrisa melancólica. 

—No entiendo, ¿Que significa eso? ¿Shisui no esta muerto? —preguntó con el ceño fruncido.

—Cariño, quizás el ya no esté en este mundo físicamente, pero hace mucho tiempo nuestras almas se unieron y prometieron estar juntas por siempre... —respondí con nostalgia, luego besé su frente delicadamente y me levanté. —Vamos, o se nos hará tarde para la cena con Madara.

Ella se levantó rápidamente y se dirigió a la limusina dando pequeños saltos. Yo me quede viendo el lago por unos segundos. 

—Shisui, aunque ya no estes aquí, te seguiré amando para siempre —susurre mirando al cielo donde estaba el alma de quien fue, es y seguirá siendo el amor de vida.

...

—Hermosas como siempre —dijo Madara al verme llegar con Sarada. Nosotras nos habíamos ido a arreglar a mi casa y veníamos vestidas de rojo. Yo llevaba un vestido rojo oscuro pegado al cuerpo similar a uno que me recordaba a Shisui, mientras que Sarada llevaba un vestido de tirantes de cuello halter, brillante.

—De mi no se puede esperar menos —me jacté con una sonrisa orgullosa.

—¡Mamá! ¡Papa! —exclamo Sarada mientras que Sakura y Sasuke se acercaban. Al llegar a donde estábamos Sasuke cargo a Sarada en sus brazos.

—¿Te divertiste con la tía loca? —preguntó Sasuke por lo que Sarada río y asintió.

—Pues obvio pedazo de mierda, estuvo conmigo, ¿Que esperabas? —

—Si, imbecil —dijo Sarada y todos excepto yo, la miraban sorprendidos.

—¡Sarada! ¡¿Donde aprendiste esa mala palabra?! —pregunto Sakura exaltada y estupefacta. 

—Escuché a papa decirla una vez; no pensé que fuera mala —respondió la pequeña con mirada de perro arrepentido luego de que le guiñe el ojo.

Sakura miro a Sasuke amenazadoramente mientras que yo tome a Sarada en mis brazos y cuando nos habíamos apartado le di un chocolate.

—Gracias —agradeció la pequeña.

—Pero no vuelvas a decir palabrotas, pequeña _______ —

—¿Porqué? —preguntó  mientras comía su dulce.

—Los niños buenos no dicen esas cosas —conteste. —Y por que si tu mama se entera de que lo aprendes por mi, me mata —le susurre y ella rió. 

Delicadamente la baje y sostuve sus manos comenzando a caminar a casa de Madara ya que ella se había antojado de ir al baño. Al llegar a la casa del antes mencionado, Sarada se fue al baño y mientras la esperaba me detuve a verme en el espejo. Me entretuve tanto que perdí la noción del tiempo sin darme cuenta que ya llevaba varios minutos viéndome al espejo.

—Te ves hermosa —Escuché, por lo que me voltee rápidamente.

—¿Shisui? —pregunté con esperanzas de escuchar un "si".

—Tía, ¿Estás bien? Soy yo, Sarada —aclaró devolviéndome a la realidad. 

—Perdón —me disculpe recuperando la compostura y secando una pequeña lágrima que se había resbalado por mi mejilla anteriormente.

Ella me miró  con el ceño fruncido y luego sostuvo mi mano con una sonrisa de esas de apoyo. Al volver a la fiesta mis tíos, Madara y mis más cercanos amigos se acercaron y sin razón alguna me abrazaron entre todos. Yo solo reí a carcajadas, estaba feliz, ellos me hacían feliz.

Shisui, quizás ya no estes, pero estoy bien. Aún te extraño, claro, aún me lastima tu muerte, pero no te entristezcas porque acá están estos imbeciles para cuidarme, estos imbeciles que tanto adoro. Honestamente, aún que no estes físicamente sigues siendo la razón por la que despierto diariamente, cumplí muchos de mis sueños y vivo feliz tan solo para que tú muerte no haya sido en vano. Aunque claro, no tenías que morir, pudiste esperar a algún otro donante pero siempre necesitas ser tu el que haga de príncipe azul y vaya a salvarme aún cuando no soy una princesa, digo, yo soy una reina divina pues, ¿o que creías? No te preocupes por mi, sigue disfrutando de el más allá, que ya es tiempo de que te tomes un descanso. 

[...]

¡Hola!, gracias por haber leído esta historia sobre un romance extraño pero hermoso. Espero que hayas disfrutado leer esto tanto como disfrute escribirlo.

Chao.

Att: Nash

Unknown (Shisui x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora