Llegando a Jhoto

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Israel se despertó horas después, cuando avisaron que el avión aterrizaba ya. Miró por la ventanilla, pero no reconoció la región. Recién ahí se dió cuenta que no supo a qué región ir, solo miró los vuelos y escogió el más cercano a salir.

«Dice que va a Ciudad Olivo… ¿Dónde queda Ciudad Olivo? Tuve que prestar más atención a las clases de geografía» pensó el rubio, entrando en pánico. Al menos había traido dinero, y sus pokémon.

Al bajar, y salir del aeropuerto, con horror se dió cuenta que… igual y no sabía nada de donde estaba, o si siquiera hablaban el idioma.

«Teselia inglés, Galar Escocés, Kanto y Jhoto japonés, Hoenn español, Kalos francés y Alola una mezcla de todos. Rezo que sea el japonés, o el escocés de perdida» buscó algún mapa. Sacó su pokéreloj, pero rápidamente miró las llamadas perdidas de su mamá, de su papá, de Platinum… y de León. Tenía 73 llamadas perdidas, y de León eran 21. 21 veces León le llamó. Una pequeña sonrisa salió de su rostro, pero se sintió peor, por que ahora tenía a León preocupado.

Nuevamente una llamada apareció, de León. Israel se quedó mirando, tuvo la tentación de contestar, pero dejó que la llamada se perdiera, y apenas sucedió, apagó su pokéreloj. Un dolor en el corazón le hizo saber que fue una mala idea, y su última oportunidad de declararse se había ido ahí, pero no iba a dejar que León truncara su futuro brillante alado de Platinum.

Tan metido estaba en sus pensamientos, que no notó al chico azabache acercarse por detrás.

— Hey ¿Eso que és? — la voz hizo a Israel saltar un poco del susto — Lo siento lo siento, solo ¿Puedo preguntar qué es eso? Ando buscando un regalo para mi novio y… me llamó la atención, jamás vi una cosa así — el ojirojo se explicó.

«Bendito Arceus que habla japonés» pensó Israel, aliviado de que la comunicación no sería su problema.

— Yo, hum, lo compré en una tienda de mi región, vengo de Sinnoh, me llamo Is… me llamo Pearl — de repente dijo. Si quería que esto fuera un nuevo inicio, debía cambiar todo.

— Ohh ¿Sinnoh? Yo me llamo Red, Ex-Campeón de Kanto ¿Pearl, eh? Me gusta tu nombre. ¿Sinnoh, verdad? Ay, estoy perdido, mi aniversario es mañana, se me olvidó, fue un gusto conocerte, no, espera ¿Eres nuevo en la región, verdad? No pareces conocerla muy bien, deja te llevo dónde una amiga, ella te va a guiar — dijo el tal Red, sin dejarle oportunidad a "Pearl" de hablar. Sacó lo que el rubio vió como un Aerodactyl, y lo invitó a subirse para volar.

Israel… Pearl, se quedó en el Aerodactyl de ese chico. Atraversaron varias ciudades, una de ellas tenía unas torres gigantes. Pearl jamás había visto algo así, bueno, jamás había salido de la región, y era nuevo todo esto. El cielo se veía más limpio… de hecho, mirando abajo, podía ver la naturaleza en su máximo esplendor. Todo lleno de árboles, con algunas pequeñas montañas, hasta un lago logró divisar a la distancia.

Estaba admirando el paisaje, mientras veía una ciudad a la orilla del mar, que se veía tan cálida y relajante. De hecho, ahora que notaba, ahí hacía ligeramente más calor que en Sinnoh. Sinnoh era demasiada fría, nevaba mucho, pero aquí se sentía fresco, si, pero no realmente tanto cómo en su región natal. «A León le gustaría estar aquí» pensó Pearl, mientras volvía a sentir su pecho estrujarse ante la imagen de él, volando así en su propio Staraptor, y detrás de él, abrazándolo, el chico de cabellos negros y bufanda, sonriendo y riendo, viendo la región. Pero eso jamás pasaría.

Pronto, aterrizaron en lo que parecía ser un pueblo pintoresco, lleno de molinos y mucho viento.

— Pueblo Primavera, un hermoso pueblito con crepúsculos árboleados — inició Red a contar, mientras Pearl solo observaba el lugar. Podría turistear luego, primero siguió al ojirojo a una casa de techo verde, color crema. Bueno, todas eran así, pero esta tenía escaleras por fuera que llevaban a un segundo piso. Pearl siguió al chico aún, y pronto el azabache abrió la puerta.

El serio y el loco || ~Clingyshipping~ || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora