Yoongi retrocedió lo más que pudo mientras sus ojos permanecían fijos en la extraña visión que el alfa frente a él le mostraba. Nunca imaginó que los ojos de aquel hombre pudieran brillar de aquella manera, así como tampoco esperó que pudiese sonreírle de tal manera.
Park Jimin le veía con una devoción que nunca imaginó poder causar, el mayor respiraba agitadamente y los aromas adquirieron un toque fuerte que denotó los nervios que el alfa sentía. Desde su lugar, Yoongi podía apreciar la lucha interna que el pelinegro estaba llevando a cabo, queriendo comprender pero quedando igual o más confundido que antes.
—¿Qué pasa? —volvió a preguntar. El silencio y que le estuviese mirando tan fijamente no estaba ayudando a controlar sus propios nervios.
—¿No lo sientes? —indagó Jimin con un ligero temblor en su voz—. ¿No sientes una conexión única cuando me miras a los ojos?
El peligris desvió la mirada y tensó la mandíbula. Muy en lo profundo de su ser una pequeña parte de reconocimiento empezaba a tomar brillo, sin embargo, el omega no estaba dispuesto a aceptarlo; es por eso que decidió negarlo de inmediato.
—Lo único que siento cada vez que te veo a los ojos es desprecio.
Yoongi esperaba una respuesta de ese tipo, más no le importó porque ahora estaba seguro de que ese omega fue destinado para él, y si antes no estaba dispuesto a dejarlo ir, mucho menos ahora. Guardó silencio y miró al joven frente a él, aquellos ojos preciosos evadían los suyos como un mecanismo de defensa que trataba de imponer sin importar qué.
—Mientes —acusó, ganando la inmediata atención del omega.
—¿Cómo te atreves? —los ojos azules centellearon en molestia—. Me estás usando a tu completo antojo, y ahora me dices que soy un mentiroso por decir con claridad cuánto te desprecio.
En un movimiento rápido el alfa encerró al omega en un agarre estrecho y le obligó a mirarlo. Los ojos azules impactaron con los del mayor, detestando el temblor que se alojó en su cuerpo apenas sintió la cercanía y calor contrario.
—Repítelo —sentenció—. Di que me desprecias, pero esta vez mírame a los ojos.
Fue entonces cuando Yoongi descubrió que no podía hacerlo. Las palabras estaban ahí, pero se negaban a trepar por su garganta hasta salir, se sentía estancado, enmudecido mientras era víctima de aquella mirada feroz que lograba desarmarlo sin el mínimo atisbo de esfuerzo.
Los segundos se convirtieron en minutos, dando inicio a un momento de silencio donde sólo las respiraciones de ambos cortaban el momento. Los ojos de Jimin escrutaban cada centímetro del rostro contrario, el lobo en su interior permanecía inquieto y anhelante, rogando por una cercanía que todavía no podía reclamar.
—No puedes —habló luego de un rato—. Tu boca afirma una cosa, pero esos ojos hermosos no te dejan mentir.
—Tú sólo me lastimas, no pertenezco aquí y no quieres verlo —lágrimas empezaban a formarse en los ojos del omega—. Soy un omega lunar, la manada del norte nunca será mi hogar —sollozó—. Entiéndelo, por favor.
—¿Sabes cual es nuestra más preciada ley? —la pregunta del mayor fue algo inesperado para Yoongi. Jimin continuó hablando—. Ser fiel a nuestro destino y defenderlo sin importar el costo. Tú eres el mío, eres mi alma gemela y debes pertenecerme como yo lo haré contigo. No importa lo mucho que te resistas, al final entenderás por tu cuenta de que tu hogar está a mi lado, porque ambos nacimos para estar juntos.
El omega se alejó de aquel toque y con los ojos humedecidos por el llanto le miró una vez más mientras negaba frenéticamente.
—Lo siento, pero no puedo aceptarlo.
Empezó a correr sin importar los gritos que escuchaba, nuevas lágrimas obstruían su visión, pero no fue suficiente para detenerlo. En el interior del castillo pudo ganar varias miradas extrañadas por su impulsivo actuar más en ningún momento se detuvo. En esos momentos deseaba estar sólo, las palabras que el alfa le habían dicho lograron calar en lo profundo de sus pensamientos, dejándole muchas dudas que comenzaban a atormentarlo.
Negó una vez más a sus propios pensamientos, al mismo tiempo que se encerraba en la habitación que le habían asignado. Se dejó caer en el suelo y abrazó sus piernas con fuerza, deseando tener la mente despejada para poner en orden sus ideas y de tener la fortaleza suficiente para soportar aquella agonía en la que estaba viviendo.
<<No es cierto, no es cierto, no es cierto>> se repetía constantemente, desarmándose en un llanto silencioso y desgarrador.
Él no podía tener a aquel alfa como destinado, porque su lugar no estaba en aquella manada, ni nunca lo estaría.
La luz de la luna que brillaba en esa noche se encargó de iluminar su habitación, los pies de Jimin se vieron tocados por ella sintiendo una calidez que le tranquilizó por breves instantes.
Los ojos azules hicieron contacto con ella, la magnificencia de la luna quedó plasmada en lo profundo de su mente, recordándole la magia ancestral que corría por sus venas y la responsabilidad misma que tenía con su manada.
Ser el príncipe heredero de la luna azul era una responsabilidad como un secreto; nadie nunca podría conocer ese linaje hasta que el momento adecuado llegara. Jimin no quiere ni imaginar lo que podría pasar si alguna vez esos lobos que le tienen secuestrado se enteraran lo que él realmente es.
Después de tantos pensamientos combinados con la tristeza de sus mismos sentimientos fue que decidió seguir luchando por obtener su libertad. Debía volver con su pueblo y protegerlos como hasta ahora lo estuvo haciendo, pero primero debía mantener la calma y dejar esos impulsos nerviosos que claramente no le llevarían a nada.
<<Debo ser inteligente y pensar en un buen plan que sí vaya a funcionar>>
Intentaría conocer un poco de esa manada de lobos, aprender de sus costumbres y gustos para lograr camuflarse, y sólo así Yoongi sabría con exactitud cuándo sería el momento ideal para escapar.
Sólo era cuestión de tiempo, y si la luna lo quería todo saldría bien.
De nuevo por aquí con esta hermosa colaboración 🥺Las actualizaciones serán cada domingo así que ¡Esperenos!.
ESTÁS LEYENDO
✨Luar✨|| (Jimsu) versión [EN PAUSA]
RomanceJimin es el alfa de la manada de los lobos del norte; su gran valor e inteligencia han mantenido la manada a salvo durante muchos años, manteniendo la espalda entre las aldeas. Como muestra de respeto y lealtad, los grandes lobos capturan en nombre...