CAPITULO 27

889 35 0
                                    

Después de un viaje agotador, finalmente habíamos llegado a una casa que desconocía por completo. Miré a Riki en busca de respuestas y él me confirmó que era un refugio seguro.

—Nos quedaremos aquí hasta que la policía tenga noticias sobre Jack —explicó con serenidad.

Hice un gesto de incredulidad y bufé con desdén, dejando escapar mi frustración.

—Puff, lo dudo. Eso no va a pasar.

En ese momento, oí que Alex se acercaba hacia nosotros cojeando. No pude evitar sentir un nudo de preocupación en mi estómago al verla, y rápidamente noté el yeso en su pierna izquierda.

—Alex, no te fuerces —la reprendió Riki, mientras ayudaba a Susan a bajar del auto.

Pero Alex no parecía interesada en escuchar. Se iluminó al verme y corrió hacia mí con una alegría contagiosa.

—¡¡Ali!! —gritó, su voz llena de emoción—. ¡Mi hermana ha regresado!

La miré mientras se acercaba a mí y, sin pensarlo, la abracé con fuerza. Sentí cómo mi corazón latía más rápido y cómo un suspiro de alivio se escapaba de mis labios. Era un abrazo cargado de tantos sentimientos: miedo, alegría, ansiedad y amor. Estaba asustada, y poder sentir su calidez y cercanía era como un bálsamo para mi alma.

-----------------------------------------

ADAM WOOD

Había vuelto a mi celda. El silencio reinaba, pero mi mente estaba en caos, una tormenta que rugía, un huracán interno que arrasaba con mi paz. Todo se debía a la incertidumbre sobre el paradero de Allison. No sabía nada de ella, no después de lo que Riki me había revelado. Por primera vez en mi vida, sentí un miedo abrumador, el miedo de perder lo único que realmente me importa: la mujer que había tomado posesión de mi corazón.

Me sentía impotente, como un espectador que no puede intervenir mientras el mundo se derrumba a su alrededor. La mujer que amaba estaba desprotegida, y yo me encontraba detrás de estos barrotes, incapaz de hacer nada para asegurar su seguridad.

Me abrumaba una sensación de derrota, una profunda insuficiencia que me atormentaba. Me sentía como una mierda, un fracaso que no había sido capaz de proteger a su familia. La angustia me apretaba el pecho y la desesperación amenazaba con consumirme. Mis pensamientos eran un torbellino, una mezcla de miedo, culpa y ansiedad. ¿Dónde estás, Allison? ¿Estás bien? Era una pregunta que resonaba en mi mente, pero no tenía respuesta.

----------------------------------------------------

ALLISON MILLER

Estaba en medio de una discusión con Alex. Habíamos vuelto a la casa tras un largo viaje, y mi impaciencia estaba aumentando. Quería salir, necesitaba ver a Adam, asegurarme de que supiera que estaba bien.

—¿Qué crees que haces? —me interpela Alex con su tono protector.

—Voy a salir —respondí, sintiendo una creciente irritación en mi interior.

—Ni lo pienses, Ali. Es muy arriesgado salir ahora.

No estaba dispuesta a quedarme encerrada. Me sentía atrapada, como si el aire se volviera más denso con cada minuto que pasaba. Esta situación era asfixiante. Tenía que hacer algo, necesitaba al menos saber que Adam estaba a salvo.

DEFENDIENDO A UN CRIMINALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora