I.- Nuevo Hogar

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En Polonia existe el clan más poderoso de mercenarios de todo el mundo: los Gajos. Ellos han sido los primeros en meterse en el mundo sobrenatural sin tener alguna característica especial además de que sus habilidades superar las de cualquier humano. Ellos solo toman trabajos para hacer justicia, matan a los que se lo merecen no solo lo hacen por el dinero. Nadie se ha metido con ellos desde hace años porque son temidos pero también son bastante misteriosos ya que nadie exactamente donde se encuentra su base y no suelen relacionarse con los demás.

Claudia Gajos, fue la mercenaria más amable y fuerte que ha existido y ellos tiene tres herederos, los trillizos: Thomas, Stuart y Mieczyslaw. Ellos son los mejores mercenarios y han tenido el respeto de su clan desde que eran niños, sus habilidades estaban fuera de lo extraordinario.

Su relación era demasiado unida, siempre se habían tenido a ellos así que eran inseparables y confiaban el uno del otro con los ojos cerrados.

Su padre, Noah Stilinski, los había dejado con su madre. Ella les había dicho que eran muy jóvenes cuando los tuvieron y que él no estaba listo para tener hijos además de que en realidad no se amaban así que Claudia se los llevó de regreso a Polonia donde se criaron sin saber nada de su padre solo unos cuantos regalos cada año.

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Los trillizos de 17 años se encuentran frente a una lápida, ambos visten trajes negros y detrás de ellos hay un gran grupo de personas vistiendo de la misma manera que ellos.

En la lápida estaba escrito algo: Claudia Gajos. Gran mujer, amada madre, líder y amiga.

Thomas se mantenía serio aunque sus hombros temblaban ligeramente, el chico tenía una pequeña cicatriz en su barbilla; Stuart secaba sus lágrimas con fuerza, el chico tenía una cicatriz que en su labio que terminaba un poco arriba de su barbilla; y Mieczyslaw mantenía sus manos sobre los hombros de sus hermanos, él tenía una cicatriz bastante grande que empezaba arriba de la ceja derecha, pasaba a través de su ojo y terminaba a la mitad de su mejilla.

- Estaremos bien. Nos tenemos a nosotros como siempre. – les dijo Stiles de manera cariñosa.

- Tienes razón Mitch, estamos juntos en lo que venga adelante. – le dijo Thomas mientras abrazaba a Stuart y se alejaba del lugar dejando al otro frente a la lápida junto con un hombre rubio de ojos verdes.

- Tu madre dejó por escrito que si moría joven ustedes tendrían que ir a Estados Unidos con su padre. – le dijo el hombre mientras colocaba una mano sobre el hombro del menor.

- Lo sé. No quería pero si mamá lo quería no queda de otra, tendremos que ir allá a vivir con Noah. – dijo Mieczyslaw de manera seria.

- Tu madre siempre supo que hacer. Ella era una mujer llena de amor y amabilidad, la mejor mujer que he conocido y amado.

- Lo sé. – miró al hombre con una ligera sonrisa – Se lo mucho que la ambas Jarek, lamento que no hayan tenido más tiempo juntos. Por favor quédate a nuestro lado como mano derecha incluso si estamos lejos. – le dijo Mieczyslaw con cariño.

- Por supuesto. Será un honor estar a su lado, son importante para mí y los he amado desde el momento en que nacieron. – le dijo Jarek haciendo una pequeña reverencia en señal de respeto.

- ¿Cómo será la vida con Noah? Espero que no le haga nada a mis hermanos o yo mismo me encargaré de hacerlo pagar. – dijo Mieczyslaw apretando sus puños con fuerza.

- Las personas tienen la capacidad de cambiar, no sabes que hombre es además de que nunca lo has conocido. Dale una oportunidad Mitch, a veces los adultos cometemos errores y somos tontos. Claudia no quisiera que tuviera ese odio en tu corazón después de todo siempre fuiste su pequeña travesura que sonreía incluso en los tiempos más oscuros.

Mieczyslaw suspiró mientras asentía, puede que Jarek tuviera razón. Solo debía de tratar de darle una oportunidad a Noah además tienen que vivir con él por cuatro años, no es tanto.

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Los trillizos se encontraban en el aeropuerto, habían enviado sus cosas desde días antes y ahora solo debían de esperar a Noah. Ellos le enviaron una fotografía para que los reconociera ya que ellos no tenían alguna de él y aunque su madre les dijo que era un hombre rubio castaño de ojos azules no servía mucho. A menso que fuera con el uniforme de sheriff no tendrían ni idea de quien es.

- Estoy cansado, solo quiero dormir. – dijo Stuart mientras bostezaba.

- Dormiste todo el viaje, no entiendo como puede dormir tanto. ¿Acaso eres un perezoso? – le reclamó Thomas mientras tomaba las maletas.

Mitch solo podía sonreír al ver a sus hermanos animados, la muerte de su madre les había afectado bastante pero que ya pudieran sonreír era una avance.

- ¡Chicos! – gritó el hombre que parecía ser Noah, a su lado había un hombre de cabello castaño oscuro de ojos azules.

- Un lobo. – comentó Thomas frunciendo el ceño.

- La manada Hale es dueña del territorio no es extraño que haya lobos además mamá nos dijo que Noah conocía este mundo. – les dijo Mitch.

- ¡Están enormes! – exclamó Noah cuando se acercó a ellos.

- Es un gusto conocerte Noah. – dijo Mitch mientras le daba un apretón a su padre.

- Lo mismo decimos padre. – dijo Thomas mientras le daba un codazo a Stuart que solo saludó con la mano.

Se podía notar que ninguno de los tres se encontraba a gusto con el mayor.

- Es verdad. Les presento a mi esposo Peter Hale. – les dijo Noah recuperando su sonrisa.

Thomas alzó una ceja al escuchar la palabra esposo mientras que Stuart solo suspiraba.

- Hola Peter Hale, es bueno ver que sigues en América y no has salido de aquí. – le dijo Mitch con una ligera sonrisa.

- ¿Se conocían? – preguntó Noah.

- Una vez que fui a Polonia, el clan Gajos me atrapo pero Stiles me dejó ir con la advertencia de no volver a salir del país. – comentó Peter con diversión.

- De acuerdo. Vengan chicos, los ayudamos con las maletas. – sonrió – Bienvenidos Thomas, Stuart y Stiles.  

Los Trillizos StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora