chapter I

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Incluso aunque sus miradas estuvieran conectadas, ambos estaban sintiendo la presión del otro. Nunca pudo dejar de mirarlo o ignorarlo así como así, él tenía que decir la verdad.

Las miradas de los otros le estaban haciendo sentir nervioso, pero a él no le importaban ellos, le importaba él. Incluso por más que quisiera ser bueno y esperar, no iba estar más tiempo ocultando la verdad.

Estaba cansado, cansado de estar oculto y tan solo querer llorar.

Ambos han tenido mucho tiempo y lo único que ha hecho es esperar, esperar con una falsa esperanza por dentro. Pudo ver que él tragó duro y observó a sus amigos,  simplemente hizo algo que nunca hubiera esperado que hiciera.

Allí estaba, diciendo todo eso, negando la verdad y mostrando aquella fase que tal vez jamás pensó ver en él. Mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y la vergüenza comenzaba a despertar, solo podía ver las risas de aquellas personas tan asquerosas mientras era avergonzado por la persona que más amaba.

Y que creía que lo amaba a él.

Tal vez se confío demasiado en alguna esperanza falsa, de tener algo por fin en serio. Y aunque su mirada cargará el mayor arrepentimiento, esta vez ya no pudo caer. Tan solo deseaba retroceder el tiempo y confiar en que nada pasaría.

Tan solo no haberte conocido jamás.
Tan solo nunca haber aceptado tu oferta.

O peor.
Enamorarse de él.

Porque desde el día en que dejó que por primera vez su corazón fuera descubierto, terminó siendo humillado de la peor manera.

Y esa era la mancha con la que estaba viviendo, sin siquiera saberlo. Desde el día en que perdió a su primer amor.

Otra vez estaba enredado en sus tareas. El haberse mudado a Daegu para cambiar parte de su vida le había traído varios problemas.

Cualquiera podría pensar que era ilógico que él estando en Seúl hubiera preferido regresar a Daegu, una ciudad un poco más pequeña que no le daría las mismas oportunidades que la capital, pero tenía las suficientes razones como para regresar después de un largo tiempo.

Había nacido en Busán aunque a sus siete años había llegado a Daegu con sus papás por el traslado de este, vivió allí durante un largo tiempo hasta que decidió que irse a Seúl mejoraría su calidad de vida. Ahora estaba regresando dónde lo dejó todo. No hay una gran diferencia, sus padres seguían en Busán y él solo prefirió moverse para lograr contagiarse de nuevo.

Aunque eso de mover muebles no era tanto de su agrado.

El rayo de sol que se posaba por su ventana le hizo querer salir de aquella parte oscura y caminar hacía el balón, era otoño una de sus estaciones favoritas. El sol ayudaba a resaltar los colores de los árboles, el marrón, rojo y amarillo inundando casi todo, era como estar en casa.

Cerró sus ojos sintiendo el aire fresco mientras pasaba un tiempo allí sin pensar nada.

Si cierras los ojos y luego mirás a algo lo verás brillar con más abundancia.

Y así fue, era como si todo hubiera comenzado a brillar más que hace un rato.

De alguna u otra manera el aroma a café combinado con los colores otoñales de las calles hacían que se sintiera en casa, no estaba tan perdido, no se sentía tan confundido a dónde ir para poder escapar.

Daegu no era el lugar con los mejores recuerdos pero si el que le dio la oportunidad de crecer.

— There's nothing like us — comenzó a cantar suavemente postrado en aquél balcón de su hogar.

my first love | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora