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𝗗𝗮𝗻-𝗶'𝘀 𝗣𝗢𝗩:
Tal vez ya sepan esto pero: Iré al parque de diversiones con Jungwon.
Para ser honesta hace mucho que no iba, tal vez... ¿Tres años? Antes de que mis padres se divorciaran, solíamos ir cada año.
Pero ahora estoy emocionada. En especial por el hecho de que iré con Catwon.
Cómo sea, aún es temprano y hay mucho por hacer.
Tanto por hacer, pero mi for you page está muy entretenida el día de hoy.
Acostada en mi cama, con mi pijama aún puesta y deslizando por tiktok.
Mi nombre es Kang Dan-i, y soy adicta a Tik Tok.
Mi súper interesante hobbie es interrumpido por una llamada.
—¿Qué? — dije por el celular al contestar.
—Me voy por dos semanas, y al llamarte, ¿así es cómo contestas? —decía la voz por el otro lado de la línea.
—Oh, disculpa. —contesto. —Mi hermosa Hannah, ¿cómo te ha ido? No hemos hablado desde ese fatal día en que regresaste a Australia por vacaciones. ¿Se encuentra bien?
—Ja-Ja, muy graciosa, Dan-i. Te hablo por que llegué de Australia anoche. Ven a mi casa.
—¿Acaso me trajiste algo? ¿Un canguro? O tal vez, ¿un hermoso chico australiano?
—Quisieras. ¿Vas a venir o no?
—No lo sé, ¿debería?
— Si no vienes, nada más no me vuelvas a hablar en toda la vida.
—Está bien, Está bien. Iré.
—No llegues tarde. Bye.
—Adiós.
Hannah Bahng. A.K.A. Una de mis mejores amigas.
Ya sé que estás pensando, y si, si tengo amigas.
Hace dos semanas se fue a Australia por las vacaciones junto a su familia. Y hoy está de vuelta en Corea.
Cambio mi pijama por una blusa sencilla con un suéter encima. Después salgo de mi habitación y me dirijo a la sala.
—Mamá, iré con Hannah. —aviso, saco mi chamarra más gruesa, debido al frío clima que hay afuera. Antes de ponermela, calzo mis zapatos.
Después salgo por la puerta principal. Camino fuera del edificio, hacia la parada del autobus.
Al llegar a la residencia de los Banhg, toco el timbre. Hannah abre segundos después. Ella toma mi mano y me hace entrar. Me quito los zapatos, quedando es calcetines.
Adentro es más cálido así que dejo mi abrigo en la sala.
—Vamos a mi habitación. —dice ella, asiento y la sigo. Al llegar me acuesto en su cama y me tapo con la cobija. - Tengo mucho que contarte.
