Groupie de Starchild

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Alessandra llegó a casa cansada después de su trabajo y de haber pasado a hacer algunas compras que necesitaba.

No escuchaba su guitarra sonando o algo de música, lo que le resultó extraño. Al ir a su estudio, lo encontró recostado en su sofá con sus dedos entrecruzados sobre sus ojos cerrados.

— ¿Ocurre algo? —se acercó a hacerle cosquillas en sus costillas y él quitó sus manos de su rostro para detenerla mientras dejaba escapar una risa

— No logro componer nada. Esto es una mierda

— Cariño, llevas dos días de tus "vacaciones'". Relájate. La inspiración ya llegará —se inclinó para besarlo y él la sujetó de la cabeza haciendo el contacto aún más largo

Ella le acarició el rostro para verlo
encantado con el beso.

— ¿Quieres algo para la cenar? —preguntó

— Creo que deberías llamar para que traigan algo. Estás cansada, y yo... —suspiró fastidiado— Intentaré que se me ocurra algo

Tras la cena, Paul regresó a su estudio. Estaba sumido en una ansiedad muy grande por no poder componer absolutamente nada, ni siquiera tenía la idea para una letra. No era habitual en él y a pesar de estar un par de meses con descanso tras muchas giras, tenía que comenzar con las canciones nuevas para el siguiente álbum. Alessandra por otro lado, se sentía a gusto en su casa, él le pedía que estuviera ahí todo el tiempo ya que quería tenerla cerca siempre. La chica prácticamente vivía ahí, pero no bajo el título de novia, ni mucho menos esposa de Paul. Había sido su groupie durante los últimos dos años, él estaba tan encantado con ella al punto de ofrecerle vivir con él y llevarla a todas las giras, incluso Paul permitía que le dijera "amor", "cielo" o "cariño" a pesar de no ser novios, simplemente amantes sexuales, aunque la chica siempre había tenido el deseo y la esperanza de que algún día el músico la hiciera su novia oficial, se había enamorado de él, pero aún no sabía cómo decírselo.

Cuando fue a verlo, él estaba acostado sobre la alfombra con una guitarra al lado. La chica se sentía poco satisfecha de mirarlo sumido en la necesidad de componer a como dé lugar pero de descansar. Paul había podido percibir algunas notas, pero otra vez estaba recostado con su mirada hacia el techo en busca de inspiración.

— ¿Vendrás a la cama conmigo?, ¿o tendré que dormir aquí contigo? —le preguntó algo molesta. No toleraba que se exigiera tanto, era algo aprensiva con las obsesiones de él a pesar de que la música era su vida y lo tenía bien posicionado económicamente

— Ven... —le extendió una mano— Quédate un momento —ella se dirigió a su lado y tras bajar a su cuerpo, se recostó contra su pecho que sintió tibio sobre la camiseta de su propia banda

Alessandra llevó una de sus manos debajo de la camiseta de él y le acarició el abdomen. Paul de inmediato se colocó de costado dejándole su brazo para que ella lo usara como almohada y la besó despacio mientras ella recorrió su mano hacia su espalda para atraerlo más hacia su cuerpo.

— ¿Sabes en qué he estado pensando últimamente? —preguntó la chica y él negó lamentando que no continuaran besándose— Nunca lo hicimos en un auto —el sonrió pícaro

— ¿Quieres hacerlo en un auto? —ella asintió— ¿Ahora?

— ¡No, tonto! —rió— En cuanto podamos... siempre que salimos de viaje es con tu banda y en esos aburridos aviones. Me gustaría salir en carretera juntos, tomar algún destino que nos guste, y cuando sea que nos plazca, nos detenemos para hacerlo. Me he imaginado cientos de veces montándote desesperadamente en el asiento trasero del auto —confesó la chica

Paul estaba más entusiasmado por
poseerla en ese mismo instante que tener que esperar a cuando puedan salir de viaje y aparcar el auto a un costado de la ruta para coger salvajemente.

🥀 Hotter Than Hell | Paul StanleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora