—¿Y Gabrielle? — Preguntó Xena cuando vio a su hermano comiendo en soledad. —Recuerda que nosotras también tenemos que almorzar.
Toris sonrió y se limpió la boca con la manga.
—Se fue a nadar, hemos tenido una breve, pero muy interesante conversación— Xena le prestó toda su atención. — Gabrielle cocina a las mil maravillas.
La guerrera quiso indagar. No pudo hacerlo, Gabrielle regresó con un semblante fresco y renovado. Comió junto a la guerrera, y con Toris que repitió plato con la excusa de que así las acompañaba.
—Estoy llenísimo— Se tocó el hinchado vientre. —Que ciego y a la vez bonito es el amor ¿No os parece? — Susurró.
—Tiempo de partir—interrumpió Xena no dando oportunidad a que su hermano mayor prosiguiera hablando, Gabrielle suspiró de alivio.
El trayecto inició silencioso, cada uno con sus propios pensamientos y preocupaciones. Xena no cesaba de imaginarse como sería la vida sin Gabrielle cuando la abandonase para formar una familia con su amado, llegó a la conclusión de que sería peor que el mismísimo Hades. Gabrielle por su parte, pensaba en descubrir quién era el amor de Xena, si sabía quién era podía competir, pero no confiaba en su victoria, no obstante, estaba decidida a intentarlo, pues merecía la pena intentarlo por Xena.
A su vez, Toris reflexionaba sobre cuál iba a ser la mejor táctica para juntar a ese par, e iba a necesitar ayuda. Su plan pronto estaría en marcha y con una sonrisa en su rostro aligeró la marcha.
Mientras Xena y Gabrielle dejaban a Argo en el establo con suficiente paja y agua, Toris se precipitó al interior de la posada.
—Madre— Cyrene abrazó a su hijo y este comenzó a susurrarle parte del plan. — ¿Qué te parece? Creo que puede salir bien, mientras Xena ni se percate. Si no me veo en el fondo del lago con un pedrusco atado al tobillo.
—¿Estás seguro?
Toris sólo asintió dado que escuchó entrar a su hermana y a la bardo. La posadera observó a ambas con ojo clínico, la cercanía y las miradas que ambas se procesaban sin que ninguna se diera cuenta de ello, vislumbrando por sí misma las palabras que su primogénito compartió con ella. Estaban enamoradas. —Si—Contestó mirando a Toris.
A Xena le pareció raro y alzo una ceja esperando una explicación por parte de su madre.
—Tu hermano me preguntaba si había ternera en salsa para cenar.
— Hijas que alegría veros de nuevo—Abrazó a Xena con la efusividad de una madre que no ve a su hija tanto como quisiera. Luego con las mismas ganas abrazó a la menuda rubia, queriendo que sintiera que era bienvenida a la familia.
Gabrielle solo le había traído luz a la oscuridad de su hija. Cyrane le sonrió, agradecía tanto a la chiquilla que no sabía ni por dónde empezar a devolverlo.
—Cyrene, también me alegra verte— Dijo sonriente la bardo. — Tengo ganas de probar esa ternera en salsa que no he parado de oír en todo el viaje.
—¿Necesitas que vaya de caza?
Cyrene miró a su hija y negó con la cabeza.
—¿Tienes habitaciones libres?
El plan empezaba.
—No, la posada está llena
Cyrene conociendo a su hija, ideó un plan rápido para evitar que Xena fuera de cabeza al establo. — Tu habitación sigue libre, creo que para ti y Gabrielle será más que suficiente, después de todo siempre acampáis al raso.
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Todo en familia
FanfictionXena prometió a su hermano Toris que asistiría a su cumpleaños. Promesa que Gabrielle se encarga de que cumpla. Pero el camino estará envuelto de preguntas y sentimientos escondidos. Un familiar de Xena podría poner en peligro la vida de Gabrielle y...