Día 6.- Break Up

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El pincel con el que copiaba las reglas fue dejado, Xichen suspiró con cansancio, por fin había finalizado con el castigo autoimpuesto, le sentaba mal seguir cada una de las interacciones de su hermano con Wei Wuxian, no obstante era necesario y ahora el conocimiento de los sentimientos de Wangji le conmovían de tal manera que le abrumaba. Provocándole un dolor de cabeza se sostuvo la cara con las manos, rozando con las yemas de los dedos su inmaculada cinta bordada de nubes que lo caracterizaban como miembro principal del clan Gusu Lan, la cinta, su cinta; desde que se enamoró de Huaisang había soñado con algún día dejar que su prometido la atara en su lugar antes de iniciar las labores diarias, ahora eso no podría ser porque alguien debía seguir la línea familiar y Wangji no lo haría al perseguir lo que su corazón anhelaba, por lo que a Xichen le tocaba proteger a su gente... debía romper su compromiso con Huaisang, debía, debía escribir una carta a Mingjue-xiong para reunirse y pedir clemencia por quebrar el corazón de su amado hermano. Tomó una hoja nueva de papel, volvió a sostener el abandonado pincel y con el corazón partido comenzó a escribir nuevamente.


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En el clan Lan no estaba permitido el chisme, sin embargo todos sabían sobre la pelea de Wei Wuxian y Jin Zixuan, también se rumoraba que los líderes de ambas sectas vendrían expresamente para discutir sobre lo suscitado. Había visto a su hermano preocupado con el destino que podía depararle a Wei-gongzi, inconvenientemente Xichen tenía sus propias inquietudes, los últimos días no pudo reunirse con Huaisang, no se atrevía verle al hermoso rostro de jade y dar por terminado el lazo que los unía, no estaba preparado para ello, empero como había dicho Nie Mingjue en su reunión: él tenía que ser el responsable de comunicarle su decisión a su amado.


-Xichen-ge, espera.


La tierna voz de A-Sang se escuchó a su espalda, Xichen solo pudo cerrar los ojos en espera de que el otro se le emparejara, esto ocurrió, junto con un ligero roce de manos, tan ligero como el batir de una mariposa que le provoco un estremecimiento al estar consiente de que sus manos nunca volverían a tocarse de esa manera, el menor por su parte solo se rio quedamente y se escondió detrás de su abanico.


-Hay algo de lo que debemos hablar, acompáñame por favor-. Su voz plana y sin ánimo provocó que el menor le viera detenidamente antes de mostrar una sonrisa.


-Mi A-Huan está preocupado, no debes estarlo, tu A-Sang ya está aquí. Aunque si es respecto a la ceremonia de nuestra boda te puedo adelantar que aceptaré llevar el velo, estuve leyendo y sé que es importante para tu secta llevar al pie de la letra todas las tradiciones.


Algo en el interior del heredero de Gusu Lan se estrujó, como si un vacío enorme apretara su estómago y le aplastara el pecho al escuchar al más bajo hablar de boda, sin embargo su decisión ya estaba tomada, solamente pudo tragar saliva y guiar a la alegre persona, que se aferró feliz a su brazo, hasta sus habitaciones privadas en donde sirvió el té, esta vez sin pastelillos. Se sentaron uno frente al otro, cosa que extrañó a Huaisang, ya que normalmente ambos buscaban la proximidad contraria y siempre se encontraban a los costados rozándose en sutiles caricias.


-Creo que nuestro asunto es más delicado de lo que pensé.


Diciendo eso, Huaisang sostuvo la delicada porcelana antes de beber un sorbo, deleitándose del suave sabor del té; Xichen por su parte contempló el fondo de su taza evitando subir la mirada, rogando silenciosamente a los dioses poder cambiar su destino, pero la única acción que hizo fue cerrar los ojos y dar un suspiro de resignación. Estiro su largo brazo a través de la mesa capturando como siempre la pequeña muñeca de Huaisang, lamentablemente esta vez no era para besarla, simplemente apretó fuerte aspirando a que el toque se tatuase en su piel y la sombra del calor de sus manos juntas nunca desapareciera de entre sus dedos.

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