🥀 Hotter Than Hell | Paul Stanley

Sexo telefónico

Apenas acababan de pasar unas pocas horas desde la última llamada que tuvimos y yo ya lo extrañaba de nuevo.

Me deprimía no haber podido acompañar a Paul en su gira, de no ser por los asuntos del trabajo, en este momento estaría junto a él, pero en realidad me encontraba sola en nuestra casa la cual parecía ser gigantesca cuando Paul no está. Ni siquiera tenía ánimos de salir o de rondar por la casa, sólo permanecía en mi habitación esperando a que Paul llamara.

Lo que más extrañaba eran esos días libres en los que él dedicaba su día entero a mí, acostarnos para mirar televisión toda la tarde, cocinar juntos, hablar y reír de cientos de cosas durante la cena y por supuesto sentir su calor mientras dormimos. Pero durante los largos meses de gira sólo tenía que conformarme con las llamadas después de los conciertos y con ponerme sus camisas en mis ratos libres para tener su aroma conmigo.

Vestía la camisa favorita de The Rolling Stones de Paul. Preferiría mil veces llevar puesta alguna camisa de Kiss, pero Paul prestó todas sus camisas de la banda a Ace pues él dejó olvidadas las suyas en una maleta en algún hotel de Cleveland.

Estaba recostada en la cama intentando hacer pasar las horas para esperar su llamada. El concierto ni siquiera había iniciado, y yo ya me sentía desesperada por escuchar su voz de nuevo.

Sin poder tolerar ni un minuto más mi situación, tomé el teléfono.

— ¿Bill?

— Hola Jess, ¿Cómo estás?, ¿necesitas algo?

— Oh, estoy bien, gracias... hum sí, ¿Está Paul contigo?

— Está en el camerino terminando de maquillarse, ¿Quieres hablar con él?

— Sí, gracias Bill —reí un poco penosa

Aguardé hasta escuchar la voz de mi novio del otro lado del teléfono. Parecía que tenía años sin escucharlo, el corazón me palpitaba y me sonrojé cuando atendió.

— Hola preciosa —dijo y me mordí un labio— ¿Estás bien? Me preocupó que me llamaras

— Estoy bien. Sé que estás ocupado, pero... bueno, te extrañaba

— Aw, nena, no sabes cuánto deseo tenerte aquí conmigo —dijo tiernamente

— Yo también quiero estar contigo. Prometo acompañarte en la siguiente gira —sonreí

Paul acostumbraba a tenerme al tanto de lo que sucedía en la gira, hablábamos unas tres veces al día, pero debido a que nuestra última llamada había sido apenas hace dos horas, sólo tenía de nuevo por contarme lo que había almorzando, y lo lleno que estaba el estadio donde se iban a presentar.

Yo le conté que cuando llegué a casa, lo primero que hice fue ponerme una camisa de él y así poder tener su aroma mientras encontraba algo con qué entretenerme.

— Te llevaré más camisas, ¿De acuerdo? Además, creo que Ace podrá conseguir su maleta de vuelta así que me devolverá las que le presté

— Está bien amor —reí divertida

— ¿Y tú qué haces, preciosa?, ¿en dónde estás ahora? —preguntó

— Estoy en la habitación, buscando algo interesante para ver en la televisión, pero no encuentro nada —jugué con el dobladillo de la camisa y suspiré— Estoy aburrida, caliente, extraño a mi novio... —dije sonando lo más coqueta posible

— Es una combinación muy peligrosa la que tienes por ahí —la sonrisa que llevaba Paul se escuchó a través de las palabras que dijo

Me mordí un labio intentando no dejar salir mis palabras, pero no pude contenerme.