En el corazón del crimen

La verdad a la luz

Aidan observó cómo Visha y Jackson entraban en la mansión, su mente girando con preguntas y dudas. Mientras caminaban hacia la sala de estar, el silencio entre ellos era pesado.

—¿Por qué nunca me lo dijiste? —preguntó finalmente Aidan, su voz baja pero cargada de emoción contenida.

Visha lo miró, su expresión endurecida por el dolor y la determinación.

—Intenté decírtelo, Aidan. Pero me echaste antes de que pudiera explicar nada. Me acusaste de algo que no hice y me obligaste a irme cuando más te necesitaba.

Aidan cerró los ojos, sintiendo el peso de sus acciones.

—Lo siento —murmuró—. Sé que mis disculpas no cambian lo que pasó, pero quiero intentar arreglarlo.

Antes de que Visha pudiera responder, Jackson solto una risa viendo a Aidan, mirando todo a su alrededor con curiosidad. Lorenzo se arrodilló para estar a su altura, su corazón latiendo con fuerza.

—Hola, pequeño —dijo con una sonrisa—. Soy tu papá.

Nicolás lo miró con esos grandes ojos. Alejandra observaba la escena, con sus emociones en conflicto.

De repente, el sonido de pasos apresurados llenó el salón. Carmelo apareció de nuevo, con una expresión de preocupación.

—Señor, necesitamos hablar. Ahora.

Aidan se levantó, su mirada volviendo a Visha y Jackson.

—Vamos a la oficina —dijo, dirigiéndose hacia el despacho.

Una vez dentro, Carmelo cerró la puerta tras ellos.

—Hemos interceptado una comunicación. Diego tiene pruebas que podrían cambiar todo lo que sabemos. Al parecer, fue alguien de nuestro círculo quien te engañó sobre Visha.

Aidan sintió un nudo en el estómago. La posibilidad de que alguien cercano hubiera manipulado su vida y destruido su relación con Visha era abrumadora.

—Necesito esas pruebas —dijo Lorenzo con determinación—. Y si alguien en nuestra familia nos traicionó, pagará por ello.

Visha se mantuvo firme, escuchando cada palabra. Sabía que este era solo el comienzo de una batalla más grande. Pero ahora, con Aidan y Jackson a su lado y la verdad emergiendo, estaba lista para enfrentar lo que fuera.