Un reencuentro agridulce

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León miró ese aeropuerto. Sabía que era una región medio baja de recursos, pero el aeropuerto hacía parecer que en realidad era una región rica. Al parecer el gobierno no sabía realmente en que fijarse.

Venir con Platinum fue algo horrible. La aborrecía con su alma, jamás fueron si quiera amigos. Si la toleraba antes era por Israel.

Israel...

Ese rubio que hacía cinco años había desaparecido. No hubo día en el que no pasó a su casa a llorar con sus padres. Intentó ir a alguna región a buscar, pero su familia y su trabajo de Campeón lo detuvo siempre. Sin embargo, aún conservaba su último mensaje, incluso cuando la compañía lo había dado de baja, el mismo fue a comprarlo para no perderlo.

Johto no era tan frío comparado con Sinnoh. En Sinnoh estaba León seguro de que todos los hogares tenian la temperatura al máximo. Por eso para salir a explorar, un requisito era llevar de dos a tres chamarras. Johto no, Johto se sentía fresco, pero no fresco de frío, fresco de que ese día estaria algo nublado con lluvia ligera.

Pronto vió a una chica peliazul amarrado en dos coletas acercarse.

— Bienvenidos a Johto, soy Crystal, ustedes son Platinum y León ¿Verdad? — se presentó la niña.

— Asi es, soy Platinum Blitz. Un gusto, Crystal de Johto. Él es mi compañero, León Kouki, también esta encantado de conocerte —.

En realidad, León no estaba encantado, él solo quería estar solo y llorar, o solo estar solo y leer. Pero se vio obligado a minimo hacer una reverencia.

— Oh. Mucho gusto... ah. Síganme — les dijo Crystal, mientras los llevaba hacia Pueblo Primavera. Llegaron alrededor de las 7 de la mañana a la casa modesta con escaleras en el exterior. Al llegar, del desayuno parecía que solo quedaban Ryuko, Luka y Anton.

— Milagro que están aún en casa. Es raro ¿Y Pearl y Haruka? Venía a presentarles a los nuevos — dijo la peliazul, mientras Ryuko se levantaba para ayudar a los recién llegados a acomodarse.

— Pearl se fue con Raiku a investigarlo. Y Haruka se fue con Red ya que le está ayudando con lo de su boda — dijo Luka.

León podría decir algo de que ese chico se parecía demasiado a él, pero estaba desde hace mucho destrozado. 5 años de depresión no podían quitarse de golpe. Apenas y realmente interactuó con nadie, antes de quedarse en el sillón todo el día.

Una chica llamada Lyra intentó hablarle cuando vino por esa chica llamada Crystal, pero solo contestó cortesmente y de ahí se retrajo de nuevo. Cuando fueron cerca de las nueve, fue hora de cenar, y él tuvo que ir.

Ryuko volvió a intentar hacerle plática. Platinum tuvo que explicar que estaba en un cuadro de depresión para que pudieran tener cuidado con el. León en ese momento debía estar con los papás de Israel, que estaban a punto de poner que su hijo había muerto, él debía estar insistiendo en la búsqueda, debía estar en Sinnoh. Él debía-

— ¡Calienten esa plancha que vengo muerto de hambre! — gritó Pearl mientras entraba. Cerró la puerta con una sonrisa y se giró para saludar a todos, pero ahí, su sonrisa se desvaneció.

El rubio miró con algo de terror disimulado a quien ya hacía frente suyo. El mismo azabache que hacía cinco años había dejado atras, estaba de vuelta ahí, frente a él. Sintió el pasado burlarse de él, recordándole que no podía huir de su destino, aunque lo deseara.

<<Arceus bendito, coge mi alma y haz con ella lo que quieras>> pensó Pearl.

— Pearl, ellos son Platinum y León. Son de Sinnoh, igual que tu. Van a quedarse temporalmente con nosotros — dijo Ryuko sonriendo, pensando que a Pearl le gustaría tener más compañía de su región de origen.

León al alzar la vista y ver a ese rubio, sintió como su cáscara de frialdad en su corazón caía lentamente. Por un segundo, volvió a sentir un calor que solo tenía con cierto rubio.

Pearl estuvo tentado en ese momento a saltar por la ventana de la casa, correr, tomar otro vuelo e irse aún más lejos, tal vez en Galar su vida sería mejor, o puede ser que en Kalos le den asilo, siempre le gustó el pan kaloniense. Pero no, esta vez no podía huir, mucho menos ahora. Agarró valor, se acercó a los dos azabaches que lo veían atentamente, sabiendo que ellos estaban poco a poco descubriendo la verdad y les sonrió.

— Muy buenas tardes, yo me llamo Pearl, soy un aprendiz del Profesor Elm, me alegra saber que poco a poco somos más en esta pequeña familia — les dedicó la sonrisa más linda que pudo tener en esos momentos.

— Mucho gusto Pearl... P-Perdon, es que... Te pareces mucho aun antigüo amigo que tenía. Me llamo Platinum Blitz — dijo Platinum, esbozando una pequeña cara triste.

La mente de León aún comparaba a ese Pearl y a Israel. Aún después de años sin verlo, podía recordar la cara de Israel, y ahora el joven frente a él era demasiado similar... no era solo un deja vú.

— Mucho gusto... Pearl. Soy León Kouki... aprendiz del Profesor Serbal. Vine a estudiar a Ho-Oh y a Lugia. Espero... poder convivir mucho con usted, con todos en general —. Los ojos de León y "Pearl" estuvieron viendose varios segundos antes de separarse. Todos estaban sorprendidos, ya que ese chico no había hablado con nadie.

— Bueno, me alegro conocer a los nuevos integrantes. Lamento si me voy a dormir antes, pero estudiar a Raiku fue muy cansado, permiso — dijo Pearl, desapareciendo mientras subía las escaleras. Cuándo se vió ya lejos, corrió a su cuarto y se encerró ahí, dando un grito ahogando en una almohada.

<<¡Si esto es una broma cruel del destino, por favor, detente ya!>> fue su grito mental. Hoja se asustó e intentó calmarlo como el fiel pokémon que era.

— Hoja, mañana despiertame a la hora que tu te levantas. Por favor. No puedo dejar que él y yo estemos juntos. No no — su fiel Leafeon le dió un ladrido de asentimiento y se fue del cuarto a buscar alimento. El rubio solo se puso su pijama y se durmió, intentando olvidar al mundo.

En la mañana, Hoja lo despertó como le indicó. Pearl se levantó con pesar. Es que despertarse a las 4 de la mañana si era una proeza para él. Se apresuró a arreglarse y a tomar sus cosas, para poder  irse con Rayito.

Pero en esta historia falta una pizca de drama, y escribir 5 capítulos de ellos haciendose mensos y evitando la plática que todos quieren leer no es mi estilo, asi que cuándo Pearl bajó para poder tomar algo antes de salirse, ahi ya hacía el azabache de Sinnoh, desayunando también.

— Buenos días. Perdón por estar mucho antes, pero en Sinnoh a estas horas ya serian las siete — dijo León, mientras seguía comiendo un trozo de pastel que Pearl sabía que era algo de la cena a la que no fue ayer.

— Buenos días... no, descuida. Bajé antes para poder irme a explorar antes. Este... ¿Puedo sentarme? — Pearl se fue a servir. Podría irse de una vez sin desayunar, pero el hambre iba a ganarle pronto, asi que se vió obligado a comer.

Fueron minutos de silencio. No silencio incómodo... silencio bueno. Al menos para Pearl. Solo termimaba su cereal, y de ahí se iría corriendo lejos. Era un plan excelen-

— Pearl... es un lindo nombre — dijo León, rompiendo el silencio. Pearl se tensó, pero intentó actuar normal.

— Gracias. Es el nombre que me dieron — contestó el rubio, mientras seguía pensando en hacer energía infinita con el gato y el pan.

— ¿Entonces, te llamo Pearl de Sinnoh... o te llamo Israel Shion? —.

El rubio se quedó unos segundos congelado, en ese momento sintió terror y angustia, a la par de ganas de llorar y huir de nuevo, como ese niño hace 5 años.

— L-Lo siento, creo que se está equivocando de nom- —.

— No me engañes Israel. Sé que eres tú —.

El serio y el loco || ~Clingyshipping~ || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora