#017

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Rindou Haitani

Las emociones inexperadas nunca mueren, son enterradas vivas y salen más tarde y de peores formas.... Sabias palabras supongo una vez mi hermano se compró un libro el cuál tenía aquella frase, me pareció ciertamente curiosa en su momento pero ahora simplemente la había pasado por alto en todo este tiempo...

Habían pasado 4 años desde que el imperio de Tenjiku había comenzado, Takemicchi usualmente siempre tenía la última palabra sobre cualquier asunto lo cual a todos nos causaba risa, un hombre tan débil... Y tan... Bueno tan el por qué no hay palabras para describir lo tal cual es.

Takemicchi me parecía un enigma, solo hablaba de vez en cuando y solo son Kokonoi, Izana o rara vez con Kakucho, a Ran y a mí nunca nos había alzado la voz o mirado mal todo lo contrario nos miraba con una leve sonrisa la cual apenas se podía ver, siempre que hablábamos era de los asuntos que se nos otorgaban en los cuales teníamos que trabajar juntos o en los cuales nosotros llevábamos acabo y el solamente nos daba algunas observaciones,  cuando plenaba hablar con él de algo que no tenía nada que ver con negocios me evitaba, con Sanzu y Muto nunca se dirigía y los evitaba a toda costa.

El día en curso ese día estaba completamente nublado, nisiquira parecía que el sol saldría, mi hermano me envió un mensaje diciendo que solo faltaba yo para desayunar... Era sumamente raro que todos nos reuniéramos, me vestí y baje al comedor donde estaban Sanzu y Muto esperándome, al entrar tome asiento y Takemicchi estaba justo enfrente de mi, su cabello comenzaba a volverse obscuro, solo quedaban las puntas de su cabello rubias.

-Buenos dias- llamo la atención Izana a lo cual todos contestamos -Rindou... Ran- ambos nos pusimos de pie y nos inclinamos -¿Dónde está mi dinero?- alzamos la cabeza y lo miramos confundido

-¿De que... Estás hablando?- pregunto mi hermano

-Se han perdido 15 millones de dólares, revise todas las malditas cuentas y hay un error en los documentos de los cuales ustedes se hacen cargo- y tras decir eso lanzo unos papeles junto enfrente de nosotros

-No esto no puede ser nosotros siempre le hemos entregado cuentas completamente claras- hablé

-Si son tan claras... ¿Dónde está mi dinero?- Silencio... Tenía un punto, pero no podía haber fallas de nuestra parte siempre le habíamos entregado el dinero y dado un informe detallado, el saco su arma y nos apunto -¿Acaso me han robado?- aquella sonrisa la conocíamos a la perfección... Y también sus reacciones

-No Izana, nosotros seríamos incapaz de robarte, debe haber un error permítanos buscar donde está- hablo Ran completamente serio, sabía sus intenciones quería sacar su arma

-Kokonoi nunca se equivoca cuando se trata de dinero, así que hablen, ¿Me robaron o me traicionaron?- gire mi rostro a Kokonoi quién le susurraba algo a Takemicchi ¿Acaso habían planeado algo para deshacerse de nosotros?

-Danos tiempo, los Haitani somos leales nunca te traicionariamos- hablé completamente serio

-Tiempo... Tiempo ¿Para que? Para que escapen?- ambos negamos

-Esto es una trampa nosotros siempre te hemos servido lealmente nunca nos hemos negado a ninguna orden o petición tuya- hablo nuevamente Ran, ambos estamos nerviosos pero lo ocultamos lo mejor que pudimos, estábamos hablando de 15 millones de dólares... Izana apenas y confiaba en su propia sombra, si alguien cercano a el lo traicionaba más le valía no esperar una muerte rápida... Eso es lo último que haría primero torturaria al traidor, mataría a su familia delante de el y tal vez después lo mate si no se convierte en su juguete claro está.

¿Lo prometes?....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora