BAD LUCK - SEUNGCHAN / CHANMIN (adaptación)

Capítulo siete

Como de costumbre, Seungmin fue hacia el cuarto de Felix, abriendo la puerta con sus pequeñas y peludas patitas, asomando primero la cabeza.

El cuarto de Felix era un desastre y parecía que un tornado de cuchillos había pasado por ahí, aunque la realidad es que el híbrido tigre solía rasgar toda tela que hubiera en el cuarto cada vez que cambiaba a su forma animal.

Es de aquella forma que estaba todo el lugar, con el papel tapiz despegado en casi su totalidad convertido en papel picado en el suelo, las cortinas y las sábanas de la cama totalmente destrozadas y unas cuantas marcas de garras en las paredes y muebles.

El tigre estaba con el rostro inexpresivo mientras arrojaba una pelota contra la pared para volver a atraparla.

Seungmin maulló y el castaño alzó sus orejas hacia él.

— ¡Bebé tigre!— Felix sonrió ampliamente—. Pasa, pasa, pero cierra la puerta.

El minino obedeció, cambiando a su forma humana para cerrar la puerta.

— Hyunjin me castigó por romper el cuarto... de nuevo. Así que, si se entera que estás aquí, te echará. Hablemos bajito.

Seungmin asintió y se sentó junto al tigre, aunque no tenía ganas de decir nada, así que no lo hizo.

Después de un rato de hablar sólo, Felix se dio cuenta del estado del gatito.

— ¿Por qué esas orejas caídas, pequeña pantera?

El híbrido tigre tenía muchos apodos para Seungmin, todos relacionados a grandes felinos y la miniatura que era el gatito comparado a ellos, una costumbre que había quedado de cuando lo confundía con una pantera.

Seungmin frunció el ceño.

— No sé— confesó—. Llegué y Jeongin fue muy bueno, Chris también fue muy bueno, pero me hace sentir feo.

— ¿Fueron buenos?— repitió el tigre, Seungmin asintió— ¿Entre ellos?— el gatito volvió a asentir— ¿Y te sientes feo por eso?— y asintió de nuevo.

Felix hizo una mueca, deteniendo la pelota entre sus manos.

— Escuché algo de eso, se llaman celos. Y se dice que "estás celoso".

— ¿Celos? ¿Estoy celoso?— repitió.

Felix asintió.

— Temo que no hay cura para los celos— dijo— Y son mortales— añadió, hablando con voz grave, causando que Seungmin se asustara, erizando su cola y alzando sus orejitas.

— ¿Enserio?

Felix hizo una mueca, lo pensó un momento.

— Nunca vi a nadie morir de celos— dijo—. Pero en muchas series y películas dicen todo el tiempo que se están muriendo de celos... por lo que deben ser mortales.

El Seungmin hizo un mohín.

— ¿No hay nada que hacer? — se sintió triste al saber que moriría.

— En la tele se sienten mejor después de que les hacen mimos...— dijo el tigre—. ¿Quieres que te haga mimos para que te sientas mejor?

El castaño asintió, cambiando a su forma gatuna para frotarse contra Felix, mientras este rascaba ligeramente con sus garras su lomo, debajo de su barbilla y entre sus orejitas.