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>>En este capítulo no hay recuerdo de el pasado<<

Izana Kurokawa

Se suponía que nisiquiera debería estar respirando... Esa maldita mocosa debería estar muerta o enterrada en un maldito bar de mala muerte en uno de los peores países, no debería tener en su poder el 45% de poder un país primermundista que yo deseaba controlar en su totalidad, ahora entendía muchas cosas, había obtenido poder, había obtenido fuerza y nisiquiera podíamos tocarla mientras estuviera ahí.

No estaba sola, había hecho equipo con Hanma y Shion, aunque uno ya estaba muerto, fuimos unos verdaderos idiotas al dejarla ir, fui un imbécil al aceptar lo que me suplico Takemicchi.

-"Dejala ir"- hablé -"Ya no es una amenaza"- recordé sus palabras con irá total -"No nos dará problemas"- mire al pelinegro que tenía delante, no iba a ocultarlo, una parte de mi estaba más que feliz por qué estaba vivo y su salud había mejorado, sin embargo odiaba la situación actual, habíamos perdido el poco poder que teníamos en España, alrededor de 15 inversionistas de Japón y Tokio fueron asesinados a manos de Senjü y como tal también habíamos perdido empresas de lavado de dinero.

-No es mi culpa lo que sucedió- contesto de manera sería sirviéndose una copa de Vodka -Te dije que debimos vigilarla durante mínimo unos 15 años pero dijiste que no era necesario y sería un desperdicio de tiempo y dinero- golpe la mesa con fuerza, haciendo que el silencio se volviera aún más tenso

-¿Entonces es mi culpa?-

-Es culpa de ambos- contesto de inmediato -Ambos nos equivocamos-

-Ahora debemos ponerle un fin a está estúpida situación- hablé y Sanzu de inmediato se puso de pie

-Ya tengo la dirección de la casa de seguridad, solo denme 2 días... Solo necesito  2 días y traeré al mocoso- sentenció -Es mejor acabarla en nuestro terreno-

-No- de inmediato se opuso Takemicchi -Mandaremos a Kakucho y...-

-Y tú- lo interrumpí -Tu vas a ir por ese mocoso-

-¡Me niego! ¡Izana! ¡Permítame ir a mi!- interrumpió Kokonoi, Sanzu y Rindou al unisonido, el último alzando la voz de más.

-Yo soy el que manda aqui- hable de manera sería -Fue idea de Takemicchi el dejar viva a esa maldita mocosa, así que el tendrá que traerla a nuestro terreno y la única manera de traerla es mediante su hijo- el pelinegro se tenso, tragando en seco.

-En ese caso...- susurro Takemicchi bebiendo el líquido de la copa -Permita que  Rindou me acompañe-

-Rindou... No está preparado para ir- mire al mencionado, analizándolo a detalle de arriba a abajo.

Sabia a la perfección lo que el y el Kawata se traían, sabía cómo y por qué murió Ran, protegió a ese chico por los sentimientos de su hermano, siendo honestos, no lo entendía, no comprendía por qué un hombre tan grande, poderoso y simplemente invencible dio su vida por el, Ran lo tenía todo para vivir por el resto de su vida en una cabaña alejado de la sociedad y incluso le di su libertad, no fue una prueba, debió pasar al menos hace 4 años, el fue herido de gravedad junto con Rindou, me demostró lealtad que solo había visto en Kakucho y simplemente sucedió, le di su libertad, le permiti que se largara que se fuera y se llevará todo lo que deseara incluyendo su hermano pero aún así se había quedado, decidió protegerme y obedecerme.

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