Ok..ya estaba haciendo lo que el mismo juró nunca hacer, a nadie, ni siquiera a su precioso hermano, pero por arte de magia que el mismísimo destino los hacia recordar y saber de que el siempre estaba ahí para aveces quitar y otras dar, ahí estaba el, contándole a su hermano menor y último hijo de la familia la situacion sobre el de ojos rubies y él.
–Hermanito, ¿Tú crees que tengo oportunidad?, Es decir, yo solo soy alguien gritón, enojón y que rara vez perdona los accidentes, en cambio, ese sol en persona, el chico con sonrisa angelical no lo es hermanito–No se parecian, estaba en el derecho de decir que eran todo lo contrario, el de ojos carmesí era tranquilo, el albino no lo era, otra desventaja que tenia, increible. Aunque pensándolo bien, sus demás compañeros eran iguales a él, o peores.
–Hermano, muchas veces las parejas son demasiado contrarias, es decir, como fuego y hielo y aún así se aman, por que las diferencias nos hacen únicos–
Sanemi que escuchaba atentamente a su hermano lo pensó, se dió cuenta que se estaba rindiendo, cosa que no era muy común en el, estaba dando la oportunidad a sus imbéciles compañeros de trabajo, y eso el no lo hiba a permitir, no, ¡NUNCA!.
–¿Entonces crees que me estoy rindiendo?, ¿O crees que solo estoy siendo patético y vulnerable?–
Sanemi se lo dijo con la voz rota, ¿estaba siendo...débil?, esa pregunta rodaba por su cabeza como si le estuvieran diciendo: "¡Claro que lo eres! Dilo, ¿Que más dá?, eres un imbécil", a lo que su hermano respondió...
–Aniki, yo si creo que te estás rindiendo, no es malo ser vulnerable, de hecho, está bien serlo, y no, no eres patético, hablar de amor y sentirte mal es normal, a muchas chicas las encanta hablar de esto, y aunque yo no soy una chica, también me gusta hablar del tema, jeje-
Genya soltó la risita en un tono amable y tierno, que Sanemi no pudo evitar recordarle a su rayito de sol.
–Ahora que lo mencionas, ¿Está mal que un hombre ame a otro hombre?–
Era un dato que de repente cruzo por su cabeza, y no pudo evitar ignorarlo, ¿Estaba mal, estaba mal amar a tu mismo género?
Genya calmando las aguas le dijo:
–Nemi, tu eres un profesor, debes saberlo de sobra– Sanemi no contento con la respuesta de su hermano, le dijo;
–Soy profesor, pero tu sabes que las relaciones no me llamaban hasta ahora–
Le contestó con cabeza baja.
Genya al oir eso se acerco más, le dió un abrazo ,en el cual siguieron juntos, no se separaron, Genya en frente de su hermano, Sanemi sentado en el frio suelo y él de rodillas, Genya puso a su hermano en su pecho y con suaves acaricias por la cabeza y espalda le respondió.
–No está mal amar a alguien de tu mismo género, es amor y amor siempre va a seguir siendo amor, si las personas juzgan eso, es por que no sienten amor hacia alguien, por que si lo sintieran, sabrían lo importante que es, y lo mágico que se siente, así no discriminarian, por que como hay varias razas, hay varios gustos, y los gustos lo eligen cada uno, no por lo que piensan las personas–
Las palabras fluian de su boca y su garganta se ponia seca al decir todo eso, recordar los tiempos en primaria, Donde sufria de Bullyng por tener gustos hacia los hombres le traia mal sabor de boca, pero con el tiempo se dió cuenta que le valia cominos lo que la gente pensaba de el, y salió adelante, con el unico apoyo que tenia, su hermano, el que le protegió y lo protegerá por siempre.
–Muchas gracias Genya, no sabes cuanto te adoro–
–De nada, no te preocupes, para eso estamos ¿no? Jeje, yo tambien te adoro, y sé cuanto me adoras–
–Genya–
–¿Si?–
–Lo siento mucho–
–¿Por?–
-Por el asco de infancia que te hice pasar, por no saber protegerte, ni a tí ni a nuestros hermanos, por no darte la educación que necesitas, por mí, por mis problemas, ya sé que suficientes tienes con los tuyos para que carges con los mios. Lo siento, de verdad que lo siento–
–Nemi, no, no te disculpes, no es tu culpa, es la mía por ser asi, soy yo el que entorpece en tu camino, yo soy el que deberia de decirte lo siento, deberas, no pasa nada, no me distes un asco de infancia, de hecho a mi parecer fue mejor que la de otros niños con dinero hasta en los calzoncillos–
Genya tomó el hombro de Sanemi y quedandose cara a cara con su hermano mayor le dijo;
–Tus problemas son los mios y mis problemas son los tuyos, yo no puedo llevar mas carga que tú por que los dos llevamos la misma carga, por que no hay secretos entre tu y yo, por eso....
–
–
–
–Lo siento Sanemi–
–Lo siento Genya–
Los dos se miraron al unisono, además de pensar lo mismo, dijeron lo mismo al mismo tiempo, no pudieron evitar reirse, pronto la cocina se inundó de risas, que por cierto, tambien se inundó a olor a quemado, Genya habia dejado el fuego puesto, la comida se habia quemado pero por suerte la casa no, decidieron limpiar el desastre hecho y provocado y salir a comer a algún lugar de la ciudad, para poder distraerse de los problemas y poder comer algo rápido por que ademas ya no daba tiempo a que Genya cocinara otra cosa, una vez ya parados en la puerta se miraron y antes de poder salir se dijeron palabras de agradecimiento.
–Gracias hermano–
–Gracias hermano –
Y volvió a suceder, pensaron y dijeron las cosas al mismo tiempo, solo sonrieron y decidieron salir por la puerta, no sin antes darse un cálido abrazo fraternal de hermanos. Ellos se querian, y mucho y eso nadie lo cambiaria, ni siquiera ellos, simplemente no, se sentian bien asi, ¿para que cambiar el rumbo de la historia si así estába bien?, No lo sabian, pero tampoco lo harian.
______________________________________________
Era un nuevo dia, algunas de las hojas de los arboles se caian con el frio viento pero al mismo tiempo acojedor, donde los rayos del sol traspasan los cristales por las mañanas, ayudan a las flores a florecer, y es una clara señal que ya es de dia. A un peliazabache no le gustaba la idea de salir de su acogedora cama, ya eran las 6:02 de la mañana, solo se quedó en la cama por que hoy no tenia clases, a exepcion de la clase de Tanjiro, la cual le tocaba Entrenamiento.
Ahí estaba de nuevo, respirando agitadamente y sudando en su cama, ya iban tres veces que eso le pasaba pero no le dió mucha importancia hasta ahora, y es que, con solo acordarse de su peliburdeos favorito lo traian en las nubes, se sentia nervioso al estar con el, tanto que al principio pensó que era algo normal, por que para el era dificil de socializar tan fácilmente como lo hacian sus compañeros de trabajo, Uzui Tengen o las hermanas Kōcho, para el más que díficil, era imposible.
Pero con el ojicarmín era diferente, se sentia cálido y no era para nada frio como lo era con los demás, se sentia bien, importante y es que su alumno estrella solia cocinar postres y llevaba algunos para almorzarlos en el recreo, eran deliciosos y siempre se preocupaba de el, si tuviera que resumir al peliburdeos en una palabra diria "Tierno", por que eso es lo que el ojos rubies era para el y eso es lo que era con él.
Últimamente se sentia en la necesidad de estar a cada rato con el peliburdeos, sentia una molestia cada vez que el ojicarmin se acercaba a los demás chicos, y sus mismos compañeros de trabajo se acercaban al peliburdeos. Le molestaba eso, y se puso a pensar y descartó el hecho de que fueran celos los causantes de todo sus malestares al ver al chico cerca de sus amigos y compañeros. Poniéndose a pensar dejó en claro que simplemente se habia encariñado con el y sentia la necesidad de protegerlo, ya está, solo era eso...o, eso el pensaba que era
Giyuu Tomioka pensaba que su alumno estrella iba a ser como los demás jóvenes, que iba a estar en crisis, depresión, ordinario a decir verdad pero en el momento en el que lo vió en los pasillos de la escuela, en su casillero, su idea cambío
–¡Hola!–
–H-Hola–
ESTÁS LEYENDO
¿En que momento pasó? [AllxTanjiro]
FanficKamado Tanjiro, un joven de 16 años, el cual logró ingresar a la academia más prestigiosa de todo Japón, junto con sus mejores amigos Inosuke Hashibira y Zenitsu Agatsuma, con los que tendrá que pasar eventos un tanto "extraños" con sus profesores y...