Los Trillizos Stilinski

VIII.- Enemigos

Thomas y Stuart miraba a su hermano desde la ventana, estaban en una reunión de manada y tuvo una llamada. Eso no era nada común, el castaño no se comunicaba con nadie y no tenía muchos amigos para que lo contactarán así que solo podía ser algo malo. Por su rostro podían saber que estaba tratando de no perder la paciencia con quien sea que estuviera hablando.

- ¿Quieren que escuchemos? – preguntó Isaac.

- No. Ya terminó. – les dijo Stuart señalando a Stiles, quien guardo su celular y corrió dentro del loft.

- Algo va a pasar. – dijo Thomas mientras tomaba las armas que habían guardado en el loft. Conocían a su hermano y ellos estarían listos para lo que fuera ocurrir.

- ¿Qué hacen? – preguntó Newt algo confundido mientras los Stilinski seguían alistando como para una guerra.

En ese momento Stiles entró al loft recibiendo sin ningún problema el arma que Stuart le había arrojado, tomó de manera rápida algunas cosas equipándose lo necesario y se colocó detrás de una columna.

- Necesito que todos se oculten en la habitación del fondo y no salgan hasta que yo les diga, si alguien más abre esa puerta no duden en acabarlo. – ordenó Stiles sin mirarlos.

- ¿Estamos en peligro? – le preguntó Derek mientras empezaba a empujar a sus betas a la habitación.

- Si. Lamento los problemas.

Thomas y Stuart sonrieron ligeramente, su hermano nunca se disculpaba con alguien, solo con ellos y muy pocas veces. Derek Hale no era solo un alfa aliado a los ojos de Stiles, era más importante.

- Tranquilo. Manténganse a salvo. – les dijo Derek antes de cerrar la puerta con seguro.

Una vez solos sabiendo que los lobos los escucharían pero estaría a salvo los hermanos se miraron de manera seria y luego a la puerta.

- ¿Quiénes son? – preguntó Thomas mientras se asomaba por la ventana viendo varios vehículos negros.

- Mercenarios sin clan, alguien los contrato para que le llevará nuestras cabezas. Dejen vivo solo a uno, tenemos que sacarle información y no permitan que se suicide. – les dijo Stiles de manera seria.

Los otros dos asintieron justo cuando la puerta fue abierta y una pequeña bomba explotó, los disparos comenzaron sin para. Thomas mordió su labio con fuerza cuando una bala termino incrustada en su hombro, lo mismo le paso a Stuart que terminó con una en la pierna y un ligero corte en la mejilla cuando uno de los mercenarios se acercó para comenzar una batalla cuerpo a cuerpo.

- Pensé que los trillizos Gajos eran invencibles. – comentó uno de los mercenarios con diversión.

- Así es, hijo de puta. – dijo Stiles con frialdad mientras le disparaba en la cabeza desde atrás.

Los cuerpos fueron cayendo muertos uno a uno, los hermanos se movían sincronizados sin siquiera mirarse. Sabían donde estaba el otro y esos mercenarios habían cometido un gran error al pensar que podrían acabar con los trillizos. Ellos habían sido entrenados desde niños sin piedad y de las maneras más crueles que podrían imaginar, pocos podría darles una buena pelea.

Dentro de la habitación los lobos luchaban por no salir y ayudar a los castaños, escuchaban todo ese ruido y solo los ponía nerviosos.

- Tenemos que confiar en ellos. Son fuertes. – dijo Derek aunque sus garras habían salido y estaban ligeramente enterradas en sus palmas.

Unos minutos, bastantes largos, pasaron para que el lugar se quedara en silencio y el olor a sangre inundará los sentidos de los lobos.

La puerta fue abierta por Thomas, quien no traía playera y una venda ligeramente manchada de sangre cubría su hombro. Newt de inmediato se acercó a él con una expresión de preocupación.

- ¿Qué pasó? ¿Estás bien? – preguntó el rubio tocando suavemente la herida por arriba de la venda.

- Si, solo una pequeña herida. Fui el que mejor salió. – dijo Thomas con una ligera sonrisa mientras besaba la cabeza del otro.

Los lobos salieron detrás del castaño tratando de no vomitar al ver todos los cuerpos y la sangre en el suelo pero eso despareció en cuanto vieron a Stuart sobre una silla con Stiles arrodillado frente a él vendando su pierna con cuidado. Su mejilla ya había sido curada y solo tenía una pequeña gasa cubriéndola.

- Jordan va a morirse cuando lo vea. – comentó Liam con preocupación mientras se acercaba a los dos gimoteando con tristeza al ver la mancha de sangre en el costado de Stiles y otra en el brazo.

- Estas herido. – dijo Derek frunciendo el ceño mientras se acercaba al castaño que se había levantado una vez que terminó de atender las heridas de su hermano.

- No es nada.

- Te ayudaré.

Stiles suspiró mientras se sentaba en otra silla, se quito su playera dejando ver un pequeño agujero que atravesaba su costado hasta su espalda, la sangre corría sin detenerse y en su brazo un poco más abajo del hombre había otro pequeño agujero, el cual no había atravesado el lugar por lo que la bala seguía dentro.

- Salieron heridos. Debieron dejarnos ayudar. – se quejó Isaac con un pequeño puchero.

- Eran mercenarios, si veían que estaban aquí usarían acónito y habría bajas. Solo nosotros podemos enfrentarnos a ellos además fue pan comida, no hubo problema. – les dijo Thomas mientras se colocaba otra playera con ayuda de Newt.

- Somos aliados pero ellos vinieron por nosotros, ustedes ni siquiera tienen un precio por su cabeza así que no les harán algo a menos de que se interpongan en su camino. El cual es acabar con nosotros. – les explicó Stiles mientras Derek sacaba la bala de su brazo y lo vendaba, su costado ya estaba vendado.

- ¿Por qué están detrás de ustedes? También son mercenarios. – preguntó Mason con genuina curiosidad.

- El clan Gajos es uno de los más poderosos y nosotros hemos estado creando muchos enemigos con el tiempo por el hecho de nuestras habilidades. Ahora que estamos fuera de Polonia, nuestro hogar el cual nadie se atreve a pisar, creen que pueden acabar con nosotros de manera sencilla. Sin los líderes del clan será más sencillo acabar con el o es lo que piensan esos ignorantes. – su mirada mostró un brillo algo tenebroso – Nosotros jamás vamos a caer y si lo hacemos el clan Gajos se mantendrá fuerte y no será destruido. – les explicó Stuart con cierto orgullo.

- Lo que queremos decirles es que esto solo es el comienzo. Muchos mercenarios llegarán a Beacon Hills y mucho ya están aquí. – les dijo Stiles de manera seria imponiendo como el líder que es.