Maldición de Sangre [Dekubowl]

Capítulo 6

— Izuku ha desaparecido y la niña no deja de llorar, segunda parte.—

Inko sacó su aparato móvil de su bolso y marcó el número que normalmente resolvía todos sus problemas.

Cuando explicó la situación; Mitsuki no tardó en llegar, Inko había llamado a Masaru, pero fue Mitsuki quien contestó.

¿Acaso era una prueba de amor? ¿Intercambiaron celular para demostrar su confianza en el otro?

Eso no importaba, Mitsuki ya había contestado y a menos que quiera dejar clavos sueltos debía ser "honesta".

Inko no creía que Izuku fuera secuestrado para tener que viajar de aquí para allá.

Él era un niño híbrido, la etapa de infante era muy peligrosa y por ende esos lugares donde podrían estar también eran limitados.

Si un licántropo con la luna llena agudiza sus sentidos y un vampiro agranda su estómago; los resultados para un niño híbrido no son mejores, precisamente porque son niños su control sobre si mismo es débil.

Con el hecho de que el secuestrador era híbrido, necesitaba espacio y un buen territorio para "terminar" de criar a Izuku, él no regresaría a la isla. Por lo tanto, debería poder encontrarlos con el poder de un líder vampírico tan fuerte.

Inko no tenía idea de porque se habían llevado a Izuku, aunque era cierto que los pobladores de la isla eran desvergonzados, AFO no permitía el daño físico o sicológico entre nosotros mismo.

Algo irónica, ya que también enviaba a niños a formar parte de las poblaciones externas, lejos de donde los pueda proteger.

Mientras esperaba a Mitsuki una horrible idea cruzó por su mente.

Si Izuku ya había despertado su don y ya se había decidido que sería llevado a infiltrarse, entonces...

¿Se lo habían llevado para cumplir su deber social?

¡Imposible!

Él apenas había despertado su don ayer, es imposible que de hayan enterado tan pronto. ¡Sólo se lo había comunicado a Oboro y ya!

¿Desde cuándo el sistema se había desarrollado tanto, había audífonos en la torre?

El tren del pensamiento de Inko corría a toda máquina y se detuvo a tiempo cuando sintió la presencia de Mitsuki.

A veces, ese don suyo era muy útil.

Puso una expresión desolada, cuando se sentía lista utilizó el vidrio de un lugar cercano para asegura su expresión.

Se dió cuenta de que tenía un aura mística y arrogante, se sentía sofocada y ahora sabía porque; rápidamente miró a todas partes antes de cambiar de nuevo.

— Aaah... — Suspiró al ver qué su expresión no estaba lo suficientemente demacrada como para acabar de perder a su hijo.

Frotó fuertemente sus ojos y despeinó su cabello, antes de terminar embarró su zapatos con el agua sucia de un charco, por fortuna la lluvia del mago parecía haberse extendido ayer.

— ¡Inko! — En vez de Mitsuki fue Masaru quien la llamó primero y Mitsuki sólo le dió unas breves palabras de apoyo para después entra como loca a la estación de policía.

— ¿Qué pasó, estás fingiendo? ¿Izuku está bien y en realidad quieres echarte atrás con tu promesa? — Masaru bromeó un poco sabiendo que Inko es muy difícil de vencer .

— ¡No!. Y habla más bajo. — Sutilmente le recordó que seguían en un área pública. — ¿Recuerdas esa cosa negra ayer en tu casa?

— "¿Él supuesto intruso?"