CAPITULO 23

935 40 0
                                    



ADAM WOOD

Por más excitado que estuviera al escuchar hablar así a Allison, debía controlarme. Había olvidado la manera en la que sus labios se movían, todo lo que salía por esa boquita me volvía loco y se que las hormonas debían estar matándola.
Necesitaba salir de aquí rápido, quería estar con ella, quería volver a sentir el roce de su cuerpo con el mío, sentir sus besos por la mañana, acariciar su mejilla, amanecer abrazado junto a ella....

Mierda.... Necesitaba estar con mi mujer.

—¿Adam? ¿estas bien? —preguntó—. Estas un poco distraído...

—¿ah?

—No me estas prestando atención, ¿verdad?
—preguntó cruzándose de brazos–.

—Si, claro.

—¿Ah sí? ¿Qué estaba diciendo? —me pregunta con mirada retadora—.

—eh.... Bueno tu estabas diciendo que...—balbucee—.

—Amor, no se en que pensabas, pero necesito que me prestes atención.—sugirió—

—Créeme, no te gustaría saber en lo que pienso.

—Adam.... –refunfuñó —.

—Ya está bien.

—Bien. Te decía que mantuvieras bajo perfil, porque sé que Jack no se quedará tranquilo cuando le llegue la notificación de la audiencia. Él es capaz de cualquier cosa con tal de salirse con la suya.

—Allison, tranquila.

—No puedo estarlo. Adam... tengo miedo, las cosas están muy tranquilas y eso me preocupa.

Se notaba que Allison estaba nerviosa. Y me sentí mal escucharla decir eso y no poder hacer nada para protegerla.

—Allison una vez te prometí que te protegería a ti y a tu familia, ¿lo recuerdas?

—Si —sonrió—. Ese día dije que no necesitaba tu ayuda ni tampoco tu protección, pero tú insististe en protegerme. —responde con una sonrisa—.

—Lo sé, sigues siendo esa misma mujer testaruda que me enloquece.—confesé—

Allison sonrió.

—Con que testaruda ¿eh? —preguntó sonriendo—.  Ya suenas igual a mi madre. —añadió—.

—Por cierto, ¿Cómo esta ella? —¿te dijo que ese día del accidente la conocí?—pregunté nervioso—.

Vi como Allison desvió la mirada y quiso cambiar de tema.

—¿ocurre algo con tu madre? —pregunté—. ¿Están peleadas?

— No. de hecho, no sé nada de ella, no hemos podido hablar desde que salí del hospital.

—¿Por qué? ¿Qué paso Allison?

—Te voy a decir, pero no te enfades ¿okey?

Ya me había cabreado

—¿Qué paso? —insistí molesto—. 

—Cuando entraste a prisión tu padre nos quitó la protección.

—¡que!

—Y mientras yo estaba en el hospital, envié a mi tío a mi apartamento por la laptop y me contó que al parecer alguien había ido a saquearlo, todo estaba tirado y destruido. Yo supuse que Jack había ido a buscar la información que tenía sobre él.

Que ser más despreciable tenía como padre.

—No te preocupes, mi padre pagará lo que te hizo.

—Adam, no. ¿ves porque no te quería decir nada?
—no quiero que pelees con tu padre, solo olvídalo.

—¡Claro que no Allison! —él no tiene ningún derecho sobre mis decisiones, y no voy a permitir que le siga faltando el respeto a la mujer que amo y su familia.

Tenia tanta rabia, no me sorprendía que él viejo se comportara de esa manera. Pero ¿Cómo pudo ser tan egoísta?

—Adam, amor... por favor, prométeme que no le dirás nada a tu padre ¿sí? —no pensemos en eso.

Suspiré y asentí

—está bien. —accedí—. Pero te prometo que esto no se repetirá.

—No te preocupes, en cuanto me enteré de lo que había hecho tu padre, envié a mi familia a Italia, sé que corrían peligro cerca de mí y jamás me hubiera perdonado si algo les hubiera pasado por mi culpa.

—Allison no es tu culpa, fui yo quién te prometió que iba a proteger a tu familia y te falle.  —perdóname, por favor.

Entrelace mis manos con las suyas y las bese.

—Había olvidado la calidez de tus manos.—confesé—

—¡Se acabo el tiempo! —gritó el oficial—. Seguido del sonido de la alarma.

Vi el rostro de Allison.

—Ojalá tuviéramos más tiempo....

—Y lo tenemos, te prometo que saldré de aquí. solo no pierdas la fe en mi ¿sí?

—¡Ya suficiente! —gritó el oficial mientras me arrestaba—.

—Te amo hermosa, nos vemos mañana. —me despedí—.

—Adiós Adam.

DEFENDIENDO A UN CRIMINALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora