🥀 Hotter Than Hell | Paul Stanley

Demasiado tiempo

Ella terminaba de acomodar su cabello frente al espejo de su habitación mientras pensaba que sería la noche ideal para la oportunidad que tanto había esperado.

La invitación especial para ver a Kiss le había llegado el mismo día en que su último noviazgo había fracasado debido a una infidelidad por parte del chico con quien salía. Era como la cuarta relación a la cual había apostado que duraría un año, pero no ocurrió así, y como por obra del destino, y tal vez una señal de que sería el fin de sus desamores, esa noche abrió su casilla en el lobby del edificio y allí descansaba su correspondencia enviada por nadie más y nadie menos que su amigo y eterno amor de su vida, Paul.

Paul y Alyson habían sido grandes amigos desde su adolescencia, y como cada amistad duradera, poco a poco surgieron sentimientos distintos entre ambos. Hasta que él se animó a confesarle que la amaba, ella estaba en una relación con un compañero de clases de Paul, pero él no estaba al tanto de ello. Cuando la chica terminó con su primer novio, con el cual duró alrededor de siete meses, intentó tener una relación con Paul, pero él había comenzado a relacionarse sentimentalmente con una chica de su vecindario.

Cuando parecía existir una oportunidad para poder ser novios, ella se había mudado a Londres para estudiar la universidad en la que sus padres querían, y la noche en que ella tenía que subirse al avión con rumbo a Inglaterra, fue cuando él tomó su rostro entre sus manos y por fin pudieron besarse. Ella recordaría ese momento por siempre, y durante los cinco largos años ella estuvo lejos de él, nunca perdieron el contacto ni dejaron de hablarse con las mismas ansias.

Cuando finalmente regresó a Nueva York, pensó cientos de veces en contactar a Paul y pedirle que fuera por ella al mismo aeropuerto de donde había marchado años atrás, pero para ese entonces, y después de largos años luchando por sus sueños, Paul comenzaba a recibir gran fama por su nueva banda de rock formada por otros tres chicos más de la misma cuidad, y ella no quería causarle algún tipo de inconveniente al exponerlo yendo a recogerla al aeropuerto solo.

Las idas y venidas entre ambos fueron así. La vida los hacía reencontrarse una y otra vez, y en todos esos reencuentros, uno de los dos o ambos tenían una relación en curso.

Por más que pasara el tiempo, por más groupies que el chico tuviera, y por más pretendientes que a la joven la persiguieran, no lograban olvidarse. Ella le enviaba cartas contándole cada uno de sus logros en la industria de diseño de modas, y él siempre le enviaba una copia de los nuevos lanzamientos de la banda antes de que el álbum estuviera disponible al público. Se llamaban constantemente sin importar cuan ocupados fueran sus trabajos, y a pesar de durar horas y horas hablando, no podían decirse lo que en realidad querían, siempre estaban en una relación que les impedía estar juntos.

Una ocasión, ella estuvo a punto de comprometerse con el hijo de una de las amigas de su mamá, a quien también conocía desde hace varios años, y por otro lado, Paul estuvo a punto de pedirle matrimonio a una actriz con quién estuvo saliendo por dos años. Ambos rechazaron a sus parejas por el mismo motivo, no podían olvidarse uno de el otro, e intentaban estar disponibles para cuando pudieran encontrarse, pero eso parecía ser imposible.

Ambos habían pensado infinidades de veces en serles infieles a sus parejas y ella afirmaba que eso seguro era así
con Paul siendo un rockstar, envidiaba a las mujeres que él pudiera tocar, deseaba ser alguna de esas, en cambio ella, a pesar de los incontables engaños de los que fue víctima, jamás había tomado revancha o tan siquiera sucumbir a la infidelidad.

— ¿Te has dado cuenta que cada vez que intento que seas mi novia, estás con alguien?

— Sí, es verdad —suspiró con pesadez— Lo mismo pasa contigo —notó ella— Creo que la única vez que coincidimos en estar solos, fue cuando me mudé a Inglaterra