Maldito seas

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Desesperada, angustiada y sobre todo enojada, Jade se sentó frente al televisor a mirar MTV, no tenía nada más interesante por hacer, la casa estaba ordenada, la cena que había preparado especialmente para él ya estaba fría y no tenía otra opción más que ver algo de televisión o morirse de aburrimiento mientras esperaba la llegada de Paul.

Desde luego, ella sospechaba de que Paul se estuviera tardando en llegar. Su novio era catalogado como mujeriego, adicto al alcohol, las salidas nocturnas y peligrosas y todas las adicciones habidas y por haber en el ambiente del rock and roll. Con esas descripciones, cualquiera se preocuparía de que su novio no llegue a casa a la hora que prometió.

Paul le dijo que llegaría a las 10 pm a casa, pero las horas pasaron hasta darse casi las 3 de la mañana. Ella estaba impaciente y desesperada por la llegada del músico para poderlo cuestionar.

La chica traía puesto un babydoll rojo esperando sorprender a su novio, pero las prendas comenzaban a incomodarle después de llevarlas por casi cinco horas y no darles un buen uso.

Cansada de los sillones, subió a su habitación, se colocó sus shorts de pijama y se recostó sobre la cama para después de largos minutos meterse en ella sin más remedio cubriéndose sólo con la sábana.

Se dieron las 5 am y cuando escuchó la puerta abrirse, bajó deprisa intentando no hacer ruido.

Escuchó uno que otro golpe contra los muebles de la casa y cosas caerse al suelo. Lo vió caminar sosteniéndose de la pared tratando de quitarse las botas, estaba ahogado de ebriedad, lo suficiente como para ni siquiera sostenerse bien en pie. Lo vió dirigirse a la cocina y atascarse en la heladera buscando cualquier cosa para comer.

Ella encendió la luz del pasillo y se cruzó de brazos mirándolo llena de ira mientras él se comía la mitad de un sándwich que había encontrado. No sólo cargaba tremenda borrachera, sino que su mirada perdida y su nariz delataban que se había drogado, lo cual la chica odia totalmente que él haga.

— ¡¿En dónde mierda estabas Paul?! —le levantó la voz y pudo ver cómo su tono lo asustaba al notar su enojo

— En el cumpleaños de Ace. Te dije que iría un rato y...

— ¿Un rato? ¡Se suponía que llegarías a las 10 de la noche y son casi las 6 de la mañana! ¿Qué mierda te pasa?

— ¡No empieces! —su voz ebria apenas pudo hacerse sonar y caminó por a un lado de la chica casi ignorándola

— ¡No entiendo por qué no me llamaste para avisar al menos! —dijo molesta

— ¡Déjame comer algo en paz, joder! —le gritó con la boca llena sin voltearla a ver

Ella iba tras él reclamándole por su impuntualidad y él seguía caminando sin tomarle importancia y pidiéndole que se callara, que la cabeza le dolía cuando le gritaba.

— Si el avisarme que tardarías en llegar porque la fiesta se alargaría es demasiado para ti entonces, ¿En dónde queda la puta confianza? ¡Hoy era nuestra maldita cena de aniversario, Paul! Estuve como loca metida en la cocina preparando algo especial para ti, usé un maldito babydoll para sorprenderte y nunca te apareciste

Su expresión asustada lo delataba. Obviamente, había olvidado la cena de aniversario. Pero eso ya no le importaba en lo absoluto. El aniversario de la pareja ya era cosa del pasado, pero su separación era inminente.

Paul se acercó a la chica tratando de ser cariñoso y hacerla olvidar todo, pero ella le dió un manotazo quitando su mano de su rostro, y fue en ese movimiento en que ella descubrió en el cuello del guitarrista marcas de labial rojo apenas visibles y que olía a perfume de mujer.

🥀 Hotter Than Hell | Paul StanleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora