¿En que momento pasó? [AllxTanjiro]

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Ya habían llegado a la casa del hombre de pelo negro, la lluvia no habia cesado, pero no es que eso incomodára a las dos personas presentes en la casa, lo contrario, el no tan fuerte ruido de las gotas de agua que salpicaban el techo los traia un ambiente de paz y tranquilidad, y sumándo el hecho de que traia más confianza a las dos almas presentes a hablar, al ser una casa de dos pisos, lejánamente se escuchaba el ruido de la lluvia, Tanjiro estaba sorprendido, era una enorme casa para un pequeño hombre, si de cierto sentido se habla y lo bien que estaba cuidada lo sorprendia aún más.

Tanjiro conocia a Iguro desde que llegó, debia de admitir que de primeras Iguro se comportaba mal con él, pero era normal ¿no?, Cada uno tiene una manera diferente de ser cuando conoces a alguien, puede ser reacciones amables como las hermanas Kōcho, Incómodas como la vez que Tomioka y el se iban conociendo, de confianza como su senseí Rengoku, Reacciones explosivas como Sanemi Bakug- digo- Sanemi Shinazugawa, Tanjiro no estaba seguro si el coqueteo sea una reacción, Pero cuando conoció a su profesor de artes olió un poco el semblante del hombre  y el ambiente le olia y sabia a coqueteo, y no iba a negar que de cierta forma, el profesor de artes lo atraia.

El mayor _y por poco último sobreviviente de los Kamado_ empezó a posar sus ojos por todo el lugar, esos ojos rubies recorrian todo el lugar, y no hacia falta hablar para ver de que din dudas, estaba impresionado e impactado.

-Iguro San, usted tiene una casa muy bonita, a comparación de la mia.... Pues, la mia no tiene graandes espacios, o bonitos muebles, es todo lo contrario, es humilde, un poco estrecha y pequeña y al mismo tiempo cómoda y acogedora, le digo por anticipado que si alguna vez me llega a visitar...- Los ojos del de piel acanelada terminaron su recorrido en el chico con vendas en la boca, solo para que terminara con su frase y una sincera sonrisa adornando su rostro- Usted será con todo el gusto del mundo bienvenido en mi casa-.

-Tanjiro...Gracias, lo tendré en cuenta- Las palabras dichas por el menor de alguna forma habian logrado hacer que el corazón del hombre de orbes de diferentes colores latiera con frenesí, y una linda sensación empezó a inundar al pobre chico que seguia envelesado con tremendo angel de pelos rojos.

-En cambio... Estás en mi casa, por lo que te hace mi invitado, y sácate de la cabeza que te dejaré así, todo empapado, no quiero que te enfermes, así que por favor... Sube y date una ducha caliente-.

Tanjiro al oirlo y verlo con los ojos tan suplicántes inmediatamente asintió con una sonrisa, no era necesario hablar si no decian algo con total relevancia, estaban a gusto con el pequeño silencio que se formaba entre ambos- Ven conmigo, te mostraré el lugar,y por favor, siéntete como en casa-.

Tanjiro no respondió y no hacia falta, mientras que el azabache le mostraba el lugar no pudo evitar posarse en una pequeña ¿Serpiente?, ¿Eso era?, Obanai mencionó que ella era la única cosa que le hacia compañia todos los dias y que no se preocupara, que si le agradaba a  Kaburamaru, no le haria nada malo, que era muy bien portada y era cariñosa, pero la pregunta que lo invadió fue..¿Y si no le agradaba a la serpiente de Iguro llamada Kaburamaru?,no queria terminar en el hospital, eso lo tenia claro, y que por cierto...por primera vez habia visto a Obanai sin las vendas que cubrian parte de su boca, le estaba dando el recorrido sin ellas

Subieron las escaleras, Obanai estaba buscando ropa para el pequeño Solecito rojo, buscaba algunas prendas que fueran de tamaño pequeñas o medianas y nada, no tenia nada de eso, el menor miraba esa escena con diversión.

-Bueno, parece que tendremos que salir a comprarte ropa- Se disponia a salir de la habitación cuando unas pequeñas manos lo detuvieron-- No por favor, no hace falta, cualquier prenda que me dé me la pondré-.