El serio y el loco || ~Clingyshipping~ ||

Pearl

Pearl se despertó con algo de pesar. Había cenado demasiado al parecer, por lo que ahora aún se sentía lleno. Durante tres segundos se asustó al no reconocer el lugar, pero pronto recordó que hacía ahí.

Unos ligeros toques en la puerta de su nuevo cuarto lo sacaron de sus pensamientos.

— Pearl, la regla aquí es que el desayuno es a las seis, vamos~ — escuchó la voz de lo que sabía era Crystal del otro lado de la puerta. Pearl se aturdió dos segundos, hasta recordar que él era Pearl ahora. Así que se levantó. Miró la ropa que Ryuko le había dejado para que no tuviera que usar su ropa sucia de nuevo. Era una gabardina negra, junto a una playera de una tal "Hatsune Miku", unos pantalones color vino, y alado habia una caja de zapatos que tenía una nota sobre la tapa. La tapa decía "Son zapatos algo nuevos, no me gustaron y no los use mucho, pero parece que te quedarán. Anton."

Pearl se puso la ropa, y los zapatos, que eran solo zapatos normales, o eso parecía, pero pronto notó lo que era que eran especialmente para investigar y correr. Israel amaba correr, no veía por que Pearl no debía hacerlo.

Se fue a arreglar su cabello. Se sentía raro no tener todos sus productos de belleza, pero aún así, podía peinarse bien. Hizo su peinado característico, era lo menos que podía hacer.

Salió y bajó, directo al comedor. Ahí vió a tres chicos ya, sentados, uno durmiendose aún con un pijama negra, otro con su uniforme de Cazabichos, y una mas que tenía su ropa de diario, un sueter rojo con una chamarra/gabardina blanca, acompañado de unos shorts amarillos con grises y una gorra amarilla.

— Buenos días Pearl~ — dijo Crystal, señalándole un asiento, en el que el aludido se sentó. — No sabía exactamente que hacerte de desayuno, asi que hice sandwiches de sobras —.

Un pequeño sonido de hambre inundó la habitació.

— Oww, sandwiches de sobras. Te gustarán — le dijo Anton.

— Nunca sabes que hay en el refrigerador, hasta que ves uno de estos sandwiches, y es una ruleta, jamás sabrás de que te toca — le dijo Ryuko.

— Es mi especialidad. No podemos darnos el lujo de desperdiciar comida, así que aquí se hacen los sandwiches —.

Pearl miró el swandich, no sabía si comer esa cosa o no. De entre los panes se salian algunas cosas, como pollo, o mole, en uno hasta vio ensalada. Acercó sus perfectamente dientes blancos a esa cosa, y apenas dio una mordida, un sonido de gozo salio de sus labios.

— ¡Por Arceus, por Dialga, por Palkia, esta cosa es la mejor comida de todas! — dijo Pearl, iniciando a comer.

El primero en levantarse de la mesa, fue Anton, diciendo que debía irse ya a su deber cómo Líder de Gimnasio. La siguiente en desaparecer fue Crystal para irse a con Lyra.

— Se fue con la novia — dijo Ryuko, agarrando ya la cafetera para él mismo.

— ¿Novia? —.

— Lyra, oh, es que eres nuevo, cierto. Mira, tenemos sospechas de que ellas dos están enamoradas, pero no están como pareja aún. Bueno, yo me regreso a dormir de nuevo, si quieres explorar la región te dejare mi antigua bolsa de investigador en el escritorio de la entrada, tiene un mapa, una libreta con datos de Pokémon, algo de dinero y un pase del tren por si luego quieres explorar Kanto — le indicó Ryuko, antes de agarrar la cafetera e irse al cuarto.

Pearl decidió aventurarse, y encontró la susodicha bolsa donde le habían dicho. La revisó un momento, y al revisarla, encontró lo que Ryuko le había dicho que habría, así que tomó la bolsa para salir.

Pueblo Primavera era un hermoso pueblillo. Tenían todas las casas varias macetas con flores, y los molinos de viento en la entrada de este le daban un aire de un lugar rústico y calmado. Israel recordó Pueblo Hojaverde por un momento, pero en estos momentos, se veía cómo nada comparado con este pueblito. La verdad sabía que si alguien de Pueblo Hojaverde, o de cualquier otro pueblo, le oía decir eso, iba a ser juzgado.