Amor De Extraños

Cumpleaños catastrófico

Maratón 5/5

Se nota obviamente que sabe quién soy, lo puedo notar en su mirada.

Tiene un toque de malicia en ella y si las miradas matarán hace rato que ésta fiesta se fuese vuelto un total desastre.

El ver a Katherine feliz hace que nasca un sentimiento de contradicción dentro de mi.

Hace que me relaje para no ir a partirle su cara.

Me causa un poco de regocijo porque en verdad me encanta verla feliz.

Y al mismo tiempo me causa náuseas que el muy imbécil la esté usando para hacerme daño y la verdad no me importa sufrir sino que ella sufrirá a raíz de eso.

Anna también ha estado a mi lado para recordarme el plan y que debo calmarme un poco.

También pienso en ella, es su cumpleaños y merece que mi atención esté sobre ella y no sobre el imbécil.

Lo miro con asco al ver como sus labios se unen con los de ella y luego me mira con ojos de asesino.

Trato de concentrarme, sabe quién soy pero aún no sabe el resto del plan, así que no puedo arruinarlo.

Bebo un largo trago y saco a bailar a la cumpleañera, trato de olvidarme un poco de todo y me concentro en ella.

Es muy hermosa a veces me dan ganas de pedirle una nueva oportunidad, pero necesito aclarar muchas cosas en mi mente y mientras Kat esté en peligro no podré hacerlo.

Sin embargo disfruto de su compañía durante la fiesta.

A medida que se va a profundizando la noche algunos invitados parten de la fiesta, sobre todo los más adultos, los que quedamos salimos a tomar aire y conversar afuera.

Tragos van y vienen y el ambiente se ha vuelto más ameno con cada gota de alcohol que ingreso a mi sistema.

En algunas canciones entramos a bailar, sobre todo cuando suena una hora loca y todos hacemos una rueda en la sala para bailar y cantar.

Por más loco que parece, olvido por un rato todo y la paso bien con Leopoldo indirectamente, seguro influido por el alcohol que he ingerido.

Hasta charlas entre todos y con ambos compartiendo en un mismo círculo como un par de amigos.

Me separó un poco del grupo cuando todos entran a bailar algo de Romeo Santos, Anna sale unos segundos después seguro después de fijarse que no estaba adentro.

Ella también se ve un poco ebria, yo estoy recostado a una pared con las manos dentro del bolsillo de mi pantalón.

Ella tropieza y cae sobre mi pecho, yo la rodeo para evitar que se caiga.

—Hey, ¿Todo bien?— me pregunta con algo de dificultad al articular su pregunta, es obvio que ha bebido bastante.

—Si y ahora mucho mejor— bajo mi mirada y choca contra la suya, estamos muy cerca y nuestras respiraciones chocan.

—No deberías beber, estás bajo tratamiento médico— había olvidado eso.

—Tampoco debería hacer lo que haré justo ahora.

Bajo un poco para unir nuestros labios, un beso suave y tierno, su boca sabe a vodka y limón, su lengua pide paso para ingresar por mis labios que instintivamente se abren para dárselo y tengan el roce con mi lengua.

El beso aumenta en intensidad, nuestras lenguas bailan al ritmo de la pasión que despedimos de nuestros cuerpos, mis manos ya están en sus nalgas tocando por encima del vestido, las suyas han quitado un par de botones para tener contacto con mi pecho, mi amiguito no tarda en reaccionar una gran erección hace se forme un bulto doloroso que quiere salir de mis pantalones, ella parece sentirlo ya que se frota por encima de él y no tarda en bajar su mano para tocarlo por encima de la tela de mi pantalón, toca tan lentamente que parece una tortura, nuestras bocas aún unidas.

Bajo mi mano para ingresar por debajo de su vestido y al sentir su piel sudada logro sacar un poco de autocontrol para sacar la mano y separarme de ella.

Me mira con lujuria y un poco confundida, nuestros pechos respiran agitadamente, siento mi corazón querer salirse de su cavidad y el calor es muy intenso.

—No podemos hacer esto aquí ni ahora— digo tratando de controlar mis ganas de tenerla pegada a mi nuevamente.

—Es verdad— se acerca y mi piel se estremece al verla venir, nuestras respiraciones vuelven a chocar y cuando justo pienso que unirá nuestros labios sube sus manos y arregla mi cabello, se separa y se arregla el suyo —¿Qué pasa, no puedes controlarte?— su mirada picarona causa revuelo en mí —Pasemos.

—Pasa primero, yo tengo algo que resolver primero— mi mirada baja observando el gran bulto en mis pantalones y ella entiende rápidamente así que entra.

Yo espero cinco minutos esperando que no sea tan notoria mi erección y luego entro a la casa.

Están a punto de cantar cumpleaños, todas las luces están apagadas y la única luz que se nota es el de las velas incrustadas en los pasteles.

Cuando estamos todos listos empezamos a cantar.

—Cumpleaños feliz— cantamos todos al unisono pero tengo una sensación extraña en mi cuerpo.

—Te deseamos a tí— esta vez yo no canto, mi cabeza gira buscando algo extraño pero solo veo gente aplaudiendo.

—Cumpleaños Anna— el tiempo se vuelve lento, puedo notar los aplausos de forma pausada, mi mente y mi cuerpo gritan peligro pero no puedo distinguir de dónde.

—Cumpleaños feliz— se que algo va a ocurrir, así que me muevo a buscar a mis amigas, Anna se inclina para apagar las velas y todo se vuelve un caos apenas todo se oscurece.

Luces se encienden y se apagan en menos de un segundo en tres oportunidades seguidas de un sonido fuerte que obviamente se distingue, alguien ha disparado.

Gritos y caos es lo único que hay en el ambiente.

—¿Anna estás bien?— logro preguntar por encima de los demás gritos.

No hay respuesta.

—¿KATHERINE?

Tampoco hay respuesta, todos parecen estar agachados para evitar las balas.

Solo fueron tres disparos, segundos después el ambiente solo está lleno de voces susurrando con temor.

Cuando creo que no hay peligro me levanto para encender las luces el olor a pólvora invade mis fosas nasales.

Finalmente la luz eléctrica invade la sala, efectivamente todos están agachados y miran con nerviosismo a los lados.

Observo a Anna.

—¿Estás bien?— asiente con el miedo reflejado en su rostro.

Giro mi rostro buscando a Katherine.

Y es cuando noto que no está y el imbécil de Leopoldo tampoco.

Se la ha llevado.

Ó⁠╭⁠╮⁠ÒÓ⁠╭⁠╮⁠Ò

Hasta aquí el maratón, intenso el capítulo.

Todos a orar por nuestra Katherine.

Nos queda un capítulo, más el final y el epílogo.

Dejen su estrellita por acá.

Nos vemos pronto :)