BAGS ━━ harry potter

seventeen

LUEGO DEL ALMUERZO, Harry comenzó a caminar hacia las mazmorras junto a Lucas, para tener su primera clase de pociones. Había sido una sorpresa para Potter saber que podía tomar la asignatura a pesar de su Supera las Expectativas en el T.I.M.O, por lo que claramente, tendría que pedirle algún libro al profesor Slughorn para utilizar, además de los ingredientes que utilizarían durante la clase. 

La mazmorra ya estaba llena de vapores y extraños olores cuando entraron, y fue inevitable que Harry olfateara el aire cuando pasó frente a los calderos que contenían burbujeantes pociones, provocando una risa muda de parte de Lucas ante la curiosidad que desbordaba del más bajo. Potter tomó asiento en una mesa junto a Atreides, Weasley y Granger; mientras que en la mesa a un costado, se encontraban cuatro chicos de Slytherin, y en otra, cuatro de Ravenclaw, entre ellos los Harkonnen, y en la última, cuatro de Hufflepuff. 

—Está bien, saquen las balanzas y el material para pociones, sin olvidar sus ejemplares de Elaboración de pociones avanzadas—Mencionó el profesor Slughorn, colocándose frente a toda la clase, y junto a los calderos que habían visto con anterioridad. Harry interrumpió sus palabras para recordarle sobre lo que había sucedido con la asignatura—. ¡Ah, sí! Ya me lo ha comentado la profesora McGonagall. No te preocupes, amigo mío, hoy puedes utilizar junto a Weasley los ingredientes del armario de material, y estoy seguro de que encontraremos alguna balanza. Además, aquí hay unos libros de texto de otros años que servirán.

Slughorn comenzó con la clase, primero, preguntándole a todos si podían reconocer las pociones que se encontraban en los tres calderos que poseía junto a él. La primera en responder acerca de dos de las pociones había sido Hermione, indicando que una de ellas era Veritaserum, la más parecida a un simple caldero con agua, mientras que la que poseía aspecto lodoso, era poción Multijugos. Cuando iba por la última poción, le sorprendió un poco que la mano de Lucas estuviera alzada, siendo observado por el profesor por ello.

—La última es Amortentia, el filtro de amor más potente que existe—Murmuró Atreides, inclinándose un poco más hacia adelante, para mirar el caldero—. El vapor que libera es característico, aunque es más fácil de reconocer ya que se  supone que para cada uno tiene un olor diferente, según lo que nos atraiga. 

Harry pensó en lo que mencionó el chico a su lado, sintiendo su rostro enrojecer un poco. Ahora podía comprender un poco porqué había sentido el aroma del perfume que Lucas utilizaba, además de un suave aroma a pastel de manzana acompañado de cerveza de mantequilla. 

—Profesor, todavía no nos ha dicho qué hay en ése —dijo un chico de Slytherin, señalando el pequeño caldero negro que había en la mesa de Slughorn. 

—Bueno, esa, damas y caballeros, es una poción muy curiosa llamada Felix Felicis. La conocida poción que te hace afortunado—Mencionó Slughorn, con un toque de felicidad en sus palabras—. es lo que les ofreceré como premio al finalizar la clase de hoy. Una botellita de Felix Felicis. Suficiente para disfrutar de doce horas de buena suerte. 

Toda la clase parecía haberse interesado en aquel premio, aunque Harry mantenía su mirada en Malfoy, quien parecía mucho más decidido en obtener aquel premio, y supuso cuál sería la razón con facilidad, y claramente, se empeñaría en evitar que la consiguiera. 

—¿Cómo pueden ganar mi fabuloso premio? Pues bien, abriendo el libro "Elaboración de Pociones Avanzadas" por la página diez—Habló Slughorn, agitando el pequeño recipiente que contenía la poción frente a los ojos de todos—. Nos queda poco más de una hora, tiempo suficiente para que obtengan una muestra decente del Filtro de Muertos en Vida. El que lo haga mejor se llevará al pequeño Felix. ¡Adelante! 

Todos se apresuraron en comenzar la poción indicada. Potter abrió el libro maltratado que tenía en sus manos, soltando un jadeo bajo al percatarse que estaba completamente rayado y con anotaciones. 

—Hey, puedes usar mi libro si quieres—Harry alzó la mirada al oír la voz de Lucas, quien le había visto quejarse—. No creo que Slughorn diga algo si ocupamos el mismo.

—No, no. Puedo hacerlo con este, no te preocupes—Hizo una mueca en una media sonrisa.

Vio al contrario volver a enfrascarse en lo que hacía, mirando nuevamente el libro, comenzando a preparar la poción. Su curiosidad fue mayor, y comenzó a seguir los pasos que estaban escritos como pequeñas anotaciones en el libro, bajo los regaños de Hermione por, aparentemente, hacer todo de una forma desastrosa al no seguir las indicaciones; pero todo le parecía hacer sentido a medida que avanzaba. Dejó la poción quieta cuando el profesor Slughorn indicó que había terminado el tiempo, sintiendo su respiración agitada ante la gran carrera que había sido preparar esa poción. A continuación, el profesor se paseó despacio entre las mesas mirando en el interior de los calderos. No hacía ningún comentario, pero de vez en cuando agitaba un poco alguna poción, o la olfateaba. Harry notó como sonrió y asintió con su cabeza al ver las pociones de Lucas y Hermione, más Ron no había tenido la misma suerte.  Entonces vio la de Harry, y una expresión de emoción similar a la de un niño pequeño se dibujó en su rostro.

—¡He aquí el ganador, sin duda! —exclamó para que lo oyeran todos—. ¡Excelente, Harry, excelente! ¡Es evidente que has heredado el talento de tu madre! Así pues, aquí tienes: una botella de Felix Felicis.

Harry se guardó la botellita de líquido dorado en el bolsillo interior de la túnica, sintiendo una extraña mezcla de satisfacción ante las miradas rabiosas de los chicos de Slytherin y de culpa ante la visible decepción de Hermione y de Lucas, quien no tardó en regalarle una sonrisa sincera cuando sus miradas se conectaron; además de sentirse sorprendido de sus inesperadas "habilidades". 

—¡Eso fue asombroso, Harry!—El mencionado rio ante la efusividad que Atreides había mostrado cuando salieron de la mazmorra—. Slughorn parecía que se había hecho en los pantalones de la emoción. ¿Cómo lo has hecho? 

—Supongo que he tenido suerte —contestó Harry, porque Malfoy estaba cerca y podía oírlos, tomando la mano del chico para comenzar a caminar hacia cualquier lugar, deseando estar simplemente con él.