Se iban a cumplir dos meses de su desaparición, mientras que los detectiven buscaban pistas en la ciudad, lejos en una casa abandonada se encontraba JungWon sentado en un colchón en el suelo.
—Hola pequeño JungWonnie.
Volteó la mirada y se encontró con JaeYoon en la puerta, sonrió y siguió mirando a la nada. Sintió un peso a su lado y como era abrazado por los hombros.
—Estaba pensando Jakey.
—¿Así? ¿En qué?
—Me gustaría recrear nuestra primera cita ¿te acuerdas? En aquel monte, lejos de toda gente ¿Sabes? Ese día supe que de verdad me gustabas.
—¿Así? También supe que me gustabas ese día.
—Jakey, si me porto bien ¿me dejarán libre?
—No Wonnie, esto no funciona así.
—¿Por qué no?
—Porque eres nuestro, no podemos dejarte libre porque nada nos asegura tenerte de nuevo.
JungWon suspiró y asintió—: Lo comprendo Jakey.
Jake sonrió y acarició su cintura para luego meter una mano debajo de su camisa, JungWon sonrió y lo miró por un leve momento.
—Wonnie ¿te gustaría tener sexo con Jakey?
Tras un rato de silencio, JungWon habló.
—Sí Jakey... quiero estar contigo.
Jake comenzó a besarlo con lujuría y deseo, JungWon se dejó caer hacia atrás para que el mayor estuviera encima de él.
Las manos del mayor se adentraron debajo de la camia para luego acariciar su silueta, JungWon solo miraba todos los toques sin poder reaccionar.
Mientras Jake y JungWon tenían relaciones, detrás de una apertura de la puerta semiabierta los veía RiKi con el corazón partido y con las ganas de matar de una vez a JungWon y no solo a él.
Entró a la habitación, empujó a JaeYoon y lo miró con asco—: ¡¿Qué crees que haces?! ¡Porque con él!
—Ni–Ki.
—Eres un asqueroso JaeYoon.
Se alejó de ahí, con las lágrimas amenazando por salir. HeeSeung que llegaba lo vio salir casi corriendo, alzó una ceja pero comprendió todo cuando vio a Shim salir de la habitación de JungWon arreglándose la ropa.
—No lo sigas.
—No lo iba a hacer, Ni–Ki tiene que entender que JungWon es nuestro esclavo sexual, no estoy para soportar sus caprichos por celos.
—¿Al menos has intentado hablar con él? Jake ¿Te gusta RiKi?
—Claro que me gusta RiKi, sino no estaría con él.
—Puedes estar con él por varias razones, no significa que lo ames.
—HeeSeung no estoy de humor para tus tonterías, tenía el mejor polvo y el caprichoso de RiKi me lo malogró.
—¿JungWon te dejó tocarlo?
—¿Puedes creer que el pequeño JungWon tiene Estocolmo? —soltó una risa, pero HeeSeung no se pudo reír— Podemos usarlo todo lo que queramos, después de todo se está enamorando de todos otra vez.
HeeSeung asintió y se dirigió a su cocina para beber un poco de agua y luego ir a la habitación de JungWon para darle una pastilla.
Por otro lado, Ni–Ki llegaba a su casa con sus ojos rojos por las recientes lágrimas al ver que había visita se limpió rápidamente y carraspeo para los detectives que ya hacían en su puerta.
—¿Oficiales?
—Joven Nishimura, venimos a revisar su casa.
—Mm si... ya ahora los dejo pasar.
Abrió la puerta y dejó entrar a los dos oficiales, él se sentó en la entrada viendo cómo ellos dos comenzaban su trabajo.
Miraba el árbol que había al frente de su casa que no se había dado cuenta que el oficial estaba a su lado.
—¿Por qué has llorando?
—Fui a mirar una película con un amigo...
—¿Así? ¿Y de que trababa? —le extendió un pañuelo y Ni–Ki lo aceptó para secarse correctamente.
—De un dinosaurio y un niño cavernícola que hacen una aventura y al final se separan...
—¿Película de mañana?
—Iba a quedarme hoy en su casa, pero me olvidé de algo y tuve que regresar, él debe estar esperándome.
—Sabes Ni–Ki, durante mis años de policía he conocido a varios adolescentes, casi la mayoría eran jóvenes que consumen drogas y no quiero que eso te pase a ti. Eres muy joven para hundirte en eso, intenta despejarte en otro cosa, no sé ¿te gusta el baile?
Ni–Ki asintió—: Solía ir a una academia allá en Japón, pero por las cosas que sucedieron tuve que dejarlo ir...
—A mí también me gustaba el baile, de hecho no sé si un día te gustaría venir a bailar conmigo.
—Claro hyung, me gustaría.
HyunJin sonrió y acarició su cabello para luego levantarse y mirar a YeJi que lo esperaba en la camioneta.
—Toma, este es un afiche de un centro de rehabilitación y mi número de celular, puedes llamarme para cualquier cosa que necesites.
—Gracias.
HyunJin asintió ante las palabras y se fue donde su compañera para luego poner en marcha el auto. Ni–Ki los vio alejarse y cerró la puerta de su casa para ir a la casa de Taki.
Al tocar la puerta de la casa de su amigo, este lo recibió con una mueca de confusión.
—¿RiKi?
Y solo lo pudo abrazar para luego sollozar en su hombro, Taki comprendió y lo llevó hasta el sillón para consolarlo ahí.
Ni–Ki era un monstruo que tenía sentimientos, pero siempre iba a ser un monstruo.
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