- 03.

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Una locura, simplemente una locura.

Luces, humo, gritos, risas, saltos y llanto. Había sido uno de los mejores shows que tuvieron hasta ahora.

Incluso habiendo pasado una hora de su finalización, los tres artistas seguían con la adrenalina al máximo y con una energía indescriptible.

Hoy había sido un poco más temprano de lo normal, por lo tanto, según su manager, se quedarían esa noche en un hotel y mañana por la mañana seguirían camino, puesto que el próximo show estaba programado para casi el fin de la noche.

Había tiempo de sobra.

Por eso, una vez en el hotel junto a sus equipajes, Niall propuso celebrar con una ronda de shots y un porro. Ninguno protesto.

Tampoco ninguno mencionó nada al respecto de que desde el inicio del show no veían a Harry.

El niño, no tan niño, les había deseado suerte cuando subieron al escenario, con una gran sonrisa y ojos llenos de luz. Luego, desapareció por los pasillos del teatro.

Cuando el show terminó, nadie lo vió. Ni siquiera Zayn pareció tomarse la molestia de saber donde estaba su hermano pequeño. Lo extraño es que el rizado siempre iba a saludarlos y felicitarlos con entusiasmo, pero no ésta vez.

De todas maneras, sabían que estaba bien puesto que algunos de su equipo mencionaban su nombre junto con sucesos recientes.

"Harry me acaba de ayudar a desabrochar ésto, él es tan dulce", "Sí, hace unos minutos Harry y yo llevamos ese equipo hacía el camión", "Harry me dijo que saldría unos momentos".

Así que ahí estaban, brindando con shots al grito de "¡increíble!", para luego dar un trago seco y reír a todo pulmón.

Mientras Zayn terminaba de armar el porro que compartirían, Louis se preguntó vagamente que estaría haciendo el rizado para desaparecer de esa manera y ni siquiera acercarse a saludar.

Frunció el ceño unos momentos con molestia, porque quería que el niño venga con ellos y se siente a su lado, tome shots y fume con ellos, que se divierta con ellos, que ría con él, que mire con emoción hacía él y le diga cosas suaves al oído... es decir, a ellos. A ellos, a todos.

Sacudió la cabeza cuando su mejor amigo encendió el armado y minutos después los tres ya tenían marihuana en su organismo mientras hablaban de trivialidades.

(...)

Pasadas dos horas, los tres muy drogados amigos se despidieron y fueron hacia sus habitaciones. Como estaban en la de Niall, él solo les gritó cuánto los amaba y luego cayó tendido en la cama.

En el pasillo, Zayn lo abrazó y fingió llorar con drama, para luego reír a coro y despedirse. El moreno entró en el cuarto junto al que salieron, mientras que Louis abrió la puerta frente al primero, sin encender las luces en el proceso.

Se desvistió bastante lento, sentía los ojos pesados y que los dedos le hormigueaban. Rió para sí mismo y, cuando se encontró en ropa interior, se lanzó a la cama sin importarle cargar su teléfono. ¿Dónde estaba su teléfono, por cierto?

Comenzó a sentir sueño, preparándose para soñar con ojos verdes y rizos revoltosos, cuando un golpe fuerte en su puerta lo hizo saltar en su lugar.

Pensó que sería alguna pareja vecina que tendría sexo, así que los dejó pasar. Pero se volvió molesto cuando se repitió una, y otra vez.

Gruñó totalmente molesto mientras se levantaba refregando sus ojos, dispuesto a gritarles a las dos personas que, según él, golpeaban la puerta.

Sin embargo, al abrir se llevó una grata sorpresa.

The Room Full Of Smoke [larry minific]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora