Promesas [Chrischel]

Capitulo 07: Verdades a medias

Rachel.

—Desde ya te digo que las cosas no serán sencillas —me habla Alex— Y no quiero problemas cuando lo veas con alguien más.

No hace falta que me lo diga, vi quien era su acompañante que hasta donde tengo conocido se llama Gema Lancaster una amiga de la infancia de Christopher, según lo que me dijo Alex, ya que de amiga no le veo nada, la puñalada de decepción se hace presente y confirmandome que ya hizo su vida, razón la cual no se atrevió a buscarme.

—Te necesito concentrada solo mis nietos...

—Trataré pero también te pido un poco de tiempo.

El saber que solo me busco por sexo ya que se encontraba tan desesperado hace que me arrepienta por completo el estar aquí.

—Tenemos un trato —le recuerdo— Si esto sale mal yo y mis hijos nos iremos de aquí, los estoy exponiendo demasiado y es lo que menos quiero.

—Si lo sé —se pasa las manos por la cara frustrado— Y no te preocupes por eso, mañana intenta al menos hablar... Que sea de forma civilizada por favor.

—No prometo nada...

—En fin —se levanta del sofá acomodándose el traje— Te veré en la condecoración.

No respondo solo asiento dejando que se valla, suspiro acostándome sobre el sofá, mis hijos en estos momentos se encuentran durmiendo, la cabeza no me da para nada, lo que me tiene al borde de los nervios es sobre ¿Como es que le voy a explicar a Christopher sobre los mellizos? Intentando buscar la manera me quedo dormida sobre el sofá.

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Siento el corazón retumbandome a mil, la condecoración fue de lo peor y ni hablar del momento incómodo que tuvimos Christopher y yo, aunque no sabría decir si eso fue incómodo o él que su novia me hable de lo más normal del mundo.

—¡Sin duda seremos unas grandes amigas!

Esa frase hace que preste nuevamente mi atención a ella «¿Seremos que?» Mi vista se dirige a mis amigas que se miran entre con cara de WTF.

—Bienvenida al club —habla liz.

—¡Mi amor! —exclama Gema sonriente.

Me quedo estática en mi lugar, ni me molesto en voltear ya que la fragancia y la mala cara de Bratt lo dice todo.

Doy una sonrisa forzada retirandome de ahí disimuladamente. En estos momentos no se me apetece verle la cara, ignoro la opresión en el pecho cuando la oí llamarlo mi amor «¡Esto va a ser más difícil de lo que creí!».

Escucho pisadas detrás mio haciendo que volteé a ver de quien se trata «¡Esto es el colmo!» Me encamino al edificio administrativo «¿Que es lo que quiere?». Apresuro el paso entrando al edificio buscando la manera de perderlo, pero es imposible ya que me pisa los talones guiándome a su oficina.

Intento dar la vuelta en uno de los pasillos, pero me jala a no se donde estrellándome contra la puerta. No me da ni tiempo para reaccionar, se viene contra mi aprisionando contra la madera.

La rabia le destila por los poros tensándole hasta el ultimo músculo, cabe recalcar que no es el único que se siente de la misma manera «Me provoca patearle el culo».

—¿Que mierda se supone que haces aquí? —habla entre dientes a la vez que se acerca demasiado a mi boca.

—Tampoco me alegra verte —me zafo empujándolo.