Todo a su tiempo

17 10 120
                                    

No me pueden culpar por caer redondito cuando Val me da este tipo de sorpresas.

Quizás es una relación tóxica pero son más las veces en qué ella me ha hecho feliz que las que me ha hecho daño.

Tampoco la pueden culpar a ella, la situación familiar que está pasando puede ser muy grave a tal punto de que no me ha comentado nada sobre eso pero prometió contarme cuando estuviera lista.

En fin, aquí estoy acostado junto a ella en mi cama y les resumo de cómo fue la noche.

En primera conduje hasta el sitio misterioso y era un restaurante italiano.

¡Sorpresa! Me encanta la comida italiana.

Estás cosas en una relación de reservar una cena y pagarla suelen hacerlas los hombres, pero, ¿Por qué una mujer no?

Somos iguales, ellas trabajan igual que nosotros, sudan y se esfuerzan por ganarse el dinero y en una relación ambos tenemos el deber de cuidarla y mantenerla viva.

En ese sentido nuestra relación es muy eficaz, ella a veces paga y yo también, ella me compra cosas y yo también, ella me trae chocolate y yo también.

En fin, volviendo a la cena...

Una lasaña exquisita y luego un postre de helado con galletas italiano que se me hacía agua la boca, todo acompañado con un vino de Génova que dió el punto mágico.

Cuando tu pareja hace ese tipo de cosas es muy difícil enojarse con esa persona y no lo digo por sea una relación de interés, lo digo por el detalle de preparar algo tan bonito que si era unas hamburguesas de la calle y luego una simple galleta, el resultado iba a ser igual, sentirse especial con la persona que amas.

Pero la noche no quedó allí, como les dije estoy recostado a su lado mientras ella duerme.

Salimos del restaurante un poco ebrios, nos bebimos la botella de vino entera y decidimos venir a mi casa a completar la noche mágica.

Si, es lo que están pensando.

Pasamos una noche increíble, nos teníamos ganas y ambos explotamos de placer en intensidad, pero como yo soy un caballero no hablaré de los detalles.

Si quieren me queman vivo.

Además les estoy contando mi historia de un dilema el cual ya se enteraran.

Al día siguiente la llevé a su trabajo y yo era la persona más feliz del mundo.

Yo en ese tiempo estaba de vacaciones en mi trabajo, era una empresa de bienes raíces y yo era asistente administrativo de dicha empresa, pero como dije estaba de vacaciones y me la pasaba era en casa de Kat.

Estábamos hablando de cualquier tontería y escuchamos un grito que nos alertó, era Anna.

Nos alertó porque ella no era de salir de su casa y cuando lo hacía para reunirnos en casa de Kat solía avisar.

Teniendo en cuenta ésto y su tono de voz sabíamos que algo tenía y era algo inesperado.

Si, a ese punto nos conocíamos, al punto de que una simple acción que no era común o un simple cambio en nuestro tono de voz nos indicaba problemas.

Kat le abrió la puerta y Anna subió.

Ellas eran muy diferentes, a Kat cuando le pasaba algo no te lo decía si no le preguntabas.

En cambio a Anna, le debías dar su espacio y esperar a que ella decidiera contarte lo que le sucedía.

Aunque Kat y yo sabíamos que esa expresión solo se debía a una sola persona, Manuel.

El muy idiota la tenía mal y ella lo sabía, pero esperaba que el cambiará algún día.

Ella se sentó en el mueble y nosotros seguimos en nuestra conversación y esperamos a que Anna estuviese lista para contarnos.

Al cabo de 5 o 10 minutos, en realidad no se cuánto pasó, ella decidió hablar y solo dijo...

—Soy una estúpida, pero lo amo— apenas dijo eso rompió a llorar.

Deje que Kat se acercara primero ya que entre mujeres se entienden mejor, mientras yo revisaba mis redes sociales y trataba de idear un plan macabro en mi cabeza para matar al inútil de Manuel sin que me descubrieran.

Kat me lanzó una mirada y con eso me comunico que ya podía acercarme.

Con una mirada nos comunicabamos, a veces hasta miedo da, pero era muy efectivo.

Me acerque a Anna y la abracé, ella empapó mi hombro con sus lágrimas y yo solo la consolaba acariciando su cabello.

En realidad yo no podía hablar mucho de relaciones tóxicas, dicen que me encuentro en una.

Solo dije lo mismo que siempre le digo...

—Sabes que el no te ama y cuando decidas dejarlo no estarás sola— ella siguió llorando.

Ella no dijo nunca el motivo de porque pelearon esta vez, pero realmente no importaba, solo que el muy imbécil no la trataba como ella merecía.

Su relación se basaba en eso, 4 meses de felicidad y peleas, peleas y más peleas.

Nosotros le hemos advertido que debe dejarlo, pero no está preparada para eso.

Nos quedamos un rato consolandola en silencio mientras ella se desahogaba con nosotros.

Luego salimos y compramos unos dulces para pasar el rato jugando Uno.

Estuvimos jugando y comiendo el resto de la tarde, hubo un punto en que no jugábamos porque no parabamos de reir por cualquier estupidez que soltamos.

Era otro mundo poder compartir con ellas.

Terminamos de jugar y caímos en cuenta de que eran las 18:00 y Anna se tenía que ir a su casa.

Kat estaba organizando algo en su cuarto así que fui a acompañar a Anna.

No sé realmente que pasó o como sucedió, a mí no me culpen y lean.

Me estaba despidiendo de Anna con un abrazo y un beso en la mejilla como siempre solía pasar.

Pero había algo en ese Abrazo, algo que era muy diferente a los abrazos que solíamos darnos.

Tenemos la costumbre de que después del abrazo yo le daba un beso en la frente pero está vez fue diferente.

Miro mis ojos alternando la vista con mis labios y en un imprevisto movimiento atrapó mis labios con los suyos.

Claramente ella sabía que yo no haría tal movimiento y decidió hacerlo ella misma.

El beso fue suave y lento llegando básicamente a la ternura.

De hecho sus labios eran muy suaves y el beso fue demasiado dulce como para no seguirlo.

Ella sello el beso con un pequeño y provocativo mordisco en mi labio inferior.

Separó nuestros labios y su mirada era de necesidad, como cuando sales a trabajar y sabes que te espera un dulce delicioso en la nevera y esperas con ansias a llegar a tu casa para poder comerte y probar aquel manjar que aguarda por ti y solo para ti.

Esa era su mirada, como que quisiera haber hecho eso hace mucho tiempo y por fin lo había logrado.

—No es nuestro momento— espetó con casi un susurro.

Ella me dejó ahí y se fue caminando a su casa.

Yo en shock, no sabía que había pasado.

|×|×|×|×|×|×|×|×|

¿Pero qué ha pasado acá?

No puede ser, esto no estaba en los planes... En fin, gracias por sus comentarios y apoyo de verdad amo que lo hagan.

Nos vemos pronto :)

Amor De ExtrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora