💎⁝ 𝟎𝟏 ▬▬▬▬ 𝐮𝐧𝐞𝐱𝐩𝐞𝐜𝐭𝐞𝐝

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          — ¿Y si mejor me cambio a Psicología y dejo de preocuparme por Cálculo Integral?— La rubia aventó con fuerza la almohada hacia algún lugar de la habitación después de tener que levantarse para comenzar su día.

          Su pequeño compañerito felino maulló como si le contestara para después hacerse bolita y seguir durmiendo entre las cobijas calientitas que los estaban cubriendo a ambos antes de que ella despertara.

          Era el peor día de su vida, o al menos así veía ella a todos los lunes. Tomó un baño, un largo y relajante baño, luego se puso ropa y completó con un bonito abrigo beige. Le dio un pequeño beso a su gatito antes de bajar a desayunar, en la cocina estaba su Nana volteando unos panqueques, le dio los buenos días, y tomó sus panqueques, subió a su habitación y procedió a ordenar su mochila. No tenía deberes pendientes, así que desayunó a un ritmo moderado y después salió de su habitación y bajo las escaleras.

          Bajó las escaleras de la entrada de su hogar y dio una mirada rápida al estacionamiento, los automóviles de sus padres no estaban, asumía ellos se habían ido en algún momento de la madrugada al trabajo. Visualizó al chofer y se subió a la camioneta, debía llegar a la escuela, y regañar a Mark por la bonita sorpresa, que le habían regalado por su cumpleaños.

          Ah, cierto, hace poco había sido su cumpleaños, y le habían reglado a un pequeño gatito gris, Sr. William. Pero la parte no tan agradable viene cuando su madre le dio un discurso mucho menos que agradable cuando ella llevó a la pequeña bola de pelos a su hogar.

          "No puedes ni cuidarte tú y ¿quieres ser responsable de un gato?, absolutamente no", aunque le costara admitirlo, su madre si tenía un punto, tenía un terrible horario de sueño y se saltaba varias comidas, si no tuviera la gran resistencia física propia de su especie, seguro y habría desarrollado anemia hace mucho.

          Ya había pasado tiempo después de eso, y debía admitir que la responsabilidad de una mascota no era ningún juego, durante varios días, Sr. William había estado arañando sus muebles y orinando donde fuera, y hoy, por primera vez, el pequeño felino había utilizado su caja de arena.

          Fue tanta su emoción, que casi le hace una fiesta por eso, por eso, hoy tenía un humor poco más que bueno, sentía que algo bueno iba a pasar hoy.

           El imponente edificio de su bachillerato captó su visión apenas lo pudo ver, las áreas verdes de Oxford le daban un paisaje más amigable que ocultaba las pesadas clases que se impartían dentro de sus aulas.

          Su chófer aparcó cerca de la entrada de la universidad.— Gracias Mike, nos vemos en un rato.— Agradeció ella antes de bajar de la camioneta, el conductor solo asintió con una sonrisa antes de encender la camioneta y dar media vuelta.

          Amelia comenzó el camino hacia su aula, un trayecto que incluía pasar por dos salones antiguos y tres áreas verdes, pero afortunadamente le quedaban 15 minutos para llegar, y como dicen, no hay camino demasiado largo si disocias lo suficiente.

          — ¡Amelia! —La familiar voz de Cassandra la sacó de sus pensamientos, la pelinegra rápidamente la alcanzó y la tomó del brazo para empezar a caminar juntas hacia el salón.— ¿qué tal te fue el fin de semana?

          —Ugh, fue horrible, Sr. William masacró mis muebles e hizo pipí en mi ropa y bocetos, fue horrible.—Se quejó Amelia estresada.

          —¿En serio? Imposible, Mark lo compró junto a un certificado de entrenamiento a temprana edad, ¿si le compraste arena Crystal Clear? creo que esa era la única que reconoce por el olfato.

𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒 ▬ jim lake jr ; trollhuntersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora