five

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EL DORSO DE SU mano dolía. Dolía como si hubiesen presionado acero caliente hasta dejarle una cicatriz en la zona. Aunque la cicatriz hubiera sido hecha con una pluma endemoniada mágica que le había dejado escrito "No debo decir mentiras" con su propia caligrafía. 

Los pasillos estaban completamente vacíos y podía suponer que ya era pasada medianoche, porque la luna estaba en su punto más alto, apresurando su paso hacia la sala común. Creyó que el lugar también estaría desierto al igual que los pasillos del castillo, pero su rostro delató cierta sorpresa al notar que le sofá frente a la chimenea era ocupado por Lucas Atreides, tardando un segundo en reaccionar y esconder su mano dentro del bolsillo de su túnica.

—¿Qué haces aún despierto, Lucas?

La mirada del pelinegro le hizo sentir un pequeño escalofrío, acercándose hasta su posición, viendo como el rostro ajeno adquiría una expresión indescifrable.

—Estaba esperándote. Ayer no hablamos después de lo ocurrido con Umbridge en clases, y necesitaba saber que estás bien luego de su castigo antes de dormir—una de las manos del chico palmeó el extremo libre de aquel sofá—. Ven, siéntate un tiempo conmigo.

No dudó en hacerlo, dejando caer su cuerpo como si fuera un saco en el sofá, suspirando, sintiendo sus extremidades algo adormecidas ante el cansancio físico que tenía, y el dolor de cabeza punzar con molestia por el cansancio mental.

—¿Cuánto tiempo más tendrás estos castigos con esa mujer?

—No lo sé. Ella dijo que... Hasta que el mensaje se me grabe en la memoria—Musitó por lo bajo, apretando sus labios—, solo me hace hacer unas cuantas copias. No es algo tan torturador.

Sus ojos se cerraron por unos segundos, con la esperanza de que aquello hubiese bastado para eliminar la preocupación de Lucas, pero abrió sus ojos al sentir movimiento, notando que el cuerpo del chico de había aproximado al suyo, al punto de tenerle acorralado contra aquel extremo del sofá, eliminando cualquier distancia física entre ellos sin soltar palabra alguna.

Sintió su propio corazón querer abandonar su pecho, sintiendo sus labios secarse, teniendo que relamerlos un poco, mientras su mirada no abandonaba la ajena.

Y, simplemente, sucedió.

Sus labios se tocaron de una manera inesperada, porque todo aquello había pasado rápido, en apenas un parpadeo. Los labios de Lucas Atreides se habían posado con facilidad sobre los suyos, y se habían movido con total naturalidad, como si hubieran estado destinados a realizar aquello. Y no deseó que la distancia volviera a aparecer entre ellos, dejando en evidencia ese deseo suyo cuando su mano terminó jalando de la corbata ajena para mantener el contacto, en un movimiento silenciosamente demandante.

El oxígeno fue el culpable de tener que tomar distancia, sintiendo sus respiraciones mezclarse, manteniendo ese juego de miradas que parecía significar todo en ese momento.

—¿Qué hizo esa bruja para que tu mano terminara así?

La ensoñación luego de aquel beso fue drásticamente asesinada cuando Lucas había tomado su mano con delicadeza al apartarla de su corbata, mirando con atención el dorso de su mano con aquellas palabras grabadas en este cuando volvió a sentarse en el sofá a su lado.

—La pluma... Era la pluma...—se limitó a murmurar.

El silencio nuevamente reinó, y se cuestionó qué era lo que pasaba por la mente de Atreides en ese momento, aunque fue tiempo de divagar cuando reprodujo los acontecimientos recientes. ¿Lucas le había besado para saber qué escondía? No era algo que podría pensar como verídico, pero eso era lo que hacía, contradictoriamente.

—No te besé por esto, Harry—Sus cejas se alzaron un poco ante la sorpresa, pensando en si Lucas era de aquellas personas con el don de leer mentes, la legeremancia—. Tampoco puedo leer mentes, aunque sería algo genial... El punto es que, te besé porque era algo que quería hacer hace bastante tiempo.

El chico apuntó con su varita a su mano, dando dos pequeños toques mientras murmuraba algo inentendible, y como por arte de magia, unas vendas envolvieron el mano, dejando invisible las palabras "No debo decir mentiras".

—Debes decirle a alguien. A la profesora McGonagall o al profesor Dumbledore, pero no puedes guardarte esto para ti mismo. Quizás te dije que no hicieras nada que pudiese provocar a Umbridge, pero esto ya es otro nivel, similar a tortura medieval.

Atreides se levantó del sofá, prefiriendo seguir sus pasos, tomando su antebrazo para detenerle.

—Lucas, yo...

—No digas algo ahora. Es mejor que vayas a dormir y descanses un poco, además de procesar la información. Intenta no forzar tu mano, quizás parece una cicatriz ya curada, pero tiene pinta de que puede abrirse en cualquier momento...

Podría haberle dejado seguir hablando hasta que cada uno fuera por su camino, pero ese arranque de valentía le había obligado a atraer al chico nuevamente a su cuerpo, uniéndose en el segundo beso que compartían, tan similar al primero, pero tan único a la vez, como si fuera algo que necesitara con demasía probar.

Podrían haber seguido así, y por Merlín, lo deseaba. Deseaba seguir sintiendo los labios de Lucas Atreides sobre los suyos, porque aquel primer beso no le había dejado confundido, sino que con deseos de más del chico; pero estuvieron obligados a separarse cuando pasos en las escaleras que daban hacia la habitación de los chicos les alertaron, viendo la cabeza pelirroja de Ron Weasley asomarse.

—Hey, Harry. ¿Qué tal estuvo el castigo con Umbridge? Olvidé hacer la tarea de Trelawney, la del diario—Un bostezo se oyó de su parte—. Podemos hacerla juntos antes de ir a dormir.... Ah, buenas noches, Lucas.

El mencionado colgó su bolso en su hombro, aflojando la corbata en su cuello, soltando algunos botones mientras su mirada se mantenía fija en Potter, aunque dirigiéndola a hacia Weasley.

—Buenas noches, Ron. Les aconsejo escribir algo caótico y con sufrimiento, Trelawney parece adorar las predicciones desafortunadas. Nos vemos mañana, chicos.

Sus miradas se conectaron por última vez, y un guiño de parte de Atreides fue lo suficiente para olvidar el persistente dolor en el dorso de su mano, suspirando y preparándose para mantenerse despierto por un tiempo más para hacer los deberes.

BAGS ━━ harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora