Promesas [Chrischel]

CAPITULO 27: CABEZOTA II

Rachel.

Suelto el aire que no sabía que contenía y me acomodo en el asiento. Reece ya lleva un buen rato pidiendo que me calme, pero es algo que, aunque intente no logro hacer. La idea de que en menos de nada veré a mis hijos me tiene así, así de ansiosa y así de impaciente…

―Rachel…

La voz de Reece me saca de mis pensamientos, volteo a verlo y lo encuentro en frente mío, en una postura tranquila. Abro la boca para decirle algo, pero la vuelvo a cerrar.

―Mi sol ―me da una pequeña sonrisa―, quería pedirte algo…

Hace una pausa antes de hablar.

―Sé que me comentaste sobre el padecimiento de asma de, Owen… Y sabemos que todo eso fue por el HACOC que había en tu sistema.

Recordar la razón por la que mi pequeño se encuentra como está solo suma al oído que tengo por el italiano.

—Quiero trabajar en su caso... —duda cuando me lo pide—, si tú me lo permites, claro está.

Parpadeo recopilando lo que acaba de decirme, Reece. «Trabajar en su caso...» Eso quiere decir que mi bebé podría...

—Primero que todo comenzaría haciendo un par de exámenes —explica—, según eso veremos cómo será el proceder.

Siento como un rayo de luz aparece en medio de todo el caos que atravieso.

—Quiero iniciar con el tratamiento de manera suave... Y prepararlo en caso que pueda a llegase a ser agresivo —comenta—. Desde ya te lo digo, no será muy lindo si tenemos que tomar medidas extremas —advierte—, pero te prometo que pondré todo de mi parte por encontrar la cura del muñequito menor.

Sonrío cuando lo escucho llamarlo así.

—No lo conozco del todo, pero ese niño ganó mi completa atención desde el instante uno que hablaste de él, bueno... Sin obviar a Milenka...

Me da una sonrisa cálida y yo no puedo evitar una sonrisa de completa felicidad, si Reece logra conseguir la cura para mi pequeño, eso significa que, no más ataques, no más sustos... Mi bebé estaría como cualquier niño normal disfrutando todo lo que en su momento no pudo hacer.

—No quiero desbaratar tu felicidad mi bello sol, pero... —toma una bocanada de aire—. Ya separé sala en donde se realizará tu procedimiento

Trago grueso al recordar aquella cirugía. El tema me sigue causando estragos en el pecho.

—No hay otra opción ¿Verdad?

Recuesto la cabeza en su hombro cuando se sienta a lado mío. Escucho como suelta el aire y me rodea los hombros con un brazo.

—Me encargaré de que no sientas nada.

Doy un pequeño suspiro, ya no se puede hacer nada, además ya acepté lo que me harán solo queda esperar el día del procedimiento... No negare que el tema me pone nerviosa, pero el otro lado de la moneda es que... Estoy bien con mis bebés ellos son lo único que quiero y necesito, además... ¿Para qué más? Si con ellos lo tengo todo.

━━━━━━━❰✭❱━━━━━━━

No sé porque razón, pero cuando el jet aterriza las lágrimas se deslizan de manera involuntaria por mis mejillas, el corazón me galopa de manera desenfrenada en el pecho, las manos me sudan y cosquillan y cuando nos toca bajar mis pies de manera automática se mueven. Mis ojos buscan a las dos personas por las que aún vivo, pero la respiración se me corta cuando no las encuentro.