6 | "Luchando por un sí"

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VENUS URUM

Pongo mi bandeja sobre la mesa y me siento, Levi me imita, tomando el lugar justo enfrente de mi.

—Por fin puedo verte—dice Levi.

—Yo no soy la que ha estado ocupada diseñando constelaciones.

—Quedó hermosa, para que sepas, y si no fuera porque ya te llamas como un planeta, le habría puesto tu nombre.

Sonrío de lado, bajando la mirada. 

—¿Cómo haz estado, Venn? Con lo de tu hermano, el colegio, hace mucho no platicamos.

—Con Ferd ya esta todo bien, pudimos arreglar las cosas y todo volvió a la normalidad casi al instante, eso mantiene bastante estable el resto de mi vida, así que diría que estoy bien. 

—Me alegro mucho. Parece que ahora el que está lleno de problemas soy yo.

—Tranquilo, Lev, eres de las personas más inteligentes que conozco. Ya hiciste lo más difícil, lo demás será pan comido, ya verás. 

—Es sólo que jamás he sido bueno trabajando bajo presión, y últimamente me he sentido bastante presionado, por diferentes motivos. 

Me muerdo el labio inferior, pensando en qué podría decir para ayudarlo. 

—¿Cómo vas con tu relato corto para el club de escritura? Podría ayudarte si quieres.

—Tengo un boceto, sé que exactamente que es lo que quiero que pase, simplemente no sé cómo plantearlo. 

—¿De qué trata?

—Pues... es acerca de un chico que está tratando de descubrirse a sí mismo, en varios aspectos, y le suceden cosas que lo obligan a conocerse más a si mismo. Me gustaría poder transmitir todo lo que siente el chico para que puedan identificarse con él. 

—Creo que la mejor manera de lograr que otras personas se identifiquen con lo escribes es abriendo tu corazón para ellos, y dejando una parte de ti en esas páginas, que haya honestidad en tus palabras, sé auténtico. 

—Debo contar la historia.

—Exactamente. 

—Quien lo diría, quizás tú termines convirtiéndote en escritora.

—Lo dudo bastante, no es mi mayor fuerte. 

—Me encantaría ser tan talentosa como tú, me vendría bastante bien. 

Algo pasa detrás de mí y casi mando a volar mi vaso de jugo de naranja, es un chico con una pancarta en su mano, lleva escrito en letras grandes y coloridas una propuesta para el baile de bienvenida que se realizara en un par de semanas.

—Todo el mundo esta enloquecido con el Homecoming

—Voy a enloquecer si siguen espantándome así. 

La música empieza a sonar y el chico llega a la mesa de una chica con la pancarta bien extendida. Ya he visto esto siete veces en la semana, no es nada nuevo. Después de esto la chica acepta, la música para, la gente aplaude, ellos se abrazan, y bueno, el resto es historia. 

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