PAIGE CHESTERFIELD
Abro la puerta del estudio, está completamente oscuro y vacío, prendo las luces y cruzo hasta el otro extremo para dejar mis cosas debajo la barra, todos los sonidos hacen eco por todo el salón.
Aún falta un rato para que comience la clase de hoy así que es poco probable que alguien llegue ahora mismo. Pongo música en mis audífonos y me quito los zapatos, quedando solo en calcetines.
Hago esto desde que tengo diez años, me encerraba en uno de los salones del estudio de mi mamá y bailaba, simplemente me dejaba llevar.
Mientras bailo, mi mente se inunda del sonido de la música y mi cuerpo emana todos los sentimientos que llevo dentro, trato de descargar todo lo que he estado sintiendo estas semanas desde que llegué a Fountain High.
Regresar a clases presenciales después de tanto tiempo, ya hasta había olvidado como era la dinámica de asistir a la escuela, tener a un profesor frente a ti, al inicio no pude evitar recordar todas las veces que tuve que pasar por el primer día de clases en un lugar nuevo y sentir mucha ansiedad por eso, pero saber que tenía al menos una amiga en todas mis clases me hacía sentir mejor.
Los amigos son otro tema, no he podido hacer muchos, apenas y hablo con mis compañeros de clase, y en las clases de baile no he tenido el valor de acercarme a nadie, mi única amiga ahora es Belle. Los otros dos son Ferd y Venus que, son mis primos así que no sé si cuente, aún así hablo mucho más con Venus que con Ferd, con quien sólo cruzo palabras muy de vez en cuando, hablamos un poco más por chat.
Y bueno también está Roy, aunque con él es más complicado. Pasamos un buen rato sin hablar, hasta hace poco que pasamos una tarde juntos después de la búsqueda del tesoro que organizó el internado. La verdad es que cuando estoy con él me siento muy cómoda y hasta llego a divertirme a su lado, cosa que hace mucho no me pasaba con alguien prácticamente desconocido, pero hay algo en él que me da miedo, no sabría explicar exactamente qué, simplemente hay algo que me impide ir y hablarle en cualquier momento y es por eso que lo ignoro y espero hasta verme obligada a hablarle.
Cuando la canción termina, me quedo unos segundos en la posición final. Escucho aplausos apenas empiezo a bajar mis brazos poco a poco, enderezándome, apenas miro hacia la entrada me sobresalto al ver a dos chicos de la clase en la puerta. La chica es la que está aplaudiendo, aunque el chico se le une casi enseguida.
—¿Llevaban mucho tiempo mirando?—paso mis dedos por mi cabello, algo nerviosa.
—No mucho, pero lo que alcanzamos a ver fue genial—asegura la chica al ver mi cara de vergüenza—. Bailas precioso, lo noté desde la primera clase.
—Gracias—acomodo un mechón de pelo detrás de mi oreja y sonrío de lado.
—Soy Julianne, él es Markus—señala al chico al lado de ella, quien me saluda con la mano.
—Paige, un gusto.
—Nos seguiremos viendo bastante seguido, así que mejor conocernos—ríe. Su sonrisa es muy contagiosa y ella parece ser muy encantadora, lo que me hace sonreír también, esta vez con más confianza.
—Ustedes son increíbles bailando, también los he visto en clases anteriores, me gusta mucho lo que hacen.
—Tienes muy buena técnica, me sorprendió bastante—ahora sí habla Markus.
—Mi mamá era bailarina, he estado en clases de ballet prácticamente desde que nací—bromeo.
—Se nota.
—Bueno, veníamos a improvisar un rato también, pero ya que estas aquí podrías acompañarnos—ofrece Julianne.
—Uhm, tengo que hacer algo antes de que comience la clase, pero gracias—me despido con la mano y salgo del salón antes de que pueda decir algo más.
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Freak
Teen FictionPaige Chesterfield, una chica que ha perdido su esencia desde que fue diagnosticada con ansiedad social. Ferdinand y Venus Urum, dos hermanos que fueron criados bajo la sobreprotección de sus padres y desean salir al mundo exterior a aprender lo q...